"No es que no la vemos. La política de reservas está dentro de un conjunto de cuestiones y estamos buscando la prioridad correcta". La frase corrió por cuenta de Vladimir Werning, el número dos del Banco Central, durante un evento organizado por banqueros internacionales y desnuda el gran interrogante que tiene el mercado con el esquema económico de Javier Milei: la acumulación de dólares. La Argentina tiene reservas por menos del 6% del PBI mientras que otros países de la región tiene 15% o más de 20%. Esa fragilidad, en la visión de los banqueros, es lo que buscó Werning disipar. Con o sin éxito, se verá.
El funcionario, un ex JP Morgan que hizo su carrera en Nueva York antes de ser "repatriado" durante la gestión de Mauricio Macri (fue jefe de asesores de Mario Quintana), tuvo que salir a explicar por qué en plena liquidación de la cosecha (que estacionalmente se produce a partir de abril), el BCRA no compró ni un dólar.
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Reservas, inflación y la advertencia de Wall Street
"Nosotros también creemos que es virtuoso acumular reservas, pero tenemos múltiples objetivos macro y tenemos que estar seguros de que estamos priorizando los correctos", se excusó Werning, en un foro organizado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), en Buenos Aires, junto al Banco Galicia.
Precisamente el organizador del evento, un think tank con sede en Washington, había publicado una hora antes un documento donde precisamente alertaba sobre la situación de las arcas oficiales.
"En Argentina, es probable que las oportunidades en agricultura, energía y minería atraigan capital extranjero en 2025-26 tras años de subinversión. La posición externa se ve respaldada por el financiamiento multilateral, la repatriación de activos en el exterior y la mejora de la confianza de los inversores, vinculada a la consolidación fiscal. No obstante, la recuperación de las reservas internacionales sigue siendo una prioridad", había alertado.
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El dólar se moverá en una flotación administrada con un rango entre $1.000 y $1.400
El dólar, veedor de los precios
Al Gobierno se le achaca no intervenir en el medio de la banda cambiaria para comprar divisas, algo explícitamente permitido en el acuerdo con el FMI. Economía no lo hace por dos razones: una, había vaticinado que el tipo de cambio iba a caer a $1.000 y que recién allí iba a comprar (un mandato del programa con el Fondo); si bien eso nunca sucedió.
Pero la principal razón del oficialismo para no sumar divisas vía el mercado de cambios es que, dicen, eso haría que el tipo de cambio suba y pondría en peligro la baja de la inflación. La "prioridad" número uno, como puntualizó Werning, sin decirlo, es obviamente la caída de los precios. El único objetivo electoral del elenco oficial.
Déficit cero como mantra
Por eso, el Gobierno suma dólares vía la emisión de BONTES y el Repo del Banco Central. Con eso adquieren divisas sin pasar por el mercado de cambios para no "alterar" el valor del dólar.
Antes que Werning, en el mismo evento, estuvo José Luis Daza, el segundo de Luis Caputo. Hizo hincapié en que el Gobierno Nacional tiene “un compromiso inquebrantable con el déficit cero” y que el programa económico logró “romperle la columna vertebral al proceso inflacionario”. “La inflación en la Argentina va a continuar con ese descenso marcado que estamos viendo y va a converger a la del resto del mundo”, pronosticó, dejando en claro la prioridad número uno del esquema libertario.