Estaba deseosa de escribir este Pícnic! para contarte que no, que soy uno de los pocos seres humanos que no está mirando ni ha mirado El juego del calamar, el éxito viral/virósico de Netflix que está por romper la barrera de “más visto de todos los tiempos” en la plataforma de streaming. Tal vez sea un gran programa, pero no lo veo de contra, para ejercer un tantín esa rebeldía que casi nunca sacamos a relucir cuando se trata de lo masivo, de lo último, de lo que todo el mundo habla.
Esta semana tuvimos una prueba de que podemos ser un rebaño de ovejas muy fácil de manejar, con la megacaída de Whatsapp, Facebook e Instagram. Y, de nuevo, leí afirmaciones de cómo “el sistema” nos domina y dependemos hasta la médula de estas plataformas de internet, al mismo tiempo que recibí (cuando volvió Whatsapp) el clásico meme: “Con la caída de Whatsapp conocí gente maravillosa. Viven en mi casa y dicen que son mi familia”. Y sí, es un poco así. Al final debemos agradecerle a quien sea que metió la pata porque un día sin esos distractores, que también pueden ser muy productivos, se convirtió en un día en el que atendimos más a lo que es importante; el trabajo se hizo mejor y más rápido, llamamos a nuestros hijos para ver en qué andaban, recordamos que existen otras formas de comunicación igualmente eficaces (¿te acordás del SMS?) y nos fuimos a dormir un poco menos estresados. Antel registró una suba de 30% en las llamadas telefónicas y algo similar en el envío de mensajes de texto. Me descubrí fantaseando: ¿y si esto durara un poco más?
¿Qué nos deja de regalo un día sin tantas plataformas? Una enseñanza básica: el centro seguimos siendo los humanos y las formas en que nos relacionamos, con o sin tecnología de por medio. Whatsapp o Instagram son herramientas pero no deberían ser distractores continuos. No tengo ni el más mínimo poder ni tanta fuerza de voluntad como para proponer “un día sin…”, pero estoy convencida de que muchas empresas podrían decidirlo sin afectar su operativa, al igual que cada uno de nosotros, con previo aviso de que estamos vivos aunque no conteste ni un Whatsapp ni suba nada a Instagram o Facebook. ¿Cómo viviste tu día semidesconectado? Soy Carina Novarese y si me contestás este mail me podés contar tu experiencia. La mía fue de mucha paz y felicidad.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá