Finalmente, por primera vez desde 2020, la Reserva Federal recortó las tasas de interés de referencia por 50 puntos básicos, lo que llevó la Federal Funds Rate (FFR) al rango de 4.75%-5.00% desde 5.25%-5.50% previo. Ciertamente, el mercado descontaba ampliamente que habría una baja de tasas en esta reunión, aunque todavía no era claro si sería de 25 o 50 puntos básicos. De modo que la Fed decidió comenzar el ciclo de flexibilización monetaria con un sesgo “dovish”, es decir una política monetaria expansiva que prioriza el crecimiento económico y el empleo, por sobre la inflación.
Dado que el mercado prácticamente ya esperaba esta baja, al inicio no vimos grandes movimientos a nivel de tasas, mientas que en primera instancia las acciones celebraron y el dólar a nivel global se depreció.
Sin embargo, los comentarios de Jerome Powell en la conferencia no fueron del todo bien recibidos y la mayoría de los índices borraron las ganancias iniciales, al tiempo que las tasas largas subieron. Hubo que esperar al día siguiente para que el mercado festejara de forma más contundente la medida con importantes subas en los índices accionarios norteamericanos y globales.
Analizando en detalle el comunicado, tuvimos pocos cambios. Nuevamente se modificó el primer párrafo de la declaración del FOMC (Federal Open Market Committee, por su sigla en inglés) ligado al mercado laboral: “La creación de empleo se ha desacelerado” vs “moderado” del FOMC anterior. Respecto de la inflación, el comité reafirmó su visión de que la dinámica está marchando en la dirección correcta afirmando que “la inflación ha seguido avanzando hacia el objetivo del 2 por ciento del Comité” y reforzaron su confianza en el sentido de que podrán alcanzar dicha meta de forma sostenible en el tiempo.
Además, indicaron que el balance de riesgos en materia de objetivos de empleo e inflación paso de “estar avanzando hacia un mejor equilibrio” a “están más o menos en equilibrio”, o sea, ya prácticamente equilibrados. Y justamente fue en consideración de la mejora en la inflación y los signos de deterioro del mercado laboral de los últimos meses, que la Fed se movió más agresivamente. Como último detalle, destacamos que la gobernadora Bowman fue noticia, ya que se convirtió el miércoles en la primera en disentir de una decisión sobre tasas de interés desde 2005 (votó por 25 bps de recorte en lugar de 50 bps).
Además, este FOMC vino con proyecciones económicas (SEP) que revestían especial interés y que también fueron en general dovish. En términos de crecimiento, la mediana de las proyecciones apunta a una expansión del orden del 2% en los próximos años, casi sin cambios respecto de junio, mientras que, por otro lado, el desempleo se revisó al alza, del 4% al 4.4% en 2024 y se mantendría en esos niveles hasta 2026. Por otro lado, tanto la inflación PCE (general y subyacente) se revisaron unas décimas a la baja para el periodo 2024-2025.
Finalmente, en uno de los detalles más dovish del reporte fue que la Federal Funds Rate para fines de 2024 se revisó a 4.4% (vs 5.1% anterior) lo que implica dos recortes de 25 pb o uno de 50 pb de aquí a fin de año. Para 2025, la mediana bajó a 3.4% (vs 4.1% anterior), lo que según el dot implicaría 100 puntos básicos de recortes el próximo año. A largo plazo, la FFR estaría en torno al 2.9% vs 2.5% en el pronóstico de diciembre de 2023.
Luego tuvimos la conferencia de prensa de Powell donde el chairman apareció confiado en que la economía se mantiene resiliente. Sin embargo, indicó que este recorte tiene la intención de fortalecer el mercado laboral ante signos claros de debilitamiento, a pesar de no haber experimentado un aumento pronunciado en los despidos. Powell destacó en particular los informes de empleo de julio y agosto y las revisiones de las nóminas basadas en el QCEW (Quarterly Census of Employment and Wages por sus siglas en inglés) y dijo que el FOMC podría haber recortado tasas en la reunión anterior si hubiera visto el informe de empleo de julio para entonces. De modo que, con el recorte de 50 puntos básicos, estarían “poniéndose al día” en relación con la data disponible.
Aun así, no todo fueron todo flores, ya que Powell deslizó algunos comentarios que no gustaron nada al mercado, como por ejemplo que no cree que estén “detrás de la curva” y que tampoco tienen “prisa” por seguir recortando. Indicó que de cara al futuro, todos los escenarios están abiertos, desde avanzar más rápido, a más lento o pausar los recortes. Fue suficientemente claro en que este cut de 50 puntos básicos no debe tomarse como referencia para las próximas reuniones. Nos pareció correcto que el chairman moderara las expectativas, pero quizás el mensaje global fue algo contradictorio, lo que explicó la mala reacción inicial del mercado a la conferencia.
¿Qué podemos concluir de todo esto y qué consecuencias tiene para el resto del mundo, Uruguay incluido? Bueno, en primer lugar, debería disminuir el nerviosismo en los mercados, ya que en un Estados Unidos donde la inflación está controlada y que aparecen ciertas señales de desaceleración económica, una tasa de política monetaria en el rango de 5.25% a 5.5% parecía a todas luces alta, por ejemplo, si comparamos con reglas de política monetaria clásicas, como la Taylor Rule. Una política monetaria tan restrictiva por tanto tiempo podría generar un daño innecesario a la economía americana. De modo que Powell apuntaló el “aterrizaje suave”. Para el resto del mundo, la baja de tasas en Estados Unidos es una gran noticia, por múltiples motivos, desde el alentar a otros bancos centrales a reducir tasas, a revalorizar los activos financieros globales, así como reducir los costos del endeudamiento para los países emergentes, entre otros elementos.