"Tengo todo el interés en mantener esa reunión. Estoy totalmente dispuesto a defender los intereses de Brasil y demostrar con números que hubo un error en los aranceles aplicados a Brasil", aseguró este viernes Lula una conferencia de prensa en Yakarta, Indonesia, donde se encuentra en el marco de una gira por el sudeste asiático.
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El próximo domingo, el presidente brasileño coincidirá con el estadounidense en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Kuala Lumpur. Aunque por el momento no hubo confirmación oficial sobre un encuentro privado entre ambos, fuentes de ambos países afirmaron a la agencia AFP que trabajan para lograrlo.
"La tesis por la que se impusieron aranceles a Brasil no tiene fundamento ni veracidad. Estados Unidos tiene un superávit de 410.000 millones de dólares en 15 años con Brasil", agregó Lula, que aseguró que la balanza no está a favor de su país, como también ha alegado Washington.
"Todo el mundo sabe que yo solía decir que, cuando el presidente Trump quiere hablar, Brasil está listo para negociar", manifestó.
Las sanciones de EEUU a funcionarios brasileños
Al anunciar los aranceles del 50%, que entraron en vigor en agosto, Trump dijo que se debía "en parte a los insidiosos ataques de Brasil a las elecciones libres y a los derechos fundamentales de libertad de expresión de los estadounidenses". Además estableció sanciones económicas contra varios altos funcionarios, entre ellos el juez Alexander de Moraes, del Tribunal Supremo, para castigar a Brasil por lo que denominó una "caza de brujas" contra Bolsonaro.
Jair Bolsonaro - 26-3-25 - AFP
El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro fue condenado a más de 27 años de prisión
AFP
De Moraes no sólo fue el responsable de la condena de más de 27 años de cárcel contra el ex presidente brasileño, declarado culpable de liderar una trama golpista para anular los resultados de las elecciones de 2022, sino que también acumuló duros cruces con Elon Musk y declaró estar en una cruzada contra lo que el propio juez define como "el populismo digital extremista".
En su conferencia de prensa en Asia, Lula dijo también que quiere hablar con Trump sobre las sanciones contra magistrados de la Suprema Corte brasileña, una decisión que consideró "no tiene ninguna explicación".
"El argumento de que no hay derechos humanos en Brasil porque el expresidente está siendo procesado también es falso", recalcó el brasileño. "Cualquiera que comete un crimen en Brasil es juzgado y quien es culpable, es castigado", afirmó.
Los otros temas del posible encuentro
El presidente brasileño insistió en que no hay ningún tema "vetado" para la mesa de negociaciones por su parte. "Podemos discutir sobre cualquier cosa... Desde Gaza a Ucrania, Rusia, Venezuela, minerales críticos, tierras raras...", subrayó.
Lula en Indonesia - 23-10-25 - AFP
Lula también incluyó entre los temas a abordar con Trump los recientes ataques de Estados Unidos contra lo que presenta como lanchas "narcoterroristas" en el Pacífico y el Caribe, así como el despliegue de una flota de destructores y barcos para impedir la llegada de droga a EEUU.
"Usted no puede simplemente decir que va a invadir, que va a combatir el narcotráfico en el territorio de otros, tiene que tener en cuenta la constitución de otros países, la autodeterminación de los pueblos, ya que va en contra de la soberanía territorial de cada país", aseguró.
De todas formas, dijo estar convencido en que se pueden mejorar las relaciones con EEUU. "Estoy convencido de que podemos avanzar y volver a tener una relación civilizada con Estados Unidos (...) No hay razón para continuar así", añadió, según recogió la agencia EFE.
Lula se negó a especificar qué concesiones estaría Brasil dispuesto a hacer en sus negociaciones con Estados Unidos, pero se mostró optimista en obtener resultados. "Si no creyera que es posible llegar a un acuerdo, no tendría este encuentro. Nunca participo en una reunión en la que crea que no se puede triunfar. Solo sabré si es un éxito si participo", agregó.
Lula-Trump: cronología de un acercamiento
Después de varios meses de tensión, Trump se mostró en septiembre abierto a un acercamiento con Lula. "Me cuesta un poco decir esto, porque debo confesar que, cuando yo entraba, el líder de Brasil salía. Nos vimos, yo lo vi, él me vio y nos abrazamos", contó sobre su cruce con el presidente brasileño en la Asamblea General de la ONU que se celebró en Nueva York.
Trump en la Asamblea General de la ONU - AFP
Trump ante la Asamblea General de la ONU
AFP
"De hecho, acordamos que nos reuniríamos la semana que viene. No tuvimos mucho tiempo para hablar, solo unos 20 segundos", aseguró, y apuntó que Lula "parecía un hombre muy agradable". "Le caí bien. Él me cayó bien, pero solo hago negocios con gente que me cae bien", añadió.
Aunque ese encuentro no se llegó a concretar, sí se dio una conversación por videollamada el 6 de octubre, que el líder MAGA describió como "muy buena". El gobierno brasileño, por su parte, aseguró que ambos líderes mantuvieron una charla "amistosa" durante media hora y "recordaron la buena química" que tuvieron en Nueva York.
Lula describió la conversación como una oportunidad para "recuperar" las relaciones amistosas entre "las dos mayores democracias occidentales" y su vice, Geraldo Alckmin, dijo que fue "mejor de lo esperado".
En una entrevista que había dado antes de viajar a Nueva York, el presidente brasileño había expresado su voluntad de negociar con Trump y aseguró que no tenía ningún problema personal con su par estadounidense. "Él no es el emperador del mundo", apuntó. "Los dos presidentes de dos países no necesitan estar ideológicamente alineados. Lo que debemos hacer es ejercer la responsabilidad presidencial. Él es presidente de un país y yo de otro. La relación entre jefes de Estado no tiene ideología. Tenemos los intereses del pueblo al que representamos", dijo a BBC.
Un nuevo mandato para Lula
Durante su gira por el sudeste asiático, Lula reveló además el jueves que tiene la intención de presentarse a las elecciones del año próximo. "Voy a disputar un cuarto mandato en Brasil", afirmó durante una rueda de prensa conjunta con su par indonesio, Prabowo Subianto.
"Mi mandato termina a finales de 2026, pero estoy preparado para disputar otras elecciones", añadió el presidente brasileño, que cumplirá 80 años el lunes, pero dijo sentirse "con la misma energía que cuando tenía 30".
Con Bolsonaro fuera de la carrera electoral, la derecha ya está empezando a barajar nombres para su candidato, entre ellos el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, y la ex primera dama Michelle Bolsonaro. Uno de los hijos del ex mandatario, el diputado Eduardo Bolsonaro, había anticipado hace unos meses a El Observador USA que analizaba también una posible candidatura.
"Hay una posibilidad, aunque yo no me haya presentado como candidato a presidente, o esté haciendo eventos o campañas. Me siento muy contento con los resultados de dos encuestas recientes: una de Paraná Pesquisa y otra de Futura, que muestran que estoy empatado con Lula en la segunda vuelta o incluso con una ventaja de 4 o 5 puntos sobre él. Eso es motivo de gran satisfacción", aseguró en Miami al margen de un encuentro de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés), el principal foro de la derecha en Estados Unidos.