Con 50 años de trayectoria ininterrumpida, Gustavo Luján Ventura no sólo es testigo de la evolución del sector de los remates en Uruguay, sino también una figura destacada en el mercado. Analiza los logros de 2024, los desafíos actuales y lo que puede deparar 2025 con un cambio de gobierno en el horizonte.
Según Luján Ventura, el desempeño del sector en 2024 estuvo a la altura de las expectativas. “El remate sigue siendo un sector dinámico, con una creciente diversificación en los bienes y servicios que se subastan”, señala. Parte de este dinamismo se debe a la expansión de las tecnologías digitales, que han permitido la incorporación de plataformas online.
“Muchos colegas están apostando por las subastas híbridas, combinando lo presencial con lo online. Esto no sólo amplía el alcance a compradores nacionales, sino también internacionales, potenciando el mercado”, explica.
En cuanto a los remates judiciales, siguen siendo un pilar del sector. “Impulsados por ejecuciones de deudas, embargos y procesos concursales, estos remates mantienen su relevancia. Afortunadamente, 2024 fue un año de trabajo estable, similar a años anteriores”, comenta el martillero.
“En los remates judiciales efectuados en 2024, puedo decir, que los compradores siguen apostando al remate judicial, siendo muy buenos los precios obtenidos. Como es sabido nuestro país cuenta con una normativa sólida que regula los remates, brindando seguridad a compradores y vendedores. El papel del rematador como intermediario imparcial sigue siendo clave en generar confianza en el sistema”, asegura.
Demoras judiciales
Sin embargo, no todo fueron avances. Luján Ventura destaca con preocupación la demora en los juzgados de Paz para fijar fechas de remates. “En este ámbito, las demoras son mayores que en el pasado. Antes, cada juzgado tenía un actuario que estudiaba los expedientes, y eso hacía el proceso más ágil. Hoy en día, esto está afectando la concreción de los remates judiciales”, puntualiza.
El papel del rematador, según Luján Ventura, resulta crucial. “Somos intermediarios imparciales y responsables de generar confianza en el proceso. Eso mantiene la transparencia que el público valora”, dice.
2025: ¿un año de oportunidades o cautela?
Con un cambio de gobierno en puerta, Luján Ventura evalúa los posibles escenarios. “Si el nuevo gobierno genera estabilidad económica, el mercado podría beneficiarse con más participación en las subastas. En cambio, si hay inestabilidad o incertidumbre económica, podría haber una menor demanda en los remates, ya que los compradores podrían adoptar una postura más cautelosa”, reflexiona.
El acceso a créditos y los incentivos fiscales también son factores que podrían impulsar el sector: “Si se facilitan herramientas para invertir, los remates podrían captar un mayor número de compradores, beneficiándose de una mayor confianza”.
“La visión de 2025 respecto a los remates en nuestro país, dependerá en gran medida de las políticas que se implementen en áreas clave como la economía, la justicia y la tecnología. Si bien hay factores que podrían impulsar el sector, también existen desafíos relacionados con posibles ajustes regulatorios o económicos que podrían influir en la actividad de los remates”, añade.
La herramienta del remate
Para Luján Ventura, el remate sigue siendo una solución eficiente y transparente. “Los remates permiten a los compradores acceder a bienes (como propiedades, vehículos, maquinaria, etc) a precios competitivos, mientras que los vendedores pueden liquidar activos de forma ágil. Con relación a los remates particulares, con la incorporación de plataformas digitales, los remates se han democratizados. Los compradores ahora pueden participar sin importar su ubicación, lo que amplía el alcance del mercado y facilita la comercialización de bienes a nivel nacional e internacional", señala.
Esta combinación de tradición y modernidad ha consolidado al remate como una herramienta versátil, adaptada a las necesidades del mercado moderno.
“El público sigue confiando en los remates, por su seguridad y transparencia (especialmente en los remates judiciales y extra judiciales de BHU y ANV), ya que tienen una estructura legal clara que otorga seguridad tanto a compradores como a vendedores. La transparencia en el proceso y la supervisión por parte de organismos reguladores son claves para generar confianza”, subraya.
"En definitiva, el remate se ha consolidado como una herramienta versátil y eficiente, que beneficia tanto a compradores como a vendedores, adaptándose a las necesidades del mercado moderno", ahonda.
El próximo 27 de octubre, Luján Ventura cumplirá 50 años en la profesión de rematador, una cifra que habla de su compromiso: “En estas cinco décadas he sido testigo de cambios, desafíos y avances, y refleja a una carrera sólida, y una profunda conexión con el mercado y la evolución de la industria. Este medio siglo no sólo es motivo de orgullo, sino una razón para mirar el futuro con optimismo y energía renovada”.
Con su vasta experiencia, Luján Ventura confía en que el sector sabrá adaptarse a los nuevos tiempos, como lo ha hecho siempre. “El remate no sólo es una herramienta del presente, sino también del futuro”.
