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13 de octubre 2024 - 5:00hs

Dos mujeres que estaban a punto de ingresar al edificio se sorprenden al ver a Álvaro Delgado. Le preguntan si es el "próximo presidente" y les contesta que así será si lo votan. "Repartan listas", les devuelve tras saludarlas y ellas enseguida le aclaran que su apoyo será a través de la 71, la histórica lista del Herrerismo.

Un rato antes, Delgado había dicho que el Partido Nacional votará "parecido" a 2019 y que la "mayoría parlamentaria" será la "espalda" que tendrá la coalición para ganar el balotaje. Sin dar nombres, el candidato anunció que buscará un ministro del Interior político, que pretende tener un Consejo de Ministros que se reúna de forma mensual, que dará protagonismo a los "gabinetes sectoriales" para impulsar proyectos y dejó la puerta abierta a anunciar algún jerarca más de cara a la segunda vuelta.

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Entrevistado por El Observador, Delgado señaló que no cree posible bajar "más de un 30% la pobreza infantil" en un período y que la pobreza es una de las cuestiones en que "demora más" en observarse el "impacto del derrame".

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La mayoría de las encuestas muestran al Partido Nacional por debajo del 25% pese a que el presidente Luis Lacalle Pou mantiene una alta aprobación. ¿Qué explicación encontrás a esos números?

Es una elección diferente, primero por la falta de debates. Hubiéramos esperado más debate de ideas y propuestas, no discusión, sino debate sano que permita a la gente informarse y comparar. Segundo, ha estado más fría y tengo una explicación que es más para politólogos que para candidatos. La comparo con 2019 y a 15 días había una efervescencia diferente: actos, balconeras y militancia. Había ambiente de cambio, que se milita. Ahora hay un ambiente de continuidad, una mayoría silenciosa que entre la continuidad o el cambio, silenciosamente prefieren la continuidad. Está pasando un poco eso, hoy seguramente es un voto más escondido y que cuando le preguntan todavía se dice indeciso. Estoy muy convencido de que el Partido Nacional (PN) va a votar parecido a la elección anterior y la coalición va a tener mayoría parlamentaria. Eso va a ser la espalda necesaria para ir a ganar un balotaje

Has dicho que te interesa que la coalición vote muy bien y que estás dispuesto a que el Partido Nacional de alguna manera pierda algún voto, si es necesario, con tal de que la coalición gane...

A mí me interesa que todos los socios voten bien y el PN un poco mejor. Si mi partido vota un punto menos pero la coalición vuelve a ganar y el rumbo se confirma, es lo más importante, (por eso) hay que ser generoso y mirar el objetivo grande, no el chico.

Hubo cierto malestar entre algunos dirigentes que están peleando bancas por esa forma de ver la elección. ¿Es necesario que los dirigentes que se están jugando la banca también piensen en ese nuevo paradigma?

Los entiendo porque hasta la elección pasada encabezaba una lista al Senado y fui candidato a diputado. Las bancas importan. Me interesa que el PN tenga muchas bancas y tenga igual o más bancas que en la elección pasada. Pero si el costo para ganar el gobierno es perder alguna banca pero que la coalición ratifique el rumbo y gane el balotaje, no tengo duda. Sé que no todo el mundo lo podrá entender de esta forma, pero si piensan dos minutos y cierran los ojos y miran para adelante van a estar de acuerdo conmigo.

Una posibilidad es que seas presidente sin tener mayoría parlamentaria. ¿Cómo te imaginas en esa situación?

Sería un caso bastante atípico. No pasó hasta ahora en la historia del Uruguay desde que está instalado el balotaje (1999). La mayoría parlamentaria es el detonante de la construcción del balotaje. La gente siempre va un paso adelante de los dirigentes, piensa y razona muy simple: si ya tiene la mayoría parlamentaria la coalición, no vamos a poner un presidente que esté en otra sintonía.

Si no se da, lo veremos. A lo largo de mi vida he tenido la posibilidad de ser un hombre de diálogo, de acuerdos, en todos los ámbitos que estuve. Pero estoy convencido de que no va a pasar y que la coalición va a tener mayorías parlamentarias.

También que en el balotaje nos va a votar la gente que votó a la coalición y mucha gente que no. En 2019 hubo una fuga importante de votos pero ahora es un tema que está internalizado en la gente, todos los partidos que integramos la coalición sabemos que terminamos votando al candidato del partido más votado en octubre. Mi objetivo en el balotaje es ir por mucho más que la coalición. La coalición es el piso.

