El trágico derrumbe de un edificio en obras en el barrio de Ópera, en pleno centro de Madrid, provocó la muerte de cuatro personas, la joven arquitecta Laura y tres trabajadores de Mali, Guinea y Ecuador de entre 30 y 50 años.
Sus cuerpos fueron hallados en la madrugada de este miércoles bajo toneladas de escombros de lo que quedó del edificio de seis plantas en la calle de las Hileras, donde trabajaban para convertirlo en un hotel cuatro estrellas junto a la Puerta del Sol.
A todos la suerte los encontró en un lugar del que no pudieron escapar de la caída de la estructura tras el colapso ocurrido el martes mientras decenas de operarios trabajaban en la obra de mejora estructural del edificio de la calle de las Hileras. Solo otros tres resultaron heridos y se encuentran fuera de peligro.
La joven arquitecta Laura
Pero otra fue la suerte de Laura Rodríguez Sabin, a quien el derrumbe en torno a las 13 horas del martes la sorprendió en un baño que quedó reducido a escombros, mientras su oficina de la primera planta, donde habitualmente realizaba sus tareas, quedaba a salvo de la tragedia.
Laura tenía 30 años, era jefa de producción en la obra y trabajaba hace cuatro años y cuatro meses en la empresa Rehbilita. Ejercía su profesión desde 2028 y acumulaba experiencia en otras empresas.
Sus compañeros de trabajo lamentaron la pérdida de la joven que había estudiado arquitectura en la Universidad Complutense donde integró el equipo de rugby femenino.
Moussa Dembele dejó cinco hijos y una esposa en Mali
Moussa Dembele tenía 40 años, cinco hijos y era oriundo de Mali, donde su esposa recibió la noticia de su muerte, según contó a la prensa un familiar. Era uno de los contratados por la empresa de demoliciones Anka, que tenía a cargo la plantilla de trabajadores, todos con papeles en regla. "Llevaba varios años trabajando con nosotros, tenía experiencia y tenía formación", detallaron desde la empresa.
En la mañana de este miércoles, familiares y amigos de Moussa se reunieron frente a los restos del predio en busca de información.
Diallo Mamadún es el único de los trabajadores inmigrantes cuyo cuerpo ya fue identificado. Se sabe que llegó de Guinea, que le decían Alfa y que hace años trabajaba con Anka.
Como Dembele, Mamadún también se encontraba en uno de los baños del sótano, según las primeras informaciones en torno a lo ocurrido.
En tanto, Jorge, nacido en Quito, Ecuador, estaba en la última planta del edificio cuando ocurrió el derrumbe, según la reconstrucción preliminar.
El consulado de ese país en Madrid confirmó su identidad pero no difundió su apellido. Se sabe que era albañil y que vivía junto a su familia en España.