De 61 años, hijo de padres polacos y de tradición judía –aunque no practica la religión–, casado dos veces y padre de dos hijas, es doctor en Ciencias Físicas y magister en biología molecular graduado en la Universidad Louis Pasteur de Estrasburgo, Francia. Se radicó allí en 1974 luego de haber estado un año en prisión por su vinculación con el MLN que no le permitió concluir la carrera de medicina. Es definido por sus amigos como un hombre inteligente y trabajador, que está en todos los detalles, y suele ser reservado.
En su trabajo habla poco y nada de su vida personal. Apenas se sabe que es hincha de Peñarol y que le gustan la literatura, el cine, el arte y la música, tanto que con su padre y hermanos tenía una orquesta.
En 1987 regresó a Uruguay, donde participó de la creación de la Facultad de Ciencias. Integró el consejo de la facultad, fue director del Instituto de Biología y en 1997 fue electo decano hasta febrero de 2005, cuando se postuló como intendente. De esos años de facultad sus colegas recuerdan que no comía por trabajar, y destacan su rol de “conciliador”.
Ehrlich aspiraba a ir por su reelección como intendente municipal de Montevideo, pero a pedido expreso de Mujica –para evitar incurrir en una puja por esa postulación– aceptó el cargo de ministro.