¿Es un piso? Sería la primera vez que un candidato de la coalición o de los partidos tradicionales llega al balotaje y no pierde votos.

Creo que es un piso relativo, pero es un piso.

¿Todos tienen claro en la coalición que noviembre también tienen que votar a la coalición? Hace poco el senador Guillermo Domenech dijo que preferiría que Cabildo Abierto se independice de la coalición.

No es la posición de Guido Manini Ríos. El otro día en un evento fue más que contundente y más que claro: él es coalicionista, quiere volver a ganar y que la coalición vuelva a ganar.

¿Van a ir por un segundo Compromiso por el país?

Sí, sin dudas. Estamos viendo en qué tiempos, pero sí. Es necesario presentar para el balotaje las bases de acuerdo programático –o algunos lineamientos generales– de todos los partidos que formalmente apoyen.

Uno de los principales reclamos en este periodo de los socios de la coalición ha sido la falta de coordinación. Hablaste de una mesa de coordinación para el próximo periodo. ¿Cómo se va a instrumentar exactamente y cómo va a funcionar?

He estado hablando con cada uno de los socios. Pasamos a otro escalón, pasamos el primer gobierno y hay un reclamo de un ámbito de coordinación política permanente sobre algunos lineamientos, que me parece que es válido. Vamos a ver de qué forma lo instrumentamos, pero mi compromiso es subir ese escalón de madurez política de la coalición de gobierno.

El ministro del interior es un ministro esencialmente político

Vos has dicho que pensás implementar vía Ley de Presupuesto el incremento del gasto en pobreza infantil o la creación del Ministerio de Justicia. ¿Por qué no repetir la idea de una LUC?

No la descarto.

¿Para todo el período o para el comienzo de la administración?

No la descarto. Lo que pasa es que la Ley de Urgente Consideración (LUC) –que la usaron todos los gobiernos– es un instrumento interesante pero también hay que ver en qué contexto. Estoy convencido que la Ley de Presupuesto tiene que ser la ley madre, hoy no está arriba de la mesa, pero no descarto más adelante poder utilizar el mecanismo de LUC para algunos temas.

Lacalle Pou en su campaña hablaba de la LUC y luego la ejecutó. ¿Eso podía tener que ver con que la coalición no estaba conformada como tal y que estaba el riesgo de necesitar sacar la mayoría de las leyes importantes en el comienzo?

Son estrategias diferentes. Además tiene que ver con la impronta que el presidente, en mi caso, le da al gobierno. Además de los acuerdos bilaterales, quiero más Consejos de Ministros. Me parece que un Consejo de Ministros mensual debe ser parte de la tónica, y después gabinetes sectoriales.

Dijiste que no adelantarás nombres más allá de Diego Labat. ¿Qué perfil tenés en la cabeza para el Ministerio del Interior?

Político.

¿Que se parezca más a un Luis Alberto Heber, por ejemplo?

No le voy a poner nombres, le voy a poner concepciones. Un político que tenga versatilidad, capacidad de dialogar, escuchar, recorrer, estar cerca de la gente e ir a un barrio. El ministro del Interior es un ministro esencialmente político.

¿Cuáles más son esencialmente políticos? ¿Y cuáles son los ministros ‘del presidente’ para Álvaro Delgado?

Es la forma encriptada de que yo empiece a decir, por lo menos algunos criterios vinculados a los partidos, aunque no me pidas nombres porque no te los voy a dar.

En materia de relaciones exteriores me parece que está bueno que quien vaya no sea alguien vinculado al servicio exterior. Le va a dar una amplitud de miradas, porque además quiero meter el tema comercio ahí... a partir del trabajo profesional de los diplomáticos, que conviva con el mundo diplomático, pero con una fuerte confianza del presidente de la República.

En 2019 además de Economía, Lacalle Pou anunció otros dos: a Pablo Da Silveira (Educación) y Pablo Bartol (Desarrollo Social).

Y no lo descarto hacer, todavía la elección no ha terminado.

Hay cosas que demoran más en el impacto del derrame, la pobreza es una de ellas Hay cosas que demoran más en el impacto del derrame, la pobreza es una de ellas

Uno de los planteos de Cabildo Abierto es que –de alguna forma– se sintió vigilado porque le pusieron subsecretarías de otros partidos. Hace poco manejó el concepto del ministerio 100% de un partido (ministro, subsecretario y director general). ¿Es un planteo atendible?

