La campaña de Orsi ha tenido pocos sobresaltos. Desde el vamos aparece como favorito en la interna del Frente Amplio en base a su “capital político” y por eso en casi todo momento ha apostado a octubre, convencido de que le ganará a Cosse.
Pero eso lo ha llevado a mantenerse en un statu quo del que pocas veces ha salido, sin anunciar medidas concretas, reaccionando más que proponiendo, surfeando la ola de noticias que le son favorables como los escándalos que tienen al gobierno como protagonista –léase caso Marset, Astesiano o Penadés– y muy anclado en el liderazgo del caudillo indiscutido de la izquierda, José Mujica. De estos ejes de la campaña de Orsi te hablaré en este EnClave, a 15 días del primer mojón electoral hacia 2025.
Aferrado a su “capital político”
Diálogo, negociación, participación, son atributos que quienes promueven la candidatura de Yamandú Orsi señalan entre sus virtudes políticas. Lo decía la ex vicepresidenta Lucía Topolansky para promoverlo frente a su principal competidora, Carolina Cosse, luego de que Mujica había dicho que a ella “no la bancan en el interior”. “La realidad muestra que Orsi es más dialoguista que Cosse.Uno recorre Canelones y se encuentra con cosas que se lograron con alcaldes del Partido Nacional”, afirmó Topolansky en entrevista con radio Sarandí.
Si bien Orsi es del cerno del MPP, el principal aparato que lo apoya y con el que espera ganar en junio, se ha mostrado pragmático por encima de etiquetas y corsés ideológicos. Así lo hizo saber ante el club de ejecutivos del Piso 40 donde intentó transmitir un mensaje de tranquilidad sobre todo en lo vinculado a temas económicos y a política exterior, campos en los que se definió como “pragmático” y “no ortodoxo”. Además dijo que hay cosas que “ya en la izquierda no se discuten” como el déficit fiscal o la inflación: “Aprendimos de Astori”, zanjó.
En esa línea, recibe el apoyo de moderados como la Vertiente Artiguista y el expresidente del Banco Central, Mario Bergara con quien, luego de que bajara su candidatura para apoyarlo, firmó un pacto de ocho puntos con el que acordaron llevar la campaña hacia posiciones de centroizquierda.
También hace gala de la autenticidad, un valor que es ponderado en la “nueva” política de mostrarse como se es, de hablar como lo ha hecho siempre, aunque desde el oficialismo apuntan a que ha acentuado su condición de campechano, intentando copiar a Mujica.
Las cualidades de negociador a las que aludía Topolansky le han servido para ganarse críticas por su gestión en la Intendencia de Canelones, donde ha tenido altos niveles de aprobación pero también cuestionamientos, incluso dentro del FA.Desde el Partido Comunista han señalado que existió “clientelismo” en las designaciones directas. Si bien los cargos que la comuna son solo 104 más que en diciembre de 2014, con un municipio extra y nueva infraestructura, le han señalado que ha usado esas designaciones directas para “pagar favores políticos”. Como informaba Ramiro Pisabarro en esta nota en la que procesó datos de la comuna, había en mayo de 2023 al menos 11 casos de designaciones directas a dirigentes o exintegrantes de listas de los partidos tradicionales.
Por último, no se puede dejar afuera el factor Mujica y el peso del aparato del MPP como parte del “capital político” del candidato.
La reacción por sobre la acción
El peso de Mujica lo calibran en el comando de campaña de Cosse, que enfocan sus baterías en estos 15 días que quedan para intentar remontar una intención de voto que les es esquiva frente a un rival que, entienden, solo marca agenda a fuerza de reacción y sin ideas propias, y por eso creen que mucho de ese favoritismo se apoya en la popularidad de Mujica, como consignaba esta otra buena nota de Ramiro.
El comentario de los cossistas se basa en algunos hechos. Las salidas fuertes de Orsi, los atisbos de radicalización o los trancazos han sido siempre en respuesta a algo. Así pasó cuando luego de que una encuesta de Cifra en Telemundo del 29 de abril diera un empate técnico con Cosse entre quienes expresaban su intención de ir a votar en el FA (47% a 45%), salió a declarar que “el país se cae a pedazos” en una gira por el departamento de Río Negro.
Días después, a la salida de una reunión que mantuvo con Mujica, Orsi bajó un cambio y, si bien reafirmó la idea, explicó que se refería a que Uruguay es “un país que se frenó, está frenado. Entonces los que están más abajo van cayendo”.
Desde el oficialismo celebraron esas salidas porque creen que si Orsi se acerca a Cosse, que siempre se ha mostrado más dura, ganan ellos en enfatizar su idea de "dos modelos de país” y el "peor frenteamplismo" sin los "cortafuegos" que eran Tabaré Vázquez y Astori, como ha dicho Álvado Delgado.
Por último, también ha reaccionado y sacado ventaja de la falsa denuncia en su contra de Romina Celeste/Paula Díaz. El hecho de que ambas mujeres admitieran la maniobra, y quedara totalmente liberado de sospechas, lo hizo salir mucho más fuerte de lo que se había mostrado cuando se presentó la denuncia en marzo al reforzar el concepto de que había un “operativo político” detrás. El protagonismo y que fuera víctima de una maniobra tan burda le sumó algunos puntos en la disputa interna, aunque no se puede afirmar que se trate de puntos decisivos.
¿Y las propuestas?
En aquella charla que dio en el Piso 40, Orsi había adelantado que en esta etapa de la contienda no presentaría un programa de gobierno ni medidas concretas –lo que, dijo, vendrá para octubre– y afirmó que se basaba en el programa común del FA.
En ese ámbito había dejado sabor a poco ya que había hablado de generalidades y tiró ideas sueltas sin mencionar cómo piensa concretarlas. Por ejemplo, dijo que en educación y seguridad hay que acordar sobre “tres o cuatro puntos y concretarlos”, mencionó la necesidad de “mejorar el acceso a la Justicia”, habló de “blindar la infancia” asi como aumentar los centros CAIF, los clubes de niños y las escuelas de tiempo completo. En otras presentaciones mencionó “fomentar el desarrollo" o “avanzar hacia un país de ciencia, tecnología, software, agro, genética, riego…”.
También en base a reacción, ha ido mostrando algunas cartas. Luego de que Cosse presentó su llamado Plan país medidas de seguridad, salió a mostrar a sus referentes en seguridad. Orsi publicó cuatro imágenes en las que aparecían Gustavo Leal, el exdirector de Convivencia de Eduardo Bonomi, a quien el anterior candidato Daniel Martínez promulgó ministro del Interior si ganaba y quien debió salir de escena luego de que quedó envuelto en una extraña polémica por visitar al padre de Astesiano en el Chuy. Otra figura que mostró Orsi, atada a Bonomi, es la del exdirector de la Policía, Mario Layera.
20240507 Presentación del Plan PAÍS de Carolina Cosse
Foto: Leonardo Carreño
Pese a lo poco que ha mostrado Orsi, es el favorito y tiene altas chances de convertirse en el candidato único, aunque no hay que olvidar que el peso de la militancia frenteamplista el 30 de junio será fundamental para poder ganar en una elección voluntaria.
Por eso cierro con el pronóstico del suscriptor Pancho Valiñas que no está tan seguro de que la ventaja de Orsi lo lleve al triunfo. Me escribía: “En el PCU, experto como pocos en el manejo de masas, están convencidos que Cosse ganará en lo que llaman la “arremetida final”. Están seguros que su potencial masa de votantes disciplinados arrollará a los anárquicos votantes del MPP”.
Lo sabremos el 30