[Por Valentina Longo]
En 1870 la industria vitivinícola de Uruguay tuvo un punto de giro a partir de la influencia de dos inmigrantes europeos: Pascual Harriague, que introdujo la cepa francesa tannat al territorio, y Francisco Vidiella, con la Folle Noire.
Actualmente en el país más de 9.000 hectáreas se dedican a viñedos y, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), la producción alcanza una media de 95 millones de litros elaborados por 280 bodegas distribuidas en el territorio. La calidad del vino uruguayo es premiada a nivel internacional y alcanza interesantes mercados de exportación como Europa y Estados Unidos.
En esta oportunidad nos detenemos en el departamento de Colonia, donde siete establecimientos dedicados al mundo vinícola en Carmelo se unieron en 2017 para generar una ruta en común, y hacer que visitarlas en conjunto tenga un increíble valor agregado. Los invito a recorrer conmigo las bodegas Buena Vista, Campotinto, El Almacén de la Capilla - Cordano Hnos., El Legado, Familia Irurtia, Narbona y Zubizarreta.
Bienvenidos a una experiencia multisensorial, donde los detalles cuentan y cada rincón tiene algo para decirnos. Lo ideal es dedicar dos o tres días como mínimo para disfrutar y recorrerlas bien. No se preocupen por manejar, hay transporte disponible (taxis y bicicletas) para que puedan degustar todos los vinos que deseen. Si van en ómnibus, hay buena frecuencia para el tramo Colonia - Carmelo. De todos modos, si tienen la posibilidad, mi recomendación es alojarse en las viñas. Para los amantes del vino no hay sensación más linda que despertar allí, o terminar el día disfrutando una copa bajo el cielo estrellado. Suena mágico y –créanme– lo es.
Vivir esta ruta de siete bodegas me hizo sentirme orgullosa de lo valioso que es tenerlas en el país. No me cabe duda al afirmar que nada tienen que envidiarle a Ia Toscana, a las bodegas del sur de Italia ni al Napa Valley en California. Además, varias bodegas uruguayas aún mantienen la tradición de ser atendidas directamente por sus dueños, y esto hace que la experiencia implique más que un vino de calidad, sino conocer la historia detrás de una copa y de un blend, las anécdotas de cada objeto antiguo, las tradiciones familiares y el proceso detrás del vino. La calidez de quienes nos reciben en las bodegas hace que tanto uruguayos, argentinos, brasileños, europeos y americanos terminen –casi sin darse cuenta– brindando juntos e intercambiando anécdotas, olvidándose por completo del reloj, envueltos en un acto espontáneo de hermandad.
La zona Colonia Estrella abarca tres de las siete bodegas: El Almacén de la Capilla - A. Cordano Hnos., Campotinto y El Legado, y la proximidad entre ellas hace muy cómoda su visita conjunta, especialmente si se dispone de poco tiempo. El traslado entre estas tres bodegas puede hacerse en bicicleta o a pie. El trayecto desde la posada y restaurante de Campotinto a la Casona (donde se realizan degustaciones y actividades, como pícnis y yoga entre viñas) es corto y puede realizarse incluso atravesando la viña. Ese fue mi recorrido durante una estadía inolvidable en la posada, con vista a los viñedos, frutales y frente a la capilla de San Roque. El ambiente es perfecto para un reset, conectarse con la naturaleza y conocer la historia de estas tierras que cultivan viñedos desde hace más de 100 años, cargadas de tradición, con varios relatos vinculados a los primeros colonos italianos y vasco franceses que llegaron a la zona. Su restaurante, además, fusiona con destreza la gastronomía italiana con la uruguaya y está abierto a todo público. Cuentan con 12 habitaciones disponibles y las familias con niños son bienvenidas. Además, es un establecimiento pet friendly.
El Almacén de la Capilla - Cordano Hnos. está ubicado justo enfrente a la Casona Campotinto, por lo que sería un pecado dejar de visitar alguna de ellas. Diego Vecchio y Ana Paula Cordano, quinta generación de bodegueros, te invitan a romper con el preconcepto sobre los vinos rosados, a probarlos y disfrutarlos. Ocho hectáreas hacen posible la producción de 15 mil botellas por año. El lugar ofrece hospedarse en una cabaña en medio de las viñas para entregarse por completo a la experiencia en Carmelo.
Lo mejor de la tercera bodega, El Legado, es –como su nombre lo indica– la historia que hay detrás y cómo Bernardo Marzuca mantiene el sueño cumplido de Luis, su padre, y lo comparte con todo aquel que llegue a su puerta. Todo comienza en 1968 cuando Luis, que además de un apasionado por el vino era comerciante, planta su primera viña. Tiempo después, tras un momento económico muy difícil, Luis enferma y fallece. Esto obligó a Bernardo a vender una parte de los campos y arrendar el resto. En 2007, Bernardo –que siempre vivió en Carmelo dedicado a los cítricos y a la soja– decide reconstruir el sueño de su padre, compra nuevamente los campos y devuelve el legado a su familia.
