Una investigación de la Agencia France-Presse (AFP) publicada este jueves sobre el bombardeo que mató a un periodista e hirió a otros seis el 13 de octubre en el sur del Líbano, coincide con otra investigación independiente de la agencia alemana Reuters en que el ataque provino de un blindado israelí.
Realizada junto a Airwars, una oenegé de expertos independientes especializada en investigaciones de ataques contra civiles en situaciones de conflicto, la investigación reveló que la munición involucrada en el ataque es un proyectil de tanque de 120 mm, que en esa frontera sólo es utilizado por Israel.
La pesquisa determinó que los disparos probablemente provinieron del sureste de la posición de los periodistas, cerca de la localidad israelí de Jordeikh, donde operaban tanques israelíes.
La naturaleza de los disparos y la ausencia de actividad militar en las inmediaciones del lugar donde estaban los periodistas indican que el ataque fue deliberado y dirigido.
La investigación se basa en evidencias reunidas a partir de testigos, del análisis de registros de videos hechos antes y durante el ataque, imágenes satelitales y un fragmento de munición hallado en el lugar analizado por expertos.
Por su parte, Reuters recurrió a los servicios de el laboratorio de la Organización Neerlandesa de Investigación Científica Aplicada (TNO), un instituto independiente especializado en el análisis de municiones y armamento que estudió los fragmentos de munición hallados en el lugar.
La conclusión de TNO, que cuenta entre sus clientes al Ministerio neerlandés de Defensa, también fue que uno de los fragmentos corresponde a un proyectil de tanque israelí de 120 mm.
EFE
TNO también llevó a cabo análisis de audio de los dos disparos, a partir del video grabado en directo por Al Jazeera y otro de la cadena italiana RAI que muestra el lugar desde donde se lanzó el segundo.
Según estos análisis, los dos disparos sucesivos se lanzaron desde un punto situado a 1,3 kilómetros de los periodistas. Su firma de audio es idéntica, lo que demuestra que ambos eran dos proyectiles de blindado y procedían del mismo lugar.
El grupo de siete periodistas de Reuters, Al Jazeera y la AFP fue alcanzado poco después de las 18:00 hora local por dos disparos -separados por un breve intervalo- mientras filmaban enfrentamientos entre el ejército israelí y grupos armados en el sur de Líbano.
En el ataque perdió la vidad Issam Abdallah, videasta de la agencia Reuters, y también fueron heridos seis reporteros --dos de Reuters, dos de la cadena Al Jazeera y dos de AFP, entre ellos la fotógrafa Christina Assi, herida de gravedad y todavía hospitalizada--.
"Las pruebas que publicamos hoy muestran que un equipo de blindado israelí mató a nuestro compañero Issam Abdallah", comentó la directora de la Información de Reuters, Alessandra Galloni, citada en la investigación.
Desde el inicio de la guerra en Israel y en la franja de Gaza el 7 de octubre, el Hezbolá libanés y los brazos locales de los grupos palestinos Hamás y Yihad Islámica habían estado intercambiando disparos con las fuerzas israelíes de forma casi diaria en esa región de la frontera.
Lo que permitió la investigación de los especialistas consultados por las dos agencais periodística fue un gran fragmento de proyectil que se encontró cerca del cuerpo de Abdallah luego del ataque.
La oenegé Human Rights Watch (HRW), concluyó que los disparos fueron "aparentemente ataques deliberados contra civiles, algo que constituye un crimen de guerra", y que "deberían o podrían ser objeto de procesos judiciales por crímenes de guerra".
"Esta no es la primera vez que las fuerzas israelíes aparentemente atacan de forma deliberada a periodistas, con resultados mortales y devastadores", dijo el investigador sobre Líbano de HRW, Ramzi Kaiss.
Amnistía Internacional afirmó por su parte que se trató "probablemente de un ataque directo contra civiles, que debe ser investigado como un crimen de guerra".
No fue posible identificar con precisión qué tanque realizó los disparos, pero la investigación identificó una posición militar cercana al pueblo israelí de Jordeikh de la cual, según los expertos, posiblemente procedieron los tiros.
Imágenes satelitales muestran que había tanques israelíes operando desde ese lugar en aquel momento.
"Lamentamos mucho la muerte del periodista", dijo un portavoz del ejército israelí tras el ataque, sin reconocer la responsabilidad, y añadió que Israel estaba "investigando" el hecho.
En el momento del ataque, los periodistas estaban filmando bombardeos israelíes en territorio libanés desde lo alto de una colina despejada. Todos estaban equipados con cascos, chalecos antibalas identificados con la palabra "Prensa", y tenían sus cámaras colocadas sobre trípodes.
Múltiples testigos aseguraron que en la hora previa al ataque no había actividad militar ni señales de ningún grupo armado presente en las inmediaciones.
Para los expertos, es improbable que el ejército israelí los haya confundido con combatientes, dada la sofisticación de sus sistemas de vigilancia. Grabaciones de video dejan claro que un helicóptero y un dron sobrevolaron el área a baja altitud antes del ataque.
El hecho de que los periodistas fueron alcanzados por dos proyectiles que cayeron a pocos metros de distancia, separados por un intervalo de 37 segundos, excluye la hipótesis de un ataque accidental, sostienen los expertos.
"Llamamos a Israel a explicar cómo pudo producirse y a pedir cuentas a los responsables de su muerte y de las heridas de Christina Assi de AFP, de nuestros compañeros Thaer Al Sudani y Maher Nazeh y de tres periodistas más", dijo Alessandra Galloni.
(Con información de AFP, Reuters y Swissinfo)