(*) Nicasio del Castillo
Robert Mueller, el fiscal (special counsel) nombrado por el Departamento de Justicia, está investigando una posible colusión entre la campaña electoral de Trump y el gobierno ruso. Esta investigación ha avanzado en forma importante. Varios personas que trabajaron en la campaña han firmado acuerdos de cooperación con Mueller, entre ellos, Michael Flynn, el primer asesor de Seguridad Nacional de Trump, y Rick Gates, el número dos de la campaña. Dado que, al firmar esos acuerdos, ambos evitaron la posibilidad de varios de años de cárcel, es lógico asumir que le proporcionaron a Mueller información relevante a contactos que se mantuvieron con agentes del gobierno ruso. Queda por verse si la información obtenida será suficiente para tipificar el delito de colusión.
Trump está también siendo investigado por posible obstrucción a la justicia. Este proceso que se inició con el despido de James Comey, el exdirector del FBI, se ha agravado por dos nuevas circunstancias que han salido a la luz. La primera es que en junio del año pasado Trump dio la orden de despedir también a Mueller. Eventualmente tuvo que dejar esa orden sin efecto porque Donald McGahn, el abogado principal de la Casa Blanca, amenazó con renunciar si no la rescindía.
Lea también: Trump: "Un bombardeo perfectamente ejecutado".
Segundo, John Dowd, cuando era el abogado principal del equipo de defensa de Trump, discutió con los abogados de Flynn y de Paul Manafort, director de la campaña, la posibilidad de perdones presidenciales a sus clientes para evitar que estos colaboraran con Mueller. Posteriormente, Flynn acordó colaborar y Manafort fue procesado por evasión fiscal y lavado de dinero crímenes que, de ser probados, pueden resultar en muchos años de cárcel. Existe aun la posibilidad de que Manafort también negocie un acuerdo con Mueller para disminuir su posible condena.
Rompiendo con una larga y establecida tradición, Trump asumió la presidencia sin desvincularse de sus negocios. Como consecuencia, está también siendo investigado por posibles conflictos de interés. El estado de Maryland y el Distrito de Columbia le han iniciado juicio con respecto al Trump Internacional Hotel, ubicado a pocas cuadras de la Casa Blanca.
Los posibles conflictos de interés se extienden también a miembros de su círculo inmediato. Otra situación que se investiga es la posible conexión entre reuniones que Jared Kushner mantuvo en la Casa Blanca con altos ejecutivos de Apollo y de Citibank, y préstamos que esas instituciones otorgaron a empresas de su familia por un total de más de US$ 500 millones.
Otro aspecto que resalta la gravedad de la situación legal de Trump es la debilidad de su equipo de abogados. A Dowd, quien renunció hace ya unas semanas, aún no lo han podido reemplazar. Como parte de una investigación criminal, el FBI allanó el domicilio y oficinas de Michael Cohen, el abogado que lo representa en el caso de Stormy Daniels. Como consecuencia, no es claro si podrá seguir representándolo. Muchos abogados de reconocida experiencia han rechazado ofertas para unirse al equipo. Esto se debe principalmente a la dificultad de representar a un cliente que habitualmente ignora el asesoramiento que se le suministra. Su fama de mal pagador tampoco ayuda su situación.
Lea también: Trump, la mafia y prostitutas orinando en la cama: las escandalosas declaraciones del exjefe del FBI.
Del punto de vista puramente legal, el caso de Stormy Daniels, la actriz de películas pornográficas que también está en juicio con Trump, no tiene la gravedad de los otros procesos mencionados anteriormente. No es una situación de acoso sexual ya que, según Daniels, el sexo que tuvo con Trump fue enteramente consensual. Lo que está en juego es la posibilidad de terminar un acuerdo de confidencialidad que se implementó para impedir que Daniels discuta públicamente su relación con Trump. Como parte de este acuerdo, Cohen le pagó a Daniels US$ 130.000. Dado que Cohen sostiene que Trump nunca le reembolso este gasto, es probable que el mismo puede violar reglas referentes a contribuciones individuales a campañas políticas.
Del punto de vista mediático, por otro lado, este caso ha tenido un gran impacto. A pesar del acuerdo, Daniels accedió a ser entrevistada por Anderson Cooper en 60 Minutes, un programa de televisión sumamente respetado. Esta entrevista tuvo la audiencia más alta del programa en los últimos diez años.
En la entrevista Daniels comentó que tuvieron sexo sin usar preservativo y que Trump le dijo que ella le recordaba a su hija . Estos comentarios probablemente le causaron a Trump fricciones con Ivanka y Melania. Pero seguramente lo que más le molestó fue que, cuando Cooper le preguntó a Daniels si el presidente le resultaba sexualmente atractivo, ella, con una sonrisa despectiva, simplemente contestó: "No".
(*) Contador uruguayo que completó el International Tax Program en la Escuela de Leyes de la Universidad de Harvard y ejerció su profesión desde Nueva York.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá