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2 de noviembre 2025 - 5:00hs

Que Tacuarembó fue una vez un desierto, que hay cientos de cascadas y senderos, que hay un pueblito en el que todavía pasa el tren y los niños se presentan a la luna, que se pueden ver un sin número de especies de aves, y que Gardel, la tradición gaucha y la herencia charrúa forman parte intrínseca de esa identidad.

Hay muchas cosas que no se saben, ni se sienten, hasta que uno está ahí, hasta que se permite viajar alrededor de 400 km desde Montevideo y conocer una zona turística emergente en el departamento de Tacuarembó que tiene mucho para ofrecer.

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Pozo Hondo, Valle Eden Paseos

Pozo Hondo, Valle Eden Paseos

Allí, donde la cuchilla de Haedo parte al medio el país, allí “del otro lado del Río Negro”, 10 emprendimientos, que van desde estancias turísticas hasta propuestas de astroturismo y apiturismo, buscan compartir eso que forma parte de su día y convertirlo en un un corredor turístico al que denominan Quebradas del Norte y que abarca desde el extremo norte de la Cuchilla de Laureles hacia el sur las zonas de Costas de Cañas, Cañas-Pueblo 33, Paso del Cerro, Bañado de Rocha, Cerro Travieso, Cuchilla Casa de Piedra, hasta Valle Edén.

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“El potencial es enorme, sobre todo porque es una zona de turismo emergente, mucho menos conocida que otros lugares que ya se consolidaron. Hay cascadas de más de 15 metros de alto, quebradas, cuevas y paisajes que muchos creen que no existen en Uruguay. Pero el potencial no está solo en lo paisajístico, sino también en lo geológico, en lo cultural y en lo gastronómico”, dijo en diálogo con Café y Negocios Hugo Alfonso, de Valle Edén Paseos, uno de los emprendimientos turísticos más antiguos de la zona.

Pero el potencial del proyecto no está solo en la propuesta turística, sino también en su enfoque comunitario: los emprendimientos locales buscan complementarse, trabajar en red y promover un turismo responsable con el medioambiente, cercano y alejado del modelo masivo.

Esa visión fue detectada por organismos internacionales y locales que, a través del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD),implementado por el Programa de las Naciones Unidas, decidieron apoyar la iniciativa.

El programa —que brinda asistencia financiera y técnica a proyectos comunitarios que mejoran la calidad de vida y protegen el entorno— destinó U$S 86.807 al desarrollo del proyecto, en conjunto con el Ministerio de Turismo y la Intendencia de Tacuarembó.

El objetivo: afianzar dinámicas de asociativismo y consolidar la región como un corredor turístico, fortaleciendo las capacitaciones, el equipamiento para los emprendimientos y la asistencia técnica para impulsar el crecimiento de la zona.

Las propuestas de los 10 emprendimientos

Aunque el proyecto reúne a 10 emprendimientos, el grupo Quebradas del Norte está formado por una comunidad mucho más amplia: más de 30 personas que van desde bebés de apenas unos meses hasta adultos, familias y parejas que hoy construyen, juntos, este proyecto colectivo. Algunos nacieron en Tacuarembó, otros llegaron desde distintos rincones del país y se quedaron, cautivados por el paisaje, la calma y la sensación de pertenencia que se respira en la zona. Para algunos, el turismo es su actividad primaria, para otros un complemento de empleos tradicionales, una forma de diversificar actividades como la ganadería, una forma de poder seguir viviendo en el campo, o un medio para compartir con otros su forma de vida, saberes y cultura.

A la gente de afuera y de Uruguay le sorprende mucho que nosotros nos hayamos ido a vivir al medio de la nada, que nos alimentamos de lo que producimos, que vivamos de la producción del campo. Cuando invitábamos amigos al campo siempre nos decían que teníamos que hacer algo turístico. Empezamos con una idea meramente productiva, pero cuando estás en el lugar y empezas a recorrer te das cuenta que tiene un paisaje de reserva natural y rincones ecológicos bastante únicos y que están ocultos, además es una manera de diversificar los ingresos”, cuentan Nadia y Florentino, una pareja de jóvenes que está al frente de Estancia La Lata, un emprendimiento familiar que tiene como foco de su propuesta una experiencia integral que conecta la naturaleza, la gastronomía y la cultura local.

El lugar, ubicado en Cuchilla del Rincón, cuenta con alojamiento, paseos guiados a cascadas de la zona, cabalgatas y días de campo.

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Casacada en Estancia La Lata

Casacada en Estancia La Lata

También desde allí se puede acceder a La ruta de la miel nativa, otro emprendimiento de la zona que lleva adelante Juan Delgado, un apicultor que ofrece la posibilidad de explorar un sendero con cascadas que termina con la exploración de colmenas. La actividad permite ser apicultor por un rato y descubrir de cerca el rol esencial de las abejas en el equilibrio de los ecosistemas, así como probar el producto. El emprendedor realiza además talleres vivenciales en escuelas y colegios y la venta de productos asociados a la miel.

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Recorrido por La Ruta de la Miel Nativa

Recorrido por La Ruta de la Miel Nativa

Otra opción de alojamiento para quienes buscan estar más cerca de la ciudad, pero aun así en un entorno natural es Guidaí alojamiento, a 12 km de la ciudad de Tacuarembó. Este alojamiento, que está en funcionamiento desde 2022, cuenta con tres alternativas de alojamiento: una casa para seis personas, un monoambiente y un domo, que es la estrella del lugar y fue construido por el propio emprendedor Jose Angio. Las instalaciones incluyen piscina y parrillero, y, como en los demás alojamientos, se ofrece la posibilidad de coordinar experiencias con otros emprendedores de la zona, como paseos guiados, senderismo, cabalgatas, trekking y astroturismo.

