8 de octubre 2025 - 12:04hs

En el tablero de la diplomacia internacional, Qatar volvió a ocupar un rol táctico. Fiel a su estilo reservado, el reino del Golfo facilitó un canal de comunicación entre Estados Unidos y Venezuela para explorar mecanismos de entendimiento en medio de una confrontación creciente. Sin embargo, tras las señales de que el presidente Donald Trump ha ordenado suspender todo contacto diplomático con el régimen de Nicolás Maduro, las posibilidades de distensión, al menos en el corto plazo, se han reducido, mientras Washington intensifica la presión.

"Nuestro canal de comunicación ha sido utilizado por Estados Unidos y Venezuela en varias ocasiones y continuamos con ese canal de comunicaciones", confirmó la semana pasada Majed Al-Ansari, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar, en entrevista con Radio Caracol. Agregó que “el canal de comunicación está produciendo lo que debe producir: una línea abierta para traer y discutir ideas que puedan desescalar”.

La continuidad de ese canal quedó en entredicho tras la información difundida por The New York Times, según la cual Trump ordenó a Richard Grenell, su enviado para misiones especiales y principal interlocutor con el mandatario venezolano, cesar todo contacto diplomático, incluidas sus conversaciones con Maduro.

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El enviado de Trump, Richard Grenell, se reunió con Maduro en Venezuela

El enviado de Trump, Richard Grenell, se reunió con Maduro en Venezuela

Estados Unidos acusa a Maduro de liderar el llamado Cartel de los Soles, una organización que cataloga como narcotraficante y en la que, según Washington, participan altos mandos militares venezolanos. En paralelo, el gobierno estadounidense aumentó la recompensa por información que conduzca a su captura, mientras el Pentágono desplegó buques en aguas del Caribe, frente a Venezuela, como parte de una operación antinarcóticos que ha destruido cuatro lanchas rápidas presuntamente cargadas de droga.

La envergadura del despliegue militar excede con creces lo necesario para interceptar embarcaciones rápidas vinculadas al narcotráfico, lo que ha llevado a varios analistas a plantear que el verdadero objetivo es ejercer presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro hasta provocar una fractura interna.

Mientras funcionarios del Departamento de Defensa justifican ante el Congreso el despliegue militar como parte de un “conflicto armado” contra los carteles de droga, el mandatario venezolano sostiene que se trata de un intento de cambio de régimen promovido por Washington, una acusación que el presidente estadounidense ha negado. La Casa Blanca, además, rechazó el mes pasado una carta enviada por Maduro en la que solicitaba abrir negociaciones.

El fracaso de Doha

No es la primera vez que Qatar sirve de puente entre Estados Unidos y Venezuela. En noviembre de 2023, bajo la administración de Joe Biden, ambas partes suscribieron en Doha un acuerdo orientado a establecer condiciones mínimas para las elecciones presidenciales de julio de 2024. Sin embargo, el proceso fracasó y culminó con la reelección de Maduro en medio de graves denuncias de fraude, tras incumplimientos sustanciales de las cláusulas pactadas.

Básicamente, el acuerdo contempló la flexibilización de sanciones económicas por parte de Estados Unidos, la liberación de presos políticos y garantías electorales. Entre ellas, el compromiso de realizar una auditoría al registro electoral, permitir la observación internacional y asegurar la participación de todos los candidatos de la oposición que “cumplieran con los requisitos”. Además, se estableció que, tras la toma de posesión del presidente “debidamente electo”, Washington levantaría todas las sanciones impuestas en respuesta a la deriva autoritaria del chavismo.

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Protestas en Venezuela tras las elecciones de julio

Protestas en Venezuela tras las elecciones de julio

Durante el proceso previo a la elección, Maduro incumplió buena parte de los compromisos básicos suscritos en Doha y en Barbados, donde también había asumido acuerdos esenciales con la oposición. El 28 de julio de 2024, el Consejo Nacional Electoral, bajo control oficialista, lo proclamó vencedor sin presentar prueba alguna del escrutinio. Las actas en poder de la oposición, en cambio, evidenciaban una clara victoria de Edmundo González Urrutia, quien había asumido la candidatura tras la inhabilitación de María Corina Machado, principal figura de la oposición.

