Acostumbrados a bajar a las cuchillas ante diferencias pequeñas, los dirigentes del Partido Nacional sacan pecho y se auto-felicitan al mencionar que cuando faltan solo dos meses para las elecciones internas vienen desarrollando una campaña sin sobresaltos ni grandes ruidos.
“Aprendimos desde el gobierno”, dicen algunos y giran la vista hacia sus socios del Partido Colorado cuya olla de grillos llegó a ser tal que el expresidente Julio María Sanguinetti debió salir a pedir unión y dejar atrás las diferencias.
Esa calma, cuya contracara puede ser una movilización inferior de la militancia, está anclada en resultados de encuestas que desde el comienzo ubican a Álvaro Delgado en la primera posición y Laura Raffo segunda, pero también en una creencia sostenida de que, por primera vez, los blancos no someterán a las urnas su liderazgo, el cual seguirá en manos de Luis Lacalle Pou.
La semana pasada, la incógnita acerca del futuro del binomio Delgado-Raffo en los primeros lugares de la elección quedó despejada, ya que Juan Sartori anunció que no correría la carrera y que apoyaría a Delgado.
Números para la vicepresidencia
Con esa decisión, la interna terminó de polarizarse, ya que ni Jorge Gandini ni Carlos Iafigliola ni Roxana Corbran vienen marcando lo suficiente como para sumarse a la disputa. El único que podía hacerlo era el senador-empresario, que medía sin haberse candidateado.
Aunque tenían interés de recibir el apoyo, la definición de Sartori fue leída por el comando de Raffo como una posibilidad de seguir creciendo. En la campaña había expectativas por conocer el resultado de las mediciones de fines de abril porque tenían la percepción de que venían creciendo, mientras que Delgado se había estancado.
Y el resultado presentado por Cifra abonó esa lectura, ya que dio al exsecretario de la Presidencia un 53% mientras que la economista cosechó un 29% y el líder de Por la Patria un 8%.
“Se observa que Delgado tuvo un pico de apoyo cuando se lanzó la campaña en febrero, momento en el que el 62% de los blancos militantes lo apoyaban. En marzo ese apoyo bajó 10 puntos, pero ahora se estabiliza”, señaló Mariana Pomiés en su informe.
Respecto a Raffo, agregó que su evolución venía aumentando mes a mes: ya que era de 17% en febrero, 25% en marzo y ahora había llegado al 29%.
En sus conclusiones, la directora de la consultora dijo que había un “líder claro” –por Delgado– que se presentaba como la continuidad de un gobierno “bien evaluado”.
“La campaña de Raffo está atrayendo más apoyo, y podría posicionarse mejor que lo que se anticipaba unos meses atrás”, escribió.
Delgado-Raffo
Si bien el crecimiento los lleva a sostener la ilusión de poder dar el batacazo, dirigentes de Sumar señalaron a El Observador que tener una buena votación también es necesaria para quedarse con la vicepresidencia sin tener que reclamarla.
Uno de los consultados mencionó, a partir de lo que muestran las encuestas, que Gandini, Iafigliola y Corbran se llevarán unos 10 puntos entre los tres (la inmensa mayoría el líder de Por la patria) por lo que Delgado y Raffo tendrán unos 90 puntos para sí.
Si la economista supera el 30%, la fórmula será el primero con la segunda –razonó–, mientras que si vota por debajo de ese umbral su participación quedará sujeta a la voluntad del ganador.
En el entorno de Delgado, en tanto, dicen que aún no es tiempo de hablar de fórmulas aunque aceptan que los escenarios son diferentes si uno duplica al otro. El precandidato presentó este jueves su programa de gobierno y mostró que está pensando en octubre, más allá de junio, ya que anunció propuestas concretas.
El caso de Lacalle Pou
A la hora de la discusión de la fórmula, los blancos traen como ejemplo de éxito la forma en que Lacalle Pou resolvió la situación en 2019. En ese entonces, el hoy presidente reunió durante la veda a los diferentes precandidatos (Jorge Larrañaga, Sartori y Enrique Antía) y les dijo que tenía planes diferentes en función de los votos que obtuvieran.
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Lacalle Pou anunció a Beatriz Argimón como compañera de fórmula la noche de las elecciones
Según informó El Observador esos días, el plan A era que Beatriz Argimón fuera la candidata a la vicepresidencia, para lo que debía ganar con holgura mientras que el B –en caso de que la distancia le permitiera decidir– era nombrar al intendente de Colonia, Carlos Moreira (que apoyaba a Larrañaga), a pesar de que Sartori ya se posicionaba como segundo.
Como se sabe, Lacalle Pou terminó recibiendo el 54% de los votos, Sartori el 21%, Larrañaga el 18% y Antía el 7,5%. La diferencia fue tan grande –más del doble– que el líder de Todos anunció la noche misma de las elecciones a Argimón como compañera de fórmula.
Tanto Delgado como Raffo han planteado la importancia de anunciar la fórmula el día de las elecciones y se han mostrado dispuestos a dialogar previamente para acordar los términos aunque siempre dispuestos a que la realidad de las urnas sea la que defina.