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“Si vienen a nuestro alojamiento, que la propuesta es estadía y piscina, coordinamos con los otros emprendimientos para que los huéspedes hagan diferentes actividades. Es fundamental trabajar en conjunto, uno solo no hace nada”, sostuvo Angio.

Dentro de estas experiencias destaca también Valle Edén Paseos, una empresa familiar dedicada a brindar experiencias que cuenta con nueve circuitos a los que se accede con agenda previa e incluyen, por ejemplo, ecoturismo, paseos guiados, senderismo, trekking y astroturismo.

“Con Meli, mi compañera, nacimos en Canelones y nos enamoramos de Tacuarembó y lo que es la región norte, sobre todo de Valle Edén, que es un lugar espectacular a 23 km de la ciudad de Tacuarembó y donde vivimos hace 17 años”, contó Alfonso.

En Valle Edén, se encuentra también ubicado un museo dedicado a Carlos Gardel.

Más al norte del corredor, en Paso del Cerro —el único pueblo de Uruguay donde aún se detiene el tren de AFE—, dos grupos de mujeres rurales impulsan propuestas que combinan historia, cultura y turismo comunitario.

Uno de estos, Nativos del Cerro, desarrolla experiencias de turismo rural y ecoturismo, con paseos guiados, ferias locales, gastronomía típica y artesanías elaboradas por la comunidad.

En tanto, el grupo A Puro Coraje trabaja en la recuperación de la identidad y los sabores tradicionales del pueblo mediante paseos históricos que invitan a los visitantes a conocer y vivir la historia de Paso del Cerro, complementando la experiencia con sabores locales y productos artesanales.

Volviendo a la zona sur del corredor turístico, en la zona de Zapará, a tan solo 8 km de la ciudad de Tacuarembó, se encuentra el emprendimiento familiar Quincho Nativo, que llevan adelante Juan Pablo y María, acompañados por sus dos hijas.

“Surgió de la idea de poder compartir este espacio tan lindo que tenemos, es un emprendimiento familiar que atendemos con mi familia. La idea es vivir acá y seguir criando a nuestros hijas acá, que para nosotros es lo más lindo”, contaron a Café y Negocios.

El emprendimiento está compuesto por un quincho rústico de piedra, en el que además realizan mensualmente talleres de cuero y una casita para dos, ambas construcciones equipadas con todas sus comodidades. Además, proyectan la construcción de un nuevo espacio. El entorno ofrece vista a un monte pajonal y una gran diversidad de aves autóctonas que se pueden observar desde un mirador construido en el lugar. Además, los anfitriones realizan paseos guiados y travesías a caballo.

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“Le ofrecemos al turista ser parte de cómo vivimos el día a día”, sostuvieron.

Hacia el norte del corredor turístico, la oferta de alojamiento se completa con el Camping Entre las Sierras, el Camping El Charrúa y la Estancia Bichadero, una posada de campo a 70 km de la ciudad de Tacuarembó que ofrece hospedaje, senderismo, cabalgatas, cascadas, y una reserva natural y que es el emprendimiento más antiguo de la zona.

El Camping Entre las Sierras, de gestión familiar, cuenta con cabañas, amplios espacios verdes para acampar, piscina natural, cascadas y propuestas de senderismo guiado, además de gastronomía típica y un gran fogón al aire libre.

Por su parte, el Camping El Charrúa se distingue por su cercanía a una caída de agua, una laguna y una piscina natural, ideales para caminatas y paseos en kayak, y ofrece servicios como parrilleros, baños, alquiler de carpas y espacio para motorhomes.

La actualidad del turismo en la zona y sus desafíos

A nivel de tendencias turísticas, para Alfonso “hubo un antes y un después de la pandemia”, que se dio a nivel mundial y nacional.

“Hasta antes de la pandemia recibíamos muchas visitas de extranjeros, después eso se cortó un poco. Hoy en día recibimos muchísimo público nacional". Alfonso aseguró que los visitantes no responden a un único perfil. Se ven desde excursiones de centros educativos a familias, retiros de yoga o actividades espirituales.

Por su parte, Angio señaló que el período en el que reciben más visitantes es de diciembre a abril.

En tanto, desde Quincho Nativo destacaron que reciben muchos extranjeros, la gran mayoría europeos. “El uruguayo se está animando a venir después de la pandemia. Ha venido gente de Tacuarembó que no sabía que a 6 km teníamos esto”, mencionaron.

Como punto común, los emprendedores coinciden en que uno de los principales desafíos del corredor es la visibilidad.

¿Cómo llegar?

El corredor turístico Quebradas del Norte se encuentra en el departamento de Tacuarembó, al norte de Uruguay, y se accede principalmente por la Ruta 5, que conecta Montevideo con el norte del país. El viaje desde la capital hasta la ciudad de Tacuarembó lleva unas cinco horas y media en auto —unos 390 kilómetros—, y desde allí se continúa hacia las diferentes localidades del corredor, como Paso del Cerro, Curtina o Bichadero, por caminos departamentales que combinan tramos asfaltados y de balastro. Si se va en ómnibus se puede llegar hasta la ciudad de Tacuarembó y desde allí coordinar con los emprendimientos para contratar un servicio de transporte.

El trayecto invita a disfrutar del paisaje rural característico de la región: sierras, montes nativos, arroyos y pequeñas comunidades que forman parte del encanto natural del norte uruguayo.

Temas:

Tacuarembó Turismo Las Cascadas naturaleza emprendimiento Naciones Unidas

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