Mediación en suspenso

Qatar cuenta con una amplia trayectoria como mediador en conflictos entre distintos países. Desde 2004 ha desempeñado un papel activo en la promoción de altos el fuego, el restablecimiento de relaciones diplomáticas, el intercambio de prisioneros y el inicio de procesos de diálogo. Sin embargo, no parece sencillo que vuelva a sentar en la misma mesa a Venezuela y Estados Unidos, como logró hacerlo en Doha en 2023.

Elsa Cardozo, internacionalista y doctora en ciencias políticas, destaca que en lo inmediato debe considerarse la decisión de Trump de cancelar los acercamientos diplomáticos, incluidas las gestiones que llevaba adelante Grenell. Agrega, además, que “pesa el antecedente de los incumplimientos de todos los compromisos fundamentales que había asumido el gobierno venezolano, tanto en Doha como en Barbados”.

“La instrumentalización del régimen venezolano de mediaciones y concesiones pesa en contra de intermediaciones de diálogo, especialmente ante el gobierno de Donald Trump, que ha optado por una política de máxima presión en dichos y hechos que la hagan creíble”, añade.

“Así se manifiesta en la enorme movilización de recursos militares acompañada por la difusión de información, posiciones del tren ejecutivo y decretos presidenciales que desde Estados Unidos vinculan al régimen venezolano, desconocida su legitimidad, con el azote hemisférico del tráfico de drogas y el crimen transnacionalizado”, explica Cardozo. Agrega que “ambos temas son prioridad y compromiso doméstico de la administración republicana a la vez que, internacionalmente, son parte de su proyección de intereses y poder en el hemisferio”.

Trump habla con la prensa en Washingotn 9-9-25 - AFP
Trump y su vice, JD Vance

Trump y su vice, JD Vance

Sin embargo, señala que “en el compromiso del gobierno de Estados Unidos con la máxima presión está hacer que la amenaza sea tan creíble, que no haya que cumplirla. En ese tránsito pueden abrirse oportunidades de negociación, posiblemente discretas, a las que Qatar -por su buena relación con Estados Unidos y Venezuela- y otros esfuerzos diplomáticos podrían contribuir”.

Escalada interna

Con el discurso de que el país debe prepararse para una eventual “lucha armada” ante lo que considera un riesgo inminente de invasión por parte de Estados Unidos, Maduro ha intensificado el control territorial y la militarización. El Ejército se ha desplegado en distintas zonas del país y se ha movilizado a la Milicia, un cuerpo compuesto, según cifras oficiales, por 4,5 millones de civiles con algún grado de adiestramiento militar. Analistas, sin embargo, cuestionan la veracidad de ese número.

Además, el gobierno ha convocado a civiles que deseen alistarse como voluntarios. “Hay quienes se han alistado por temor a represalias, pero la verdad es que de haber un conflicto me atrevo a decir que nadie va a salir a dar su vida por Maduro, la gente prácticamente está enfocada en sobrevivir a la situación económica”, dice un miembro de un Consejo Comunal en Catia, una zona popular de Caracas.

Venezuela - entrenamiento de la Milicia Bolivariana (2) - AFP
Entrenamiento militar de civiles en Venezuela

Entrenamiento militar de civiles en Venezuela

En paralelo, el gobierno tiene listo un decreto de “conmoción exterior” que amplía sus facultades y le permite restringir garantías constitucionales. Aunque el chavismo lo presenta como una medida defensiva, organizaciones civiles y sectores de la oposición temen que el instrumento se utilice para reforzar la represión y profundizar la militarización del país.

Elsa Cardozo indica que, a lo interno, se vive “la intensificación de la presión contra los venezolanos por parte del régimen, impopular y amenazado: militarización, más control social, amenazas, represión, apresamientos y desapariciones forzadas. Es la aceleración de la ofensiva contra los derechos y la seguridad de los venezolanos, para sofocar la indignación y evitar las rupturas en el propio régimen”.

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