Su producción ronda las 9.000 botellas de vino al año. Cabe destacar que trabajan bajo un sistema de cordón vertical libre, un método poco conocido en Uruguay que permite la producción de taninos más concentrados, con mayor exposición al sol y maduración más temprana.
Actualmente El Legado está terminando de construir su posada, que tendrá cuatro habitaciones y estará pronta para estrenarse en enero. Las instalaciones cuentan con piscina y sus almuerzos de asados de campo ya son un clásico.
Familia Irurtia es de las bodegas más antiguas de la zona y nace con la llegada del vasco Lorenzo Irurtia, en la segunda mitad del siglo XIX. Años más tarde su nieto, Dante, pasa a estar en la dirección, durante nada menos que 56 vendimias. Actualmente la cuarta generación conduce la bodega, con tres de los cinco hermanos como socios. Su producción de vino ronda el millón de litros al año y, al igual que las demás bodegas de Carmelo, abre todos los días.
El rol de las mujeres también fue clave en la creación de esta bodega. Los invito a que durante su recorrida conozcan la historia de Pancha y Natalia, segunda generación de bodegueros y una pieza importante en la familia.
Familia Irurtia ofrece visitas guiadas a los viñedos, museo, cavas, y degustaciones. Además, cuenta con una boutique para obtener sus vinos al finalizar el paseo.
Bodega Zubizarreta también comparte la historia de un inmigrante vasco y desde 1957 elabora vinos con tradición artesanal. Sus vinos se caracterizan por ser jóvenes y amables donde el proceso manual es protagonista.
En la bodega se encuentra La Casa de Aitona, una casona señorial de principios del siglo XX, que con su nombre –que en vasco significa “casa del abuelo”– rinde homenaje a quien marcó el rumbo de la familia Zubizarreta - Menna, hoy en su tercera generación. No se pierdan el almacén del abuelo Pedro y los tres murales realizados por el grupo de artistas De La Vuelta Muros, que narran la filosofía de trabajo de la bodega. Degustaciones, almuerzos de campo y tardes en el parque son las actividades que propone este lugar encantador. Actualmente cuentan con una habitación en la Casa de Aitona disponible como hospedaje.
La exclusividad y el estilo clásico se conjugan con lo moderno en Narbona Wine & Lodge, la bodega uruguaya que exporta a Europa, Estados Unidos y Brasil. En su predio, además de una casa de campo y la bodega, existe un almacén y un restaurante de época. El lugar recrea ese 1900 donde funcionaba la bodega con sus primeros dueños, y son esos detalles los que encantan. Su patio clásico con galería y piso damero, combinada con su variedad de actividades, lo convierten en uno de los puntos más emblemáticos de Carmelo.
Es el único hotel de Uruguay que pertenece a la cadena Relais & Chateaux, y su restaurante (abierto a todo público) también es de primera, destacado por sus pastas y carnes.
La actual bodega Buena Vista, al igual que Narbona, está ubicada en Punta Gorda, la zona oeste de Carmelo. Data del 1940, y era una antigua bodega de vinos de mesa que la familia Bonomi compró y recicló para la elaboración de vinos finos. Su producción es de 15 mil botellas al año y funciona en coordinación con Casa Chic, un hotel rural de cinco estrellas, que se encarga de agendar las visitas a la bodega. El plan recomendado es acodarse en la antigua barra y conversar con su enóloga, Caterina Viña, que atentamente cuenta los secretos del lugar. Ver la puesta de sol en la galería con vista a las viñas es un privilegio fascinante.
Casi todas las bodegas reciben a quienes pasan de improviso, pero se recomienda coordinar previamente para aprovechar al máximo de la experiencia.
Coordinar visitas a través de casa-chic.com
Vino destacado: Sauvignon Blanc 2017
posadacampotinto.com
Vino destacado: Súper ícono
Facebook: /ellegadobodegaboutique
Vino destacado: Blend Tannat Syrah 2016 Gran Reserva, Edición Especial
irurtia.com.uy
Vino destacado: Botrytis Excellence
narbona.com.uy
Vino destacado: Luz de Luna Tannat
Facebook: /Almacén-de-la-Capilla-Bodega-Cordano
Vino destacado: Entreviñas, Vino refrescante dulce, levemente gasificado
bodegazubizarreta.com.uy
Vino destacado: Tannat Marselan
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