Paisajismo que da vida a las grandes ciudades

Desde hace unos años, observar los edificios que se están construyendo significa ver ventanales y balcones con plantas intensamente verdes y con una caída espectacular. Pueden estar en los balcones, pero también pueden formar parte de las terrazas y de los espacios
comunes.

El paisajismo ha tomado protagonismo en las construcciones, principalmente, de las grandes ciudades que cuentan con poca vegetación alrededor. Las plantas ya no son una mera decoración, sino un componente arquitectónico con una función específica y fundamental para los tiempos modernos.

Los edificios color blanco limpio ya no son los más interesantes para los clientes, ahora lo que predomina son las combinaciones de texturas, colores, y la vegetación que representa la naturaleza.

La arquitectura es mutante y se adapta año a año según los requerimientos de los usuarios. En este sentido, las demandas más usuales pretenden ser incluidas para mejorar la calidad de vida de quienes habitan esos espacios.

Arquitectura moderna, cálida y funcional

Si nos remontamos a la historia de la vegetación en la arquitectura podemos ver que existe desde la antigüedad, como los Jardines Colgantes de Babilonia que fueron mencionados por diferentes autores como Heródoto, por ejemplo.

Los jardines colgantes, y la vegetación en general, aportan a la arquitectura actual funcionalidad, modernidad y calidez. Aporta una mejora sustancial al ambiente, tanto a nivel estético como a nivel de salud. Un trozo de naturaleza en el hogar enriquece cualquier espacio y alimenta el bienestar de quien lo habita. Cabe resaltar también que el agregado de este elemento añade valor a la propiedad. En algunas partes del mundo este valor ha ascendido
hasta un 20%.

Las plantas son seres vivos que cumplen importantes funciones. Entre las más destacadas se encuentran ser la base de los ecosistemas y la belleza que presentan junto con los paisajes.

Además, la vegetación cumple diversas funciones arquitectónicas, como definir espacios, señalar caminos o reforzar la accesibilidad. La relación entre el ser humano y la naturaleza es la base de esta arquitectura.

Eligiendo bienestar

A raíz de la pandemia en 2020 por COVID-19 se comenzó a sentir más esta tendencia de desarrollo de espacios verdes dentro de los sitios urbanos. Muchas personas, a consecuencia del teletrabajo, decidieron salir de la ciudad para vivir en un entorno más natural, pero aquellos que no han podido hacerlo prefieren buscar un hogar con ciertas comodidades y beneficios, como diversos amenities que incluyen parrillero, solárium, piscina, entre otros.

El encierro que duró varios meses, la incertidumbre y los daños a la salud física y mental hicieron que los habitantes de las grandes ciudades busquen estar más al aire libre y disfrutar en contacto con la naturaleza.

Claro que planificar espacios con vegetación adecuada y prolijamente colocada conlleva un costo extra para los desarrolladores del proyecto, lo que tiene que ser tenido en cuenta por todas las partes involucradas: se debe contratar un paisajista, prever el mantenimiento de las plantas y, por supuesto, la adquisición de la vegetación, que no puede ser cualquiera dependiendo del lugar donde se coloquen, exterior o interior.

Esta tendencia, no solo llegó para mejorar la calidad de vida de los usuarios, sino también para enriquecer el paisaje en las ciudades más grises y mejorar su calidad ambiental, por ejemplo, al actuar como un aislante de calor, ya que la radiación solar es absorbida por las plantas y evita que se almacene en los materiales de construcción.

Otro de los beneficios, en este sentido, es la reducción del ruido ambiental, generando ambientes más tranquilos y permitiendo un mayor descanso. El nivel de reducción varía dependiendo de la planta elegida para los ambientes.

En síntesis, incluir vegetación en los desarrollos inmobiliarios conlleva múltiples beneficios, tanto para sus usuarios como para las ciudades en general. Es un elemento que ya se comenzó a utilizar desde hace varios años y continúa en auge gracias a sus ventajas. Las ciudades verdes pueden ser el futuro de las grandes metrópolis.