Quizás hace un tiempo era más difícil. Tal vez, si hace cinco o seis años ibas a un restaurante en Montevideo y pedías la opción vegetariana o vegana, al principio te miraban raro y después te servían una ensalada de lechuga y tomate, a lo sumo con alguna cebollita picada por arriba para compensar. O, de última, te podía pasar lo que le pasó a la argentina Marcela Kloosterboer esta semana en Miami, que le vendieron una hamburguesa de carne como vegetariana y le hicieron tirar a la basura una “limpieza carnívora” de 30 años ininterrumpida.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá