El pase del lateral izquierdo Lucas Olaza a Peñarol se trancó cuando ya parecía hecho, luego que la Directiva de Danubio votara ayer por no aceptar la transacción en las condiciones propuestas por el club.
Peñarol había negociado con el representante de jugador un pago de US$ 50 mil por el jugador, con una opción de comprar otro 30% a fin de año. El jugador tiene cláusula de salida para el exterior, pero no para el medio local, pero de todos modos se estaba negociando el pase a Peñarol, donde Leonardo Ramos lo pidió expresamente.
Sin embargo, Danubio quiere que, si el jugador se va, sea por una cifra mayor a lo que quiere pagar Peñarol. “No potenciamos rivales y menos por chirolas”, dijo esta en Sport 890 el vicepresidente del club, Leonardo Goicoechea.
El miércoles, fuentes del club informaron a Referí que el pase estaba hecho en un "99%", ya que se había acordado de palabra con su representante la rescisión con Danubio.
Olaza no jugó en los últimos meses debido a una fractura de peroné que sufrió a inicios del Uruguayo especial.
Por otro lado, Peñarol sigue esperando por las situaciones de Cebolla Rodríguez y el zaguero argentino Carlos Mahteu. En el primer caso, como informó Referí la semana pasada, se le planteó a su representante Nicolás Rotundo un contrato con una base fija e incentivos por presencia, debido a la gran cantidad de lesiones que ha sufrido en los últimos tiempos. Rotundo le trasladó al jugador la propuesta de Peñarol, y aún no hay una respuesta.
En el caso del argentino Carlos Matheu, las condiciones están arregladas pero la salida depende de que el jugador –que tiene contrato con el club- arregle con el club, el cual le debe algunos meses de sueldo