Fue una idea novedosa de Luis (Lacalle Pou). Hoy da para evaluarla. En algunos casos funcionó bien –muy bien diría– y en otros casos quizás no generó la dinámica necesaria o no generó esa fluidez que a veces se necesita. Es un tema a resolver caso a caso. No tengo una definición estricta, global, de tabla rasa para todos.

Nombraste un Consejo de Ministros mensual y gabinetes sectoriales... habitualmente hablas de ‘continuidad no continuismo’. ¿Qué otras cosas van a diferenciar a un gobierno tuyo del de Lacalle Pou?

Continuidad porque continuismo es hacer más de lo mismo. Quiero hacer mejor de lo mismo. Creo que hay un gobierno que al no tener el condicionamiento que este tuvo en tres años de cinco (dos por la pandemia y uno por la sequía de verano e invierno) nos va a permitir planificar cosas diferentes. Obviamente generar una interacción con la gente en la comunicación, que este gobierno creo que le faltó comunicar cosas que hizo.

¿En serio?

Sí, sí.

¿Lacalle Pou?

No estoy hablando de Lacalle Pou, que es un gran comunicador. Quizás es él y pocos más. Faltó a muchos ministerios una impronta un poco más didáctica de lo que se hace.

Sueño con dejar al Uruguay como el país más desarrollado de América Latina Sueño con dejar al Uruguay como el país más desarrollado de América Latina

¿Pero cómo podría ser? Porque incluso en este período se apeló a las campañas de bien público.

Tener un rol de los ministros, presidentes de entes, mucho más de interacción, recorridas y cercanía. En algunos casos pasó, en otros no tanto. Es un buen aprendizaje, que es la ventaja de estar en el gobierno, sabes qué cosas tenés que cambiar de entrada.

Lacalle Pou en su primer discurso habló sobre la necesidad de que los uruguayos fueran más libres y posiblemente el día que se despida va a terminar cerrando haciéndose una evaluación de esa manera. ¿Un gobierno de Álvaro Delgado va a ir por esa ruta de la libertad o le incorpora alguna otra dimensión?

Está buena la pregunta porque vos definís a dónde querés llegar como objetivo de gobierno en el último día. Luis lo definió: si cuando yo me vaya los uruguayos son más libres es que hicimos un buen gobierno y te adelanto más, si reelegimos el rumbo y soy presidente de la República es la constatación de que además el gobierno fue bueno. En mi caso, yo sueño con dejar al Uruguay como el país más desarrollado de América Latina.

Lacalle cuando asumió tomó algunas medidas rápidas como como limitar el gasto al 85% y el famoso 3x1 de las vacantes. ¿Ya tenés definido cuáles son las 3 primeras medidas que vas a tomar si asumís?

No, vamos a ver las situaciones que están, pero sí sé las 3 primeras reuniones que voy a tener. La primera es con los 19 jefes de policía y el ministro del Interior y subsecretario, para dar una señal muy clara de que la prioridad va a seguir siendo la seguridad pública. La segunda reunión es con la coalición de gobierno, instalar esa mesa de coordinación, y la tercera con la oposición, para ver en qué temas podemos trabajar juntos, por ejemplo, definiendo algunos lineamientos estratégicos con luces largas. El tema de energía es un ejemplo, el tema de pobreza infantil es otro. Después, en los “cómo”, veremos si nos podemos poner de acuerdo. En los “qué”, me parece importante recibir propuestas.

A pesar de que el gobierno instaló una regla fiscal, el déficit fiscal está en 4,6% del PBI. En 2019 era 4,4%. Javier De Haedo plantea que el próximo gobierno va a tener una situación fiscal y de deuda similar a la que asumió esta administración. En aquel momento se hablaba de que eran luces rojas, ¿cómo lo ves ahora?

Hay que definir lo que es el déficit fiscal estructural, del resto, en realidad no es el déficit fiscal final, eso lo vemos a final de gobierno. Heredamos un gobierno con déficit fiscal que estaba rondando el 5%. El combo era completo: 10,5% de desempleo, inflación pegando los dos dígitos, al borde de perder el grado inversor e inversión estancada. Después de eso, a los 13 días vino la pandemia, condicionó el mundo y al Uruguay. Subió el desempleo, el déficit, el gasto, nos llevó puestos 4.414 millones de dólares para ser exactos. O sea, tenemos que medirlo en términos relativos.

