Una base, una máscara de pestañas, un labial y listo. Para muchas, con esas tres cosas alcanza para lograr una cara un poco menos lavada. Pero no. El mundo del maquillaje insiste desde hace tiempo en que la variedad de productos y formas de aplicación pueden hacer la diferencia, y no todo da igual. Con la explosión del universo beauty a través de las redes sociales, los cientos de tutoriales encabezados ya no solo por profesionales, sino también por modelos, actrices e influencers y la ampliación de la oferta en el mercado, el maquillaje experimenta un boom.
Por otro lado, los reduccionismos de antaño que consideraban el maquillaje una herramienta para “embellecer” a las mujeres, quedaron caducos. Hoy el maquillaje es sinónimo de brillo, imposición y firmeza. Es también un llamado de atención y un mensaje. Es, para muchas, arma de lucha y reivindicación feminista. El maquillaje puede ser atrevido e irreverente, puede marcar una postura.
Ya no es solo una máscara para la noche o para una fiesta. Las mujeres –y también algunos hombres– quieren resaltar rasgos de su rostro, quieren iluminar su cara, quieren sentirse mejor. Por eso, el maquillaje resulta un complemento ideal para cualquier look y es el caballito de batalla que muchas deciden defender en su cotidaneidad. Y si en invierno fueron más los tonos oscuros, el verano llega para liberar tensiones y agregar más liviandad. Así como la ropa se suaviza y los linos dan paso a una piel más fresca, los productos de maquillaje buscan lograr el mismo efecto.
En diálogo con El Observador, la maquilladora Pamela Cambre contó cuáles son las principales tendencias que se verán en la temporada primavera-verano y reflexionó sobre el crecimiento en popularidad que está viviendo el make-up. “La gente está más interesada en el maquillaje y en todo lo que es la cosmética. Además de que se está cuidando más la piel”, dijo la especialista y contó que en 2005, cuando empezó a profesionalizarse en el área, “no existían ni la mitad de las cosas que hay hoy y la gente no le daba importancia, a menos que tuviera un casamiento”.
Las pieles iluminadas vienen siendo tendencia desde hace un tiempo, pero este verano se instalan con más fuerza. Cambre advirtió que existe una línea muy delgada entre la iluminación, que está buena, y el brillo, que habría que evitar.
El efecto de iluminación en el rostro se consigue aplicándolo específicamente sobre las zonas que son puntos de luz: los pómulos, el arco de Cupido (arco de la boca), el largo de la nariz –con esto hay que tener cuidado porque mal hecho puede ensanchar la nariz–, los lagrimales y debajo de las cejas. “Hoy en día hay un millón de opciones”, sostiene la maquilladora, y explica que los iluminadores pueden venir en distintas modalidades –como polvo, barra y crema– y con cada una de ellas se puede lograr el efecto buscado.
Entre los colores predilectos de iluminadores para el verano, Cambre resaltó el salmón, el durazno, los rosas y los colores más frescos, y agregó que los nacarados, perlados y metalizados (como el dorado que nunca pierde vigencia) también están de moda.
“Con los brillos hay que tener cuidado, si se copan mucho con el iluminador puede pasar que queden más marcados los poros y las imperfecciones de la cara”, advirtió Cambre y explicó que los iluminadores deben aplicarse con las brochas que son como un abanico, tomándolas desde abajo y aplicando el producto de forma bien suave.
Los labiales oscuros –violetas, tirando a negro– que se instalaron con fuerza hace algunas temporadas, “ya fueron”, según la maquilladora. Recordó que cuando recién había llegado, era impensado que esa tendencia pudiera adoptarse. “Yo siempre digo que el maquillaje es un tema de comodidad. También muchas veces pasa que las tendencias van pasando y uno se va animando a ellas”, agregó.
Los labiales que sí predominan son los nude y los rojos. Los segundos son clásicos de todas las temporadas que siempre quedan bien y se adaptan a cualquier look, solo hay que encontrar el rojo adecuado para cada persona. En tanto, el nude es un color ideal para un maquillaje sencillo y natural, además es bien versátil y puede usarse en cualquier tono de piel. Pero es importante elegir el correcto. Cambre indicó que es necesario probar estos labiales porque, si se eligen mal, pueden llegar a verse muy artificiales.
Si bien los labiales mates siguen siendo de los preferidos porque son más cómodos y duraderos, el brillo “tiene más cabida” en verano, según Cambre.
Las pasarelas y las editoriales lo vienen vaticinando, también series como Euphoria, que marcaron tendencia en las más jóvenes. El uso de glitter o perlas en la cara y las sombras con colores bien fuertes en tonalidades flúo o rojos quieren ganarse su lugar. Pero en un escenario local que es bastante conservador en la moda y el maquillaje, Cambre considera que difícilmente se adopten estas prácticas más jugadas. Apuntó que este tipo de tendencias se ven en eventos de moda puntuales (un ejemplo reciente, el lanzamiento de la colección cápsula de Giambattista Valli por H&M) o en looks de adolescentes.
“Las tendencias que se ven en los desfiles no tienen nada que ver con lo que usamos nosotras. Hay que tener mucha personalidad para ponerse un flúo en el ojo. Por más que hayamos avanzado un montón, los uruguayos somos muy conservadores y arraigados a lo conocido”, reflexionó.
La maquilladora consultada por El Observador contó que, para ella, la base, el corrector y la máscara de pestañas son las piezas indispensables para un kit de maquillaje básico. A continuación, algunos consejos para elegir y aplicar cada una de ellas.
Base: para seleccionar la tonalidad de base que te corresponde, tenés que probarla entre el cachete y el cuello y el color no debe diferir casi del tono de tu piel. Entre las marcas recomendadas de Cambre está la Face and body de MAC, que es de las más livianas, la Teint miracle de Lancôme, para trabajar imperfecciones o la Lumi de L'Oréal si el presupuesto es un poco más bajo. “En la base es en lo que más vale la pena invertir”, indicó la maquilladora y explicó que los productos que tienen contacto directo con la piel son con los que hay que tener mayor precaución.
Corrector: se elije medio tono por debajo del color de la base. Cambre señaló que uno de los más sencillos de aplicar es el Age Rewind de Maybelline, que viene en tres tonalidades. Su uso depende mucho de qué tantas ojeras tengas. Según la especialista, los naranjas son ideales para neutralizar las ojeras que, cuanto más contraste presenten con la piel, más fuerte debería ser el anaranjado. Para quienes casi ni tienen ojeras, con una base de corrección media apenas picada por la zona puede ser suficiente.
Máscara de pestañas: uno de los principales problemas que identifica Cambre con la máscara de pestañas es su mala aplicación. “La gente no tiene paciencia para maquillarse y la máscara necesita de paciencia”, insistió. La aplicación correcta sería que, sobre las pestañas del lagrimal el movimiento del pincel es hacia adentro; en las del medio hacia arriba y las de afuera, para afuera. El movimiento puede ser girando delicadamente el pincel o haciendo zig zag. Cambre aconseja tener un pincel limpio para pasarse sobre las pestañas en caso de que queden grumosas. Entre las máscaras, elige la Telescopic de L'Oréal.
La maquilladora considera que esos tres productos son suficientes para un maquillaje básico y prolijo. Luego, para darle un poco más de color, recomienda un iluminador intermedio, como un perlado suave en tono natural (beige, dorado, rosa, durazno) y algo para hidratar los labios.
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