Unidos por el cannabis

Los bancos asentados en el territorio uruguayo están a pocos días de cerrarle las cuentas a las farmacias que venden marihuana –luego de que les dieran un mes para retirar el dinero– pero aún no existe una alternativa que permita que ese negocio subsista. Desde el gobierno analizan alternativas, pero implican que las farmacias se aíslen del sistema bancario. De lo contrario, quienes se quedarían aislados del sistema financiero internacional serían los bancos uruguayos.

Fuentes del Banco República del Uruguay informaron a El Observador que los bancos corresponsales con los que trabaja, es decir que brindan acceso a pagos internacionales y cumplen con la política de riesgo exigida, "ya manifestaron objeción a continuar la relación con el BROU si acepta negocios vinculados al cannabis". Esto no solo aislaría al banco, sino a los clientes, que se verían impedidos de realizar transferencias, operaciones de comercio exterior y compra y venta de valores.

Una iniciativa ciudadana, que busca defender el cumplimiento de la ley de regulación del cannabis, fue presentada este lunes y pretende que autoridades del sistema bancario y del gobierno negocien con Estados Unidos, para lograr que permitan a los bancos operar con farmacias en el entendido de que "para el Estado uruguayo no existen dudas acerca de la legitimidad de los fondos que operan con esas cuentas".

Se basan en el argumento de que en Estados Unidos existen 368 instituciones de depósito que trabajan con negocios relacionados a la marihuana, según datos planteados en el último informe del FinCen, actualizado al 31 de marzo de 2017.

Si bien es cierto que esa cifra aumentó en los últimos años –desde enero del año pasado que eran 285–, solo representan el 3% del total de las del país y en ellas no están incluidos los grandes bancos.

Incluso los mismos que defienden esa iniciativa ciudadana, aseguraron en la conferencia de prensa que de esos bancos, "la mayoría no opera a nivel internacional" y que "son pequeños". Según explicaron expertos en el tema, eso quiere decir que esas instituciones no podrían resolver a los bancos locales el problema de quedar aislados del sistema financiero internacional.

Incluso si operaran internacionalmente, no resistirían una evaluación de riesgo para depositar dinero en ellos."Es como decir un banco del departamento de Durazno. No tienen contacto internacional, pueden ser bancos minoristas. No hay ningún banco importante que esté albergando la situación", sostuvo a El Observador el experto en prevención de lavado de activos, Ricardo Sabella. Según explicó, no son muchos los bancos que ofrecen corresponsalía, porque deben invertir mucho dinero en procesos de control y eso para las instituciones pequeñas es muy difícil.

A diciembre de 2016 las instituciones autorizadas a captar depósitos en Estados Unidos eran 11.807 (5.785 bancos y tomadoras de dinero y préstamos, y 6.022 cooperativas de ahorro y crédito), según datos del Depósito Federal de Corporación de Seguros y la Asociación de Créditos estadounidense.

Solo 368 aceptan negocios con la marihuana. Ninguno de ellos es un banco grande que acepte corresponsalías, por lo que no se plantea como una solución para Uruguay, al menos a corto plazo.

Por lo tanto, la luz verde –para que los bancos puedan aceptar cuentas de farmacias que vendan marihuana– llegará cuando la ley federal de Estados Unidos cambie y elimine a la marihuana de la lista de sustancias controladas, junto con otras como la heroína y el éxtasis.

Esa alternativa, que es planteada tanto por expertos como por el gobierno, es esperada como la solución al problema. Sin embargo, mientras tanto, que la marihuana esté en esa categoría de sustancia controlada prohíbe la producción y el comercio de esta droga.

La iniciativa ciudadana fue impulsada por Milton Romani, exsecretario general de la Junta Nacional de Drogas, integrantes del PIT-CNT, del Sindicato Médico del Uruguay, Pro Derechos, de la Asociación de Farmacias del Interior, entre otros.

En ese sentido, Romani dijo a El Observador que "no se puede prever que haya actores que no van a acatan la ley. La ley hay que cumplirla".

Sin embargo, hasta el momento no aparecen soluciones a corto plazo y las farmacias están en una cuenta regresiva para quedarse sin bancos que respalden sus cuentas. Incluso hay incertidumbre acerca de si las farmacias aceptarán trabajar fuera del sistema bancario.