Según la fiscal, Braian disparó con una escopeta contra el guardia, que estaba en una garita de seguridad en una cantera de Bañados de Carrasco, y luego lo prendió fuego.
Este martes se realizó la tercera y penúltima audiencia del juicio contra este hombre, imputado por el asesinato del agente por los delitos de hurto y homicidio especialmente agravados, junto a los crímenes de porte de arma de fuego en lugares públicos y porte de arma por reincidente. Flores pide 25 años de prisión, pero la defensa del acusado niega todos los cargos.
Las instancias judiciales, a las que accedió El Observador contaron con el testimonio de varios testigos, entre ellos el tío del implicado, al que Braian le robó su escopeta para cometer el crimen. Fue él y el padre Braian quienes al ver que unos policías daban vueltas por la zona de la cantera confesaron que el joven de 27 años había robado un arma y era una persona "muy agresiva".
La última audiencia del juicio se realizará el lunes 28 de julio. Allí, tanto Flores como la defensa del acusado darán sus alegatos finales. Luego, la jueza penal de 23° Turno Patricia Rodríguez tendrá 15 días para definir la sentencia.
El robo de la escopeta, el fácil acceso a las canteras y el homicidio del guardia de seguridad
De acuerdo al relato de la fiscal Flores, en la noche del 3 de marzo Braian aprovechó que su tío había salido de su casa y rompió la cerradura para agarrar una vieja escopeta y cartuchos.
El tío fue uno de los testigos citados por la fiscal, y aseguró que sobre la 01:00 del 4 de marzo vio la puerta rota y llamó a la Policía, pero ya "sospechaba" que era su sobrino, a quien tildó como alguien con "problemas".
Cerca de las 02:00 de la madrugada del 4 de marzo, Braian se dirigió caminando y armado a Canteras Montevideo, una cantera de piedra ubicada en Bañados de Carrasco, a pocos metros de su casa.
De acuerdo al relato de diferentes testigos, las canteras abarcan cerca de "seis kilómetros a la redonda" y no cuentan con perímetro de seguridad ni tampoco con demasiada iluminación, por lo que el implicado ingresó sin problemas al predio.
Ya en su interior, Braian se acercó a la garita en la que estaba el guardia de Securitas. Uno de sus colegas testificó que la víctima estaba custodiando un "container" de las canteras ubicado a un kilómetro y medio del acceso principal, donde había otros dos guardias que cubrían el turno de la madrugada y que, a diferencia del primero, no estaban armados.
El homicida abordó al funcionario y le disparó con la escopeta en la nuca. El hombre murió en el momento y Braian se llevó del lugar un celular, el revólver, las llaves de una moto –ambas propiedad de Securitas–, y los 34.000 pesos en efectivo que el trabajador había cobrado ese mismo día.
Tras ello, Flores relató que el joven roció unos pedazos de tela con nafta de la moto de Securitas y prendió fuego al guardia, para luego fugarse caminando con la moto.
Otro de los trabajadores narró en el juicio que, por protocolo, los guardias de las canteras deben comunicarse por handy (y si no funciona, por Whatsapp) cada 50 minutos. La última vez que habló con su compañero fue a la 01:00 de la madrugada, y cuando vio que no respondía envió a un compañero –que estaba en su primer día de trabajo– a revisar si algo había pasado.
Pero a mitad de camino el guardia "no se animó" a llegar y volvió. Así que el guