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Nuevos proyectos para un librero diferente
Con su editorial Criatura, Alejandro Lagazeta generó una alianza con una empresa argentina y está desarrollando una distribuidora que cuente con una plataforma web para lograr un vínculo efectivo
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09 de diciembre de 2015 a las 05:00
Leticia Martínez
Según Alejandro Lagazeta (36), una vez que uno se sumerge en el mundo del libro ya no puede salir. Lagazeta forma parte de ese mundo desde 2003 cuando comenzó a vender libros usados en la feria de Tristán Narvaja. Con el paso de los años comenzó a adquirir textos nuevos para vender, y hoy el puesto sobre la calle Paysandú es atendido por cuatro personas.
Las ganas de abrir un local estaban en la cabeza de este licenciado en administración de empresas, que sabía que no era lo mismo que tener un puesto en la feria y menos con el concepto de librería que pretendía generar.
Gracias a un dinero ahorrado, en abril de 2009 compró una librería que recientemente había cerrado, La Lupa. Fue un mes de intenso trabajo para lograr abrir al público el 13 de mayo.
En 2011 nació Criatura Editora, una propuesta editorial, que publica seis textos por semestre.
Ahora trabaja junto a la argentina Eterna Cadencia, que también cuenta con una librería y una editorial, para desarrollar una distribuidora "que sea efectiva pero que logre un vínculo con el libro pero sobre todo con el librero". Para ello están creando una plataforma web.
Además, La Lupa y Eterna Cadencia se unieron para crear un nuevo proyecto de librería que asegure una gran circulación de libros poco frecuentes para adultos y un espacio especializado en literatura infantil y juvenil. También se pretende generar un espacio cultural, un portal literario y de formación.
Propuesta diferenteEl encanto de La Lupa se encuentra en el pequeño y acogedor local a sobre la peatonal Bacacay en Ciudad Vieja, pero también en los títulos que ofrece. Para Lagazeta desde el comienzo era fundamental priorizar la calidad y no dejarse llevar por los best sellers para lograr su diferencial.
La Lupa se maneja con una política dura de selección. Hay ocasiones en las que un libro pasa meses sin venderse pero no se devuelve. Lagazeta tiene claro que el cliente que encuentra ese título regresa porque sabe que allí hay lo que en otro lado no. Destacó que de esta manera se construye una propuesta de librería y de marca.
Además se ofrece talleres, música en vivo y otras propuestas culturales. El público oscila entre los 20 y 45 años.
Otra etapa del libroEl desarrollo de Criatura Editora, le insumió mucho tiempo de estudio y análisis, ya que tenía muy claro que "no es lo mismo vender un libro que hacerlo".
La propuesta era una vez más despegarse de la lógica predominante, que según considera el emprendedor, prioriza el bajo costo frente a la calidad y así lograr ofrecer un producto sencillo y de buen gusto de la mano de escritores e ilustradores en libros infantiles, juveniles y para adultos. En su mayoría son libros uruguayos y latinoamericanos aunque se pueden encontrar entre sus títulos algún europeo.
Criatura Editora llegó a Buenos Aires, y está presente en librerías de Palermo, San Isidro y Corrientes. Al principio se ofrecieron a determinados libreros selecionados, y una vez que los libros comenzaron a funcionar y se empezaron a generar recursos en la vecina orilla, Lagazeta decidió comenzar a imprimir allá. Se realizaron alianzas estratégicas con socios de similares dimensiones para que existiera el mismo interés por el producto y así asegurarse su cuidado.
Una de las políticas que llevan adelante para lograr visibilidad en ambos países es utilizar lo que se genera en cada uno para lanzar nuevas ediciones. l
25.000
dólares fue la inversión aproximada que implicó La Lupa.
60.000
dólares por año cuesta editar 12 libros. Actualmente Criatura Editora genera el 80% de los ingresos necesarios para sustentarse
Según Alejandro Lagazeta (36), una vez que uno se sumerge en el mundo del libro ya no puede salir. Lagazeta forma parte de ese mundo desde 2003 cuando comenzó a vender libros usados en la feria de Tristán Narvaja. Con el paso de los años comenzó a adquirir textos nuevos para vender, y hoy el puesto sobre la calle Paysandú es atendido por cuatro personas.
Las ganas de abrir un local estaban en la cabeza de este licenciado en administración de empresas, que sabía que no era lo mismo que tener un puesto en la feria y menos con el concepto de librería que pretendía generar.
Gracias a un dinero ahorrado, en abril de 2009 compró una librería que recientemente había cerrado, La Lupa. Fue un mes de intenso trabajo para lograr abrir al público el 13 de mayo.
En 2011 nació Criatura Editora, una propuesta editorial, que publica seis textos por semestre.
Ahora trabaja junto a la argentina Eterna Cadencia, que también cuenta con una librería y una editorial, para desarrollar una distribuidora "que sea efectiva pero que logre un vínculo con el libro pero sobre todo con el librero". Para ello están creando una plataforma web.
Además, La Lupa y Eterna Cadencia se unieron para crear un nuevo proyecto de librería que asegure una gran circulación de libros poco frecuentes para adultos y un espacio especializado en literatura infantil y juvenil. También se pretende generar un espacio cultural, un portal literario y de formación.
Propuesta diferenteEl encanto de La Lupa se encuentra en el pequeño y acogedor local a sobre la peatonal Bacacay en Ciudad Vieja, pero también en los títulos que ofrece. Para Lagazeta desde el comienzo era fundamental priorizar la calidad y no dejarse llevar por los best sellers para lograr su diferencial.
La Lupa se maneja con una política dura de selección. Hay ocasiones en las que un libro pasa meses sin venderse pero no se devuelve. Lagazeta tiene claro que el cliente que encuentra ese título regresa porque sabe que allí hay lo que en otro lado no. Destacó que de esta manera se construye una propuesta de librería y de marca.
Además se ofrece talleres, música en vivo y otras propuestas culturales. El público oscila entre los 20 y 45 años.
Otra etapa del libroEl desarrollo de Criatura Editora, le insumió mucho tiempo de estudio y análisis, ya que tenía muy claro que "no es lo mismo vender un libro que hacerlo".
La propuesta era una vez más despegarse de la lógica predominante, que según considera el emprendedor, prioriza el bajo costo frente a la calidad y así lograr ofrecer un producto sencillo y de buen gusto de la mano de escritores e ilustradores en libros infantiles, juveniles y para adultos. En su mayoría son libros uruguayos y latinoamericanos aunque se pueden encontrar entre sus títulos algún europeo.
Criatura Editora llegó a Buenos Aires, y está presente en librerías de Palermo, San Isidro y Corrientes. Al principio se ofrecieron a determinados libreros selecionados, y una vez que los libros comenzaron a funcionar y se empezaron a generar recursos en la vecina orilla, Lagazeta decidió comenzar a imprimir allá. Se realizaron alianzas estratégicas con socios de similares dimensiones para que existiera el mismo interés por el producto y así asegurarse su cuidado.
Una de las políticas que llevan adelante para lograr visibilidad en ambos países es utilizar lo que se genera en cada uno para lanzar nuevas ediciones. l
25.000
dólares fue la inversión aproximada que implicó La Lupa.
60.000
dólares por año cuesta editar 12 libros. Actualmente Criatura Editora genera el 80% de los ingresos necesarios para sustentarse
