Un año especial para la educación: se viene debate sobre presupuesto y alumnos repetidores

La fecha marca un mojón ineludible no solo para los estudiantes, también para el gobierno, las autoridades de la educación y hasta para los sindicatos, dado que da inicio a lo que promete ser un año intenso, no solo desde el punto de vista presupuestal, sino también de discusión de políticas educativas.

Los sindicatos ya lo han anunciado: este es "un año especial" porque es el último en el que se permite al gobierno incrementar las partidas presupuestales. Por esta razón, van a pelear sin tregua para que el gobierno concrete la promesa presidencial de destinar el 6% del Producto Bruto Interno (PBI) a la educación.

"Nuestra plataforma es la misma que tiene el Frente Amplio: llegar al 6% del PIB para la educación, incrementos salariales, creación de nuevos cargos, más liceos. Este es un año muy especial, si no, vamos a tener que esperar hasta 2021", había dicho a El Observador, Luis Martínez, dirigente de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes).

Para estudiantes, familias, profesores y gobierno todavía está cercano el recuerdo del conflicto de 2015, primer año de gobierno de Tabaré Vázquez, cuando en el marco de la Rendición de Cuentas, los liceales de Montevideo perdieron 31 días de clase y los del interior 11. A su vez, los escolares capitalinos perdieron 20 días y los del interior, cuatro.

Este año las clases empezaron sin paros, salvo en algunos liceos y escuelas, donde se consideró que no estaban dadas las condiciones para recibir a los alumnos.

Sin embargo, los ánimos sindicales están alterados por las dificultades detectadas en las inscripciones, razón por la cual muchos alumnos no supieron hasta último momento qué liceo tenían asignado.

De hecho, en un comunicado difundido este jueves el sindicato de profesores de Montevideo (Ades) calificó la situación como "caótica".

Repetición en debate

A esto se sumó el debate público que se instaló en los últimos días sobre la limitación de la repetición como recurso pedagógico.

La semana pasada El Observador informó sobre una nueva disposición de Secundaria que establece que los estudiantes de ciclo básico que al culminar el período de exámenes de febrero todavía tengan pendiente la aprobación de tres o más materias, no repitan el año –como lo debían hacer hasta ahora–, sino que se les mantenga el fallo en suspenso y se les otorgue la posibilidad de cursar durante el año académico que se inicia las materias reprobadas.

La iniciativa generó malestar en el sindicato de profesores que considera que Secundaria intenta "maquillar" los datos sobre repetición.

Además, señalan que las autoridades proponen "parches", pero no buscan soluciones de fondo y agregan que los liceos no tienen condiciones ni profesores para atender a estos alumnos.

La discusión sobre la repetición no se limitó a Secundaria, sino que también llegó a Primaria, luego de que su directora general, Irupé Buzzetti, anunciara que las autoridades estaban previendo una partida presupuestal extra de $ 20 mil mensuales para aquellas escuelas que se comprometieran a limitar la repetición a tercero y sexto de escuela, generando a cambio otras herramientas de apoyo para los alumnos con dificultades.

La propuesta también generó el rechazo del sindicato de maestros. Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) dijo a El Observador que el sindicato considera a la repetición "como una oportunidad de acceder a los conocimientos, no como un castigo". "Hasta que no se defina y se acuerde socialmente el concepto de repetición y dónde se la coloca, vamos a estar en una disyuntiva", advirtió.

Ambas propuestas no cayeron mal únicamente en los sindicatos, también lo hicieron en el Codicen, órgano rector de la ANEP. El consejero Robert Silva dijo a El Observador que la iniciativa de Secundaria le causó "preocupación" y así lo hizo saber días atrás al resto de los consejeros.

Dijo que para tomar una resolución de este tipo "se necesita una discusión nacional, profesional y seria, no algo improvisado como hizo Secundaria, de forma descoordinada". En este sentido, manifestó que desde el año pasado viene trabajando en la ANEP un grupo de trabajo con el objetivo de analizar los criterios de pasaje de grado y de evaluación y buscar de nuevos formatos.

Señaló que sin respetar el trabajo de este grupo, las autoridades de Secundaria establecieron sus propios ajustes, "como lo hacen siempre" y "solo consiguieron ponerse en contra al sindicato".

Silva advirtió que esta forma descoordinada de trabajar en la ANEP no colabora para concretar las transformaciones que se necesitan. "Los cambios impostergables no se logran con títulos de diario. Es imprescindible fortalecer el rol del Codicen como órgano coordinador y director de la educación", afirmó.

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Respecto a la resolución tomada por Primaria, Silva señaló que le sorprendió el apuro y la forma en la que se dio el anuncio, pero explicó que al menos era una medida que se venía analizando en la ANEP.

En tanto este jueves, el presidente del Codicen, Wilson Netto defendió la medida y negó "que implique dar dinero a gente que promueva chiquilines".

En ese sentido, Netto explicó que los recursos son para contratar personal de apoyo especializado para estudiantes con dificultades. "Antes, el que estaba en condiciones seguía adelante, y el que no, repetía. Pero nadie detectaba las dificultades durante el proceso de aprendizaje", explicó Netto. La directora general de Primaria, Irupé Buzzetti, explicó que el dinero va a ser entregado en base a proyectos que presenten los centros educativos.

El FA y la Universidad

La semana pasada se comenzó a discutir en la comisión de Educación del Senado el proyecto de ley por el cual se crea la Universidad de la Educación. El Frente Amplio tiene el desafío de convencer a la oposición de que apoye la iniciativa para que no se tranque tal como sucedió en la administración anterior.