Rusia abandonará la Estación Espacial Internacional después de 2024 para tener su propia plataforma

Lo hará “después de 2024” y será para poner en funcionamiento su propia plataforma, informó el martes el nuevo jefe del plan espacial ruso, Yuri Borissov, quien hizo el anuncio por televisión flanqueado por el presidente Vladimir Putin.

El flamante director de Roscosmos, equivalente ruso a la NASA, tiene 65 años y hasta hace diez días era viceprimer ministro a cargo del complejo militar-industrial ruso, que también incluye el sector espacial.

El vocero del Departamento de Estado norteamericano, Ned Price, lamentó el "sorpresivo" anuncio de Rusia y lo tachó de "desafortunado" dado el trabajo científico clave realizado en la ISS.

A su vez, el administrador de la NASA, Bill Nelson, confirmó en un comunicado enviado a la agencia AFP, que la agencia espacial estadounidense "no había sido informada de las decisiones de ninguno de los socios”. Pero aseguró que “seguimos construyendo capacidades futuras para asegurar nuestra importante presencia en la órbita terrestre baja".

Considerada durante casi un cuarto de siglo un modelo de la cooperación internacional entre Estados Unidos y Rusia, a los que se sumaron los países europeos y Japón, se estima que la decisión pone en riesgo la propia supervivencia de la plataforma.

Hace apenas diez días Rusia había confirmado la continuidad de las misiones espaciales conjuntas pese al cruce de sanciones económicas, tecnológicas y políticas con Estados Unidos por la guerra en Ucrania.

Incluso se había puesto fecha a los vuelos de dos astronautas norteamericanos a bordo de una nave espacial rusa Soyuz y de dos rusos en los cohetes Space-X, de la compañía de Elon Musk.

La estación comenzó a ensamblarse en 1998 y aunque su retiro se preveía en 2024, la NASA señaló que la vida de la estación podría alargarse hasta 2030.

Ubicada en una órbita a 400 kilómetros de altitud, las tareas que realizan las tripulaciones rotativas de varias naciones son eminentemente científicas.

Rusia desempeña un papel clave en el mantenimiento de la estación en órbita, aunque algunas naves se han visto afectadas por las sanciones occidentales debido a la invasión a Ucrania.

El anuncio ruso del retiro de la ISS se produjo diez días después del reemplazo de Dmitri Rogozin, quien ya había insinuado que Rusia renunciaría a extender la vida útil de la ISS hasta 2030.

En marzo, el ex jefe de Roscosmos llegó a afirmar que, sin los rusos, la ISS se estrellaría contra la Tierra porque sólo su agencia tenía los medios para corregir la órbita de esta estructura de 500 toneladas.

"Cumpliremos sin duda todas nuestras obligaciones con nuestros socios" de la ISS, declaró Borissov, durante una reunión televisada con el presidente ruso, Vladimir Putin. "Pero se tomó la decisión de dejar esta estación después de 2024", precisó.

"Creo que para entonces comenzaremos a crear la estación orbital rusa", que será "la principal prioridad" del programa espacial nacional, prosiguió Borissov. 

"El futuro de los vuelos tripulados rusos debe basarse sobre todo en un programa científico sistémico y equilibrado para que cada vuelo nos enriquezca con conocimientos en el campo espacial", subrayó el máximo responsable de Roscosmos.

Para el analista espacial ruso Vitali Egorov la decisión rusa de abandonar el ISS significará "una pausa de varios años para los vuelos tripulados rusos", puesto que Rusia está lejos de disponer de una infraestructura propia en órbita.

"No habrá ninguna estación orbital rusa ni en 2024, ni en 2025, ni en 2026", aseguró a la AFP Egorov, antes de explicar que "crear una buena estación espacial en tres años es casi irreal". Según Egorov, incluso "con la financiación más generosa, el proceso llevará al menos diez años".

La compañía rusa RKK Energuia, que construye las naves espaciales Soyuz, afirmó a su vez que la construcción de la estación rusa no comenzaría hasta 2028.

"Si se toma la decisión de su construcción de aquí a final de año, la primera etapa comenzará en 2028 con el lanzamiento de un módulo energético y científico", afirmó Vladimir Soloviov, ingeniero general de la empresa, en declaraciones recogidas por la agencia pública RIA Novosti. 

"El campo espacial se encuentra en una situación difícil, y creo que mi tarea principal (…) no es bajar el listón, sino subirlo, sobre todo proporcionando los servicios espaciales que necesita la economía rusa", subrayó Borissov.

Citó específicamente la navegación, los vuelos, las comunicaciones y la transmisión de datos, terrenos en los que hasta ahora Estados Unidos aventaja a Rusia.

Las sanciones occidentales en el terreno tecnológico contra Moscú afectan en parte a la industria aeroespacial rusa pero también pone en riesgo a la Estación Espacial Internacional, puesto que algunas provisiones podrían verse interrumpidas.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ya había comunicado con anterioridad la suspensión de la misión ruso-europea ExoMars y la búsqueda de alternativas para llevar a cabo otras cuatro misiones.

Por su parte, Moscú suspendió el lanzamiento de satélites OneWeb, que ha recurrido a la empresa estadounidense SpaceX de Elon Musk.

El último astronauta que viajó a bordo de una Soyuz fue el estadounidense Mark Vande Hei, en abril de 2021. Regresó casi un año después en una nave rusa a pesar de que la guerra en Ucrania ya había empezado. 

A su vuelta a la Tierra declaró que los cosmonautas rusos siguen siendo "amigos" pese a las tensiones diplomáticas entre ambos países.