Hoy tenemos todavía que trabajar en el déficit fiscal para seguirlo bajando, y en el costo del Estado. Pero también es verdad que vamos a terminar el gobierno casi con 100.000 puestos de trabajo más, una inflación por primera vez en 20 años dentro del rango meta que va a ser un poco menos de la mitad de la inflación del 2019, récord de personas trabajando, menos informalismo, salario real mayor en 49 años, la mejor nota crediticia en la historia del Uruguay y el menor riesgo país en la historia. Ese es el legado del gobierno de coalición encabezado por Lacalle Pou.

"No creo que sea posible bajar más de un 30% en un periodo de gobierno la pobreza infantil"

Mencionabas recién la pandemia y el déficit, incluso postpandemia el gobierno logró bajar más el déficit pero volvió a subir en los últimos registros. ¿Qué pasó ahí?

Sí, lo que pasa es que 2023 fue un año muy complejo, sobre todo en el sector exportador. Hubo sequía en el verano y la sequía del invierno histórica que impactó en el sector. Tuvimos obras que salieron muchísimos millones de dólares, a contrarreloj, que no se habían hecho antes y tuvimos que paliar la crisis y aseguramos a 1.800.000 uruguayos que no se iban a quedar un día sin agua apta para consumo humano y así pasó. Eso obviamente condicionó en la perspectiva que teníamos del déficit.

El programa del Partido Nacional habla de que no se van a aumentar impuestos, y por lo tanto, dice que es indispensable encontrar algunas oportunidades de ahorro y eficiencia en las finanzas públicas. Una de los puntos, por ejemplo, es la reducción de funcionarios públicos. Eso es algo que el gobierno de Lacalle Pou no pudo realizar o lo bajó mínimamente. ¿Por qué ahora sí se podría si ya no se pudo?

Porque estamos en situaciones diferentes. Pensamos que la pandemia pasó hace 50 años, pasó hace dos y hay cosas que no se pudieron encarar porque había que priorizar la vida de la gente. Estoy hablando de bajar cantidad de funcionarios públicos sin echar gente, no llenando algunas vacantes prescindibles, que ya lo hizo Astori. Lo que pasa es que Astori lo empezó haciendo y después terminaron con 75 mil funcionarios públicos más. Lo hablé el otro día con COFE y vamos a generar una mesa de intercambio para ver qué lugares pueden ser prescindibles. Así que se va a poder hacer.

El programa destina 200 millones de dólares para la primera infancia. Pero lo que plantea el programa es que para ser desarrollados hay que reducir una cuarta parte de la pobreza infantil. ¿Cuánto se puede avanzar en un período de gobierno?

Es difícil la pregunta, porque la pobreza infantil no solamente son transferencias, tiene que ver con entornos, con familia, tiene que ver con educación, por eso hablamos de universalización de escuelas, tiempo completo, tiempo extendido, acceso a la salud, saneamiento. Es un combo de cosas. Pero la pobreza infantil no se abate en un período de gobierno. Quizás lleve tres o cuatro. Me parece que de una vez por todas tenemos que tener la madurez como sistema político de decir en este tema no estemos en el tiroteo político. No creo que sea posible bajar más de un 30% en un período de gobierno.

Has mencionado varias cifras que el gobierno tiene para mostrar en economía: empleo, inflación, salario real, riesgo país. Hay varios elementos que, pese a la pandemia, los indicadores están mejor que en 2019. ¿Por qué no lograron lo mismo con la pobreza?

Y porque la pandemia pegó fuerte, la pandemia aumentó la pobreza. Y es lógico, el desempleo y la pobreza…

El desempleo ya está mejor que en 2019.

Porque era más fácil, porque en realidad el derrame en los números estadísticos son más rápidos. La baja de la inflación se consiguió más rápido, el salario real con recuperación que fue antes de lo previsto, hogares que venían pobres que aumentaron con la pandemia, lo primero que hicimos es bajarle la tendencia a volver a bajar, hoy tenemos niveles similares al 2019.

Todavía está un poco por arriba.

Bueno, estadísticamente muy parecido al 2019. Tenemos que seguir trabajando. Derrama. Siempre hay cosas que demoran más en el impacto del derrame, la pobreza es una de ellas. Por más que ya aumentaron las transferencias, y por eso hay que seguir trabajando. Vamos a ver cómo termina cerrando el gobierno. Los datos que tenemos son años cerrados 2023 (NdeR: 8,8% en 2019 - 10,1% en 2023).

