3 de octubre 2025 - 16:05hs

Convencido de que Venezuela enfrenta la amenaza de una inminente agresión militar por parte de Estados Unidos, el presidente Nicolás Maduro tiene listo un decreto de “conmoción exterior” que amplía su poder y le permite restringir garantías constitucionales. Aunque el chavismo lo presenta como una medida defensiva, organizaciones civiles y miembros de la oposición temen que el instrumento se utilice para reforzar la represión y profundizar la militarización en el país.

Desde el punto de vista legal, el decreto se encuentra en zona de indefinición. La vicepresidenta Delcy Rodríguez afirmó que “el presidente suscribió el decreto de conmoción externa”, el cual “se activaría de manera inmediata” en caso de una agresión por parte de Estados Unidos. Sin embargo, como advierten abogados consultados, el instrumento no ha sido aprobado por la Asamblea Nacional ni por el Tribunal Supremo de Justicia, como exige la Constitución. Tampoco ha sido publicado en Gaceta Oficial, lo que impide conocer su contenido.

La ONG Acceso a la Justicia afirmó en su cuenta de X que, si bien se habla de que el decreto ha sido aprobado, “no ha sido publicado en Gaceta Oficial, lo cual es sumamente grave porque se desconocen cuáles garantías están siendo restringidas en este momento”.

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Para aumentar la incertidumbre, el propio Maduro afirmó el pasado 29 de septiembre que “arrancó el proceso de consulta del decreto constitucional de Estado de Excepción”, sin que se conozcan públicamente los mecanismos de esa consulta ni el contenido preciso del decreto.

Delcy Rodríguez solo mencionó un aspecto del decreto al afirmar que está prevista la militarización de la infraestructura vinculada a “los servicios públicos, nuestra industria de los hidrocarburos y las industrias básicas del país”, así como el cierre de fronteras “terrestres, marítimas y aéreas, en el resguardo de nuestra integridad territorial”.

De acuerdo con la Constitución venezolana, el decreto de conmoción exterior tendría una vigencia inicial de hasta 90 días, prorrogables por otros 90 días previa autorización legislativa. Maduro, quien fue reelecto para un nuevo mandato en julio de 2024 en unas elecciones marcadas por contundentes denuncias de fraude, ha sido acusado por el gobierno de Estados Unidos de liderar el llamado Cartel de los Soles, una organización que Washington califica como narcoterrorista.

Nicolás Maduro - 5-9-25 - AFP

En paralelo, EEUU ha desplegado fuerzas militares en el Caribe, frente a las costas venezolanas, como parte de una operación antinarcóticos que ha destruido al menos tres embarcaciones, presuntamente provenientes de Venezuela y cargadas con droga.

La represión

El decreto de conmoción exterior es una de las modalidades de estado de excepción contempladas en la Constitución venezolana. Para el gobierno de Maduro, no se trata de una herramienta novedosa. Según un análisis de la ONG Provea publicado en su cuenta de X, entre 2015 y 2025 los estados de excepción han sido empleados en más de 12 ocasiones.

En todos los casos, han servido como excusa para aumentar la represión, la persecución por razones políticas y afianzar el control social de la población bajo la narrativa de la defensa de la seguridad de la nación”, añade Provea.

La organización agrega que “genera honda preocupación la declaratoria de un Estado de Conmoción Exterior, toda vez que, bajo la excusa de la defensa de la soberanía, se estaría dando un paso crucial hacia la militarización total del país y escalaría la comisión de abusos contra los derechos humanos”.

Protesta de opositores al gobierno de Nicolás Maduro, un día después de las elecciones presidenciales en Venezuela. AFP
Protesta de opositores al gobierno de Nicolás Maduro, un día después de las elecciones presidenciales en Venezuela

Protesta de opositores al gobierno de Nicolás Maduro, un día después de las elecciones presidenciales en Venezuela

El informe más reciente de la Misión Internacional de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, publicado el 22 de septiembre, documenta casos de tortura, desapariciones forzadas y otras violaciones graves a los derechos humanos “en el marco de una política estatal que busca silenciar y desarticular a la oposición de forma sistemática”.

En paralelo, con el discurso de que el país debe prepararse para una eventual “lucha armada” ante el supuesto riesgo de invasión por parte de Estados Unidos, Maduro ha intensificado el control territorial y la militarización mediante el despliegue de la milicia, el entrenamiento de civiles para el combate y la activación de estructuras comunales con funciones de vigilancia.

El partido de oposición Primero Justicia afirmó en sus redes sociales: “Desde hace años vivimos bajo un estado de excepción permanente que solo ha servido para perseguir, encarcelar y silenciar a quienes pensamos distinto”.

La amenaza interna

El Gobierno ha insistido en que no tolerará expresiones de respaldo a la presión ejercida por Estados Unidos, una postura que, según miembros vinculados a Vente Venezuela —el partido liderado por María Corina Machado, principal figura de la oposición—, podría convertirse en la justificación para una nueva ola de detenciones masivas.

Según datos de la ONG Foro Penal, en las cárceles venezolanas permanecen 823 personas consideradas presos políticos, entre ellas 101 mujeres, 89 ciudadanos de nacionalidad extranjera y 42 cuyo paradero se desconoce.

La vicepresidenta afirmó que “la Constitución es muy clara y ha establecido también que no se permitirá a nadie, dentro o fuera del territorio, que promueva, apoye, facilite o haga apología de una agresión militar externa contra Venezuela. Y sería juzgado según las leyes de la República y con las plenas garantías de la Constitución”.

Venezuela - entrenamiento de la Milicia Bolivariana (2) - AFP
Entrenamiento militar de civiles en Venezuela

Entrenamiento militar de civiles en Venezuela

“Ya basta, ya basta de los extremistas. Tenemos responsabilidad como autoridades, como gobierno, de no permitir este tipo de expresiones en nuestro territorio. Quien llama abiertamente a un bloqueo criminal, quien llama abiertamente a una invasión, no puede considerarse venezolano o venezolana”, agregó Rodríguez.

Desde un lugar no revelado dentro de Venezuela, Machado declaró al Financial Times que, pese al clima de persecución, la adhesión ciudadana a su movimiento ha crecido de forma acelerada. “A pesar del terror, el número de personas que se han acercado para unirse a nuestra organización en las últimas tres semanas es mucho mayor que en los seis meses anteriores”, afirmó la dirigente opositora en una entrevista publicada el miércoles.

Machado aseguró que “decenas y decenas de miles de ciudadanos están organizados, en la clandestinidad”.

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