La gestión productiva en las escuelas agrarias de Uruguay dejó de ser deficitaria y en cada año de la actual administración de gobierno generó ingresos superiores a los egresos, destacó Juan Fitipaldo, ingeniero agrónomo y director del Programa de Educación para el Agro, en la Dirección General de Educación Técnico Profesional (DGTP - UTU).
Concretamente, informó que las escuelas agrarias de UTU, un ámbito de enseñanza en la ruralidad en Uruguay de alta relevancia, pasaron de tener déficit en sus ingresos en 2019 a recaudar más de US$ 1.000.000 por la comercialización de producciones allí realizadas.
La UTU presentó las cifras de ingresos que recibieron estos últimos tres años por la producción que realizan en las distintas escuelas agrarias del país, con una ganancia neta de US$ 1.160.036 en el último ejercicio anual concluido.
Fitipaldo aseguró que en 2023 se logró mejorar “sustancialmente” los resultados que ya venían aumentando desde 2020, a pesar de la gran sequía que enfrentó el país ese año.
La clave para llegar a esas cifras, indicó, está en la venta de la producción de las distintas escuelas agrarias.
“Hay que destacar el trabajo de todas las escuelas, de los equipos escolares, de los cargos, de las direcciones y el apoyo permanente por parte del director general, el profesor ingeniero agrónomo Juan Pereyra, que son fundamentales para que esto se logre”, sostuvo el director.
Fitipaldo aclaró que el objetivo de las escuelas agrarias no es producir para vender, sino educar en las distintas formas de producción.
Sin embargo, la venta de los productos les permiten autosustentarse y continuar creciendo y llevando la educación agraria a más puntos del país, agregó.
Lo que más se produce en las distintas escuelas son bovinos de carne, seguido por productos lácteos: hay 10 tambos funcionando en UTU, con remisiones de leche a Conaprole, Claldy y otras empresas en distintos departamentos.
En Colonia Suiza, la escuela posee una fábrica de primer nivel que produce queso, que luego se vende en el local de ventas que posee la UTU, y además se comparte lo producido con otras escuelas.
Hay, además de lo señalado, producción ovina, de soja, trigo y arroz en agricultura, se trabaja en madera aserrando montes lo que permite abastecerse de palos, piques y tablas que luego son utilizadas para mejorar la infraestructura de las escuelas y los espacios de producción, como mangas para el ganado, así como la reparación o el mejoramiento de los alambrados.
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Escuelas agrarias: el aprendizaje se desarrollada con relación a todos los rubros principales del agronegocio en Uruguay.
UTU
Fitipaldo adelantó que un objetivo es lograr la marca UTU para los productos de producción propia.
Con relación a los proyectos que se desarrollan en las escuelas agrarias, otros consideran cría de conejos, suínos y avicultura, producción forestal y vitivinícola.
El conjunto de lo generado por esos proyectos, sumando lo correspondiente al local de ventas que posee la UTU, permitió ingresos por US$ 2.967.678.
En 2023, considerando únicamente la producción agraria comercializada en el local de ventas, se recaudó US$ 299.865.
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Escuelas agrarias: actividad con vacunos de la raza Holando.
UTU
Lácteos, vinos y granos
Un 71,15% fue por productos lácteos, el 15,15% productos viníferos y el 6,6% por producción vegetal.
Del total de ingresos, el 37% fue por la producción de bovinos para carne, seguido de bovinos para leche (26,8%) y en tercer lugar el 21,5% de los ingresos fueron por productos vegetales, principalmente por la producción de arroz.
En cuanto a las escuelas agrarias que registraron mayores ingresos, en primer lugar se ubicó la Escuela Agraria Artigas, seguido por la Escuela Agraria Superior La Carolina (Flores), la Escuela de Colonia Suiza, la de San Ramón, la de Sarandí Grande y en sexto lugar la de Tacuarembó.
Teniendo en cuenta los ingresos generados en las escuelas agrarias y en el local de ventas de la institución, así como los gastos que tuvo UTU para el mantenimiento de todo ello, fue que en 2023 se obtuvo una ganancia bruta de US$ 1.160.036.
En 2019 se había registrado un déficit de US$ 338.900, mientras que a partir de 2020 hubo ganancias: en 2020 fue de US$ 165.135; en 2021 de US$ 347.319; y en 2022 de US$ 269.920.