El presidente ha hablado de la inversión privada como motor del desarrollo y ha usado la metáfora de los malla oro. ¿Vos coincidís en que la inversión privada tiene que seguir siendo el motor del desarrollo?

La inversión privada nacional, extranjera, la inversión de las empresas públicas que también contribuyen. Las grandes empresas nacionales acá son las empresas públicas. Que también hay que ponerlas a generar condiciones de desarrollo. Con una diferencia, en las empresas privadas obviamente tienen un objetivo que es el de poder tener utilidades. En el tema de empresas públicas, el objetivo es uno solo, que es generar condiciones de inversión para tener servicios públicos más baratos poniendo en el centro de las políticas al ciudadano. Yo no quiero empresas públicas que festejen balances, sino que tengan tarifas más baratas.

En su momento en Lacalle Pou, en 2014, habló del plan Asentamiento Cero, luego modificó porque se dio cuenta que en un período era muy difícil lograr eso, ahora con el Plan Avanzar que ya se está ejecutando… ¿Se podría llegar a un asentamiento cero o algo similar, en otro período de gobierno?

No, es una tendencia. Tengo previsto continuar con dos proyectos. Uno es el proyecto de universalización del saneamiento que se está empezando en 61 localidades del interior, con 300 y pico millones de dólares de inversión. Va a llegar a 195 mil uruguayos del interior del país que hoy no tienen. Yo quiero llevarlo a 124 localidades que ya están testeadas cuáles son.

En el tema Plan Avanzar vamos a invertir 480 millones de dólares, y de los 218 mil uruguayos que el Frente Amplio dejó en 680 asentamientos, por lo menos entre 55 y 60 mil van a terminar con una vivienda digna, pronta o encaminada. Mi idea es seguir a una segunda etapa del Plan Avanzar, con el mismo diseño, con mejor estructuración, con el costo de aprendizaje ya hecho, con mayor eficiencia en la ejecución para llegar a otras 60-70 mil viviendas en el próximo período.

En materia de seguridad, también hablan de que para ser desarrollados se necesita reducir a la mitad los homicidios. ¿A cuánto puede bajar ese número en este período de gobierno?

Me pedís cifras y es difícil hablar de cifras. Hablo de tendencia, que me parece más importante. Del ‘84 para acá todos los gobiernos le dejaron al siguiente más delitos de los que recibieron. Este gobierno frenó la tendencia y la cambió, empezó a bajar. ¿Qué fue? Confianza política en la Policía, respaldo jurídico, más tecnología, equipamiento, vehículos, más efectivos, más salario y la Policía actuó. Falta mucho, pero el camino es ese.

Represión, por un lado, sin prejuicios ideológicos y del otro lado, la rehabilitación y la reinserción donde el Estado tiene que estar muy cerca para las oportunidades laborales. Vamos a un grupo antimafia y anticrimen organizado para el patrimonio con varias reparticiones de Estado, vamos a poner más de mil efectivos más en la Guardia Republicana con seis bases más en el interior y con un despliegue de bases descentralizadas en Montevideo.

¿Cuántos son los recursos que precisan para que las cárceles pasen a ser efectivamente un lugar de rehabilitación?

Parto de la base de que las cárceles no pueden estar en el Ministerio del Interior, por eso creo el Ministerio de Justicia. En el mundo, los que reprimen no son los que rehabilitan. Hoy se están construyendo tres nuevas cárceles, y yo estoy previendo una nueva cárcel más, con eso estaríamos generando, yo creo que una situación evitando el hacinamiento.

El comisionado parlamentario menciona que también sigue creciendo la población carcelaria y que faltan unas 3 mil plazas.

Sí, hay casi dos mil que van a avanzar ahora. Siempre vas atrás, por eso yo hablo de las tres que se están haciendo, más algunas en el interior adicional de las cárceles departamentales que se están reformando y yo incluyo una más en el programa de gobierno.

¿Estás preparado para gobernar en un escenario en el que el plebiscito de la seguridad social sea aprobado?

Álvaro Delgado va a dejar todo en la cancha haciendo lo que cree que un candidato tiene que hacer, que es la ética de la responsabilidad de decirle a la gente que en esto no hay plan B, que el plan A es desactivar la bomba y que no ensobre el plebiscito nefasto, ideológico e irresponsable que compromete el futuro de Uruguay. Siempre va a haber una alternativa, pero todas las alternativas son remedios muy complicados e innecesarios porque podemos evitarlo.

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