Pese a considerarlo “banal”, Martínez soltó la palabra “dictadura” y provocó cruces en el FA

El candidato del Frente Amplio considera “banal” y “semántica” la discusión centrada en ese término, pero había leído con atención el informe Bachelet –que denuncia serias violaciones a los derechos humanos–, había escuchado las contundentes declaraciones del ministro Danilo Astori y –ya antes de que el expresidente José Mujica también diera el paso– concluyó que era tiempo de dar una señal y nombrar ese concepto que había evitado durante toda la campaña y que en más de una ocasión los periodistas habían intentado arrancar de su boca. 

En el oficialismo, como era previsible, se alzaron voces en contra del cambio de postura de Martínez, Mujica y Astori, a quienes varios dirigentes acusaron de haber “entrado en el juego” de la oposición.

De los tres restantes competidores en la interna frenteamplista, dos de ellos –Óscar Andrade y Mario Bergara– expusieron sus reparos al paso adoptado por el candidato.

Andrade catalogó de “irresponsable” la forma en la que Martínez comunicó su posición y dijo que sus expresiones “terminan lastimando de forma innecesaria” al Frente Amplio. En un mensaje difundido por Facebook, el sindicalista dijo que no era adecuado “elegir las redes sociales o los medios para anunciar virajes en temas sensibles”, ya que con ello se “condiciona” el debate interno. “¿A santo de qué la urgencia? Día amargo, celebran los poderosos”, sentenció.

Mario Bergara también recurrió a sus redes sociales para expresar sus matices con Martínez. El expresidente del Banco Central escribió que le parece “una liviandad” detenerse en “etiquetas”, una posición que va en línea con la que sostuvo a lo largo de la campaña. 

Bergara remarcó que “fue la derecha la que instaló que decir la palabra dictadura era el parteaguas en la campaña electoral, como si eso definiera el carácter más o menos democrático”. En particular, el exprecandidato aludió a las expresiones del colorado Julio María Sanguinetti –quien dijo reiteradamente que las elecciones se definirían entre los que consideran que Venezuela es una dictadura y los que no– y le echó en cara haber sido “ministro de un gobierno colorado en el que había represión estatal con muertos en la calle, presos torturados, uso abusivo de las medidas prontas de seguridad y bandas paramilitares”.

"Doblemente irresponsable"

Pese a no estar en el orden del día, el asunto se coló también en la sesión del Secretariado Ejecutivo del FA, que este lunes estaba discutiendo los lineamientos de la campaña cuando el delegado de la Vertiente Artiguista, Marcelo Melo, consultó acerca de la oportunidad de las valoraciones sobre Venezuela. Lo que siguió fue un intenso debate con acusaciones cruzadas que se alargó tanto que obligó a postergar la discusión original para el próximo jueves. 

El delegado de la Liga Federal, José Antonio Maldonado, criticó durante la reunión a quienes salieron al cruce de Martínez, y apuntó especialmente contra el exprecandidato Óscar Andrade. Maldonado dijo que las declaraciones del sindicalista fueron “infelices” y “doblemente irresponsables”, ya que “debió respetar” la opinión del candidato ganador de la interna, que por otra parte se basan en el “lapidario informe de Bachelet”.

El delegado del PDC Jorge “Chileno” Rodríguez –también coordinador del comando de Martínez– dijo que tanto la postura del candidato como la de Astori y Mujica fueron “en consonancia” con la del gobierno uruguayo, y remarcó que los tres ratificaron el camino emprendido por Cancillería. La palabra "dictadura" no ha estado en el vocabulario del gobierno uruguayo, que sí ha manejado otros conceptos como "pérdida del orden democrático" o "régimen autoritario".

Por otra parte, el diputado Jorge Pozzi, del Nuevo Espacio, dijo no entender por qué se planteaba el tema en este momento y reivindicó que su sector se había distanciado del gobierno de Maduro “mucho antes que se conociera el informe Bachelet”. “Estamos en un estado de situación que no sé si cabe la palabra dictadura o no, pero sin dudas es un Estado fallido”, dijo Pozzi. 

Entre los sectores que plantearon su disconformidad con los dichos de Martínez, Mujica y Astori se encuentran el Partido Comunista y la lista 711. El senador y secretario general del PCU, Juan Castillo, dijo el domingo a El Observador que consideraba una "contradicción" que las expresiones se dieran al mismo tiempo que delegados del FA participaban en Caracas del Foro de San Pablo, que el jueves manifestó su apoyo a la fórmula de Martínez-Villar. 

El diputado Pablo González (exintegrante de la 711) fue uno de los participantes uruguayos del encuentro en Venezuela y este lunes volcó su experiencia en su cuenta de Twitter. "Estoy hace tres días en Caracas y la dictadura de la que me hablan no la he visto. Hay errores y hay una crisis institucional que deben solucionar los venezolanos sin intervenciones ni de los Estados Unidos, ni Europa. De mí este pueblo lleno de dignidad solo recibirá mi solidaridad", escribió.

Por su parte, el diputado de la 711, Saúl Aristimuño, dijo a El Observador que le "entristecen" las declaraciones de los referentes frenteamplistas porque "se deberían haber discutido en la interna". "Sigo pensando que es un problema de los venezolanos que deben resolverlo ellos, y pensar un diálogo para una salida de esta situación dificultosa, y declaraciones de este tipo no ayudan en nada", agregó. Al igual que Castillo, el candidato a senador por la lista de Raúl Sendic opinó que había una "contradicción manifiesta" con el mensaje del Foro de San Pablo. "Se recibe el apoyo a la candidatura de Daniel Martínez, y sin embargo estas declaraciones van en contra de eso", sostuvo.

En el MPP, en tanto, advierten que existen distintas posiciones y que las declaraciones de su líder, José Mujica, fueron a título personal. 

Tras sus dichos vía Twitter, Martínez reiteró este lunes que la discusión en torno a la palabra dictadura le "parece hasta banal y que no aporta nada estar discutiendo si se dijo o no se dijo". En cambio, resaltó que "hay un drama" a la vuelta de la esquina y que "Venezuela es un país al borde de una guerra civil". 

"Hay una parte importante de la población que apoya al régimen y otra parte que no. Nos recontra preocupa, son vidas humanas. Hay una posibilidad cierta y más que preocupante de una intervención militar extranjera", señaló el candidato.

Tal cual había hecho a lo largo de la campaña, el exintendente de Montevideo subrayó que "no hay que ponerse en modo hincha" al discutir estos temas. Ahora espera que nadie le reclame cuestiones semánticas.