12 de agosto 2024 - 12:14hs

El expresidente Donald Trump fue entrevistado por el millonario Elon Musk, en una transmisión en directo por la red social X. "Esto es sin guión y sin límite de temas, entonces debería ser muy entretenido", escribió el domingo Musk, quien desde que adquirió Twitter es acusado de usar la red social como un altavoz de teorías conspirativas de la extrema derecha.

La (accidentada) entrevista se transmitió a través de la cuenta oficial del candidato @realDonaldTrump, quien antes de la entrevista realizó un posteo en X por primera vez en más de un año. El mensaje lleva un video en el que se retrata como víctima de una persecución de intereses que quieren "destruir" a Estados Unidos.

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Musk se ha convertido en un feroz crítico del actual presidente Joe Biden. Lo hizo a partir de la publicación de mensajes para sus más de 194 millones de seguidores en X (el dueño de la red a su vez es su usuario más popular) en los que critica las políticas y el discurso demócrata en favor de la diversidad y la inclusión, así como sus políticas migratorias.

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El fundador de Tesla y SpaceX respaldó públicamente a Trump minutos después de que éste sufriera un intento de asesinato durante un mitin en Pensilvania. La campaña del republicano hace esfuerzos por aumentar su presencia en las redes sociales, en un intento por frenar el ascenso en las encuestas de Kamala Harris, quien ya lo supera en algunas mediciones.

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Musk se convirtió en un bulleador sistemático de Harris en la campaña. El dueño de X sugirió que el Partido Demócrata planea cometer fraude electoral y aseguró que el gobierno de Biden “no deporta a nadie porque cada ilegal es un futuro voto probable”.

Compartió vídeos falsos de Kamala Harris hechos con IA. En uno la vicepresidenta decía: “Soy mujer y persona de color, así que si criticas cualquier cosa que diga, eres sexista y racista”. La calificó capaz de provocar un “holocausto para toda la humanidad”.

En medio de esa toma de partido del dueño del algoritmo, muchas cuentas demócratas fueron etiquetadas como spam o suspendidas por el sistema, incluyendo algunas dedicadas a la recaudación de fondos, como Progressives for Harris o White Dudes for Harris.

Según un reciente informe del Centro para Contrarrestar el Odio Digital, una ONG británica dedicada a investigar campañas de odio, Musk publicó al menos 50 posts con desinformación sobre la campaña en lo que va de año, y fueron vistos más de 1.200 millones de veces. Esas controversias pueden haber afectado el negocio de Musk con X. El magnate compró la red social hace casi dos años. En los primeros seis meses de su reinado, los ingresos de la ex Twitter cayeron casi un 40%.

Choque de intereses por Tesla

Aliados ideológicos, Trump es el principal enemigo de Musk en el rubro de los autos eléctricos. En su campaña el republicano prometió directamente "acabar con el mandato de los vehículos eléctricos" y reducir los subsidios que ayudaron a Tesla a convertirse en el fabricante dominante en Estados Unidos.

En los últimos meses, Tesla acumuló caída de las ventas, baja en la producción, despidos masivos y un derrumbe en las acciones de la empresa. La famosa promesa de Musk de abrir una enorme planta en Nueva León, México, sigue stand by.

En febrero, Tesla instó a la administración de Joe Biden permitir que California aplique normas de emisiones de vehículos más estrictas que el resto del país, una idea a la que Trump se opone.

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Aliado ideológico de Trump, Musk choca con el republicano en la política sobre vehículos eléctricos.

Aliado ideológico de Trump, Musk choca con el republicano en la política sobre vehículos eléctricos.

Meses antes, en una presentación previa ante la agencia, Tesla presionó al gobierno para que estableciera regulaciones que prohibirían la producción de la mayoría de los autos nuevos a gasolina para 2035, el llamado "mandato EV" que Trump y otros en la derecha estadounidense criticaron.

¿Cómo se explica ese choque entre negocios y apuesta política? "Elon tiende a decir que es hostil a los subsidios, mientras que Tesla los devora como un Godzilla hambriento", dijo a Reuters Mike Murphy, un estratega republicano que dirige el EV Politics Project, un grupo de defensa con sede en Los Ángeles que busca apoyo bipartidista para los vehículos eléctricos.

"Tesla no es su objetivo final", dijo a esa agencia Andrew Ward, profesor de administración de la Universidad de Lehigh, destacando las inversiones de Musk en sectores que van desde la inteligencia artificial hasta la exploración espacial y la neurociencia. Musk podría "sacrificar parte del interés a corto plazo en Tesla", si "eso satisface los intereses a largo plazo de sus ambiciones", agregó Ward.

Según detalló el Washington Post, las provocativas publicaciones del empresario están generando un efecto paradójico entre los compradores de Tesla: repelen a algunos compradores progresistas de vehículos eléctricos, pero puede estar ganando a algunos conservadores.

Trump y Musk, una relación zigzagueante

El respaldo del empresario se solidificó en julio, después del fallido intento de asesinato contra el expresidente. Musk respaldó a Trump y dijo que financiaría un comité de acción política que, según muestran los registros federales, gastó 21 millones de dólares para apoyarlo.

Pero el vínculo tuvo altibajos. Musk una vez criticó a Trump por desestimar el cambio climático. En junio de 2017, cinco meses después de que Trump asumiera la presidencia, Musk abandonó los paneles asesores de la Casa Blanca porque la administración se retiró del Acuerdo de París, un tratado histórico de 2016 destinado a abordar los problemas climáticos a nivel mundial.

"El cambio climático es real", escribió Musk en ese momento. "Abandonar París no es bueno para Estados Unidos ni para el mundo", agregaría. Después de que Trump perdiera su candidatura a la reelección en 2020, Musk le dijo a la revista Fortune que estaba "súper entusiasmado" por la agenda de cambio climático del presidente Biden.

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Sin embargo, Musk pronto se molestó porque la Casa Blanca no invitó a Tesla a una reunión de fabricantes de vehículos eléctricos en 2021. En diciembre de ese año, Musk se distanció de las iniciativas de Biden y criticó los planes para lo que eventualmente se convertiría en la Ley de Reducción de la Inflación, o IRA, un importante paquete de estímulo económico basado en parte en subsidios para la energía limpia.

"Yo simplemente cancelaría todo este proyecto de ley", dijo Musk al Wall Street Journal, afirmando que Tesla no necesitaba dinero público.

Ya en el 2023, Musk se inclinó hacia otro candidato republicano: el gobernador de Florida Ron de Santis. Más conservador aún que Trump, De Santis era el favorito del dueño de X. De hecho el (accidentado) lanzamiento de campaña del floridiano se hizo en la red social adquirida por Musk.

Pero cuando Trump hegemonizó el Partido Republicano, Musk terminó de hacer las paces con el líder MAGA. Y en mayo pasado el Wall Street Journal reveló que Trump planeaba sumar a Musk a su equipo de gestión. Si el republicano vuelve a la Casa Blanca, tentaría al dueño de Tesla con un cargo formal en políticas relacionadas con la seguridad fronteriza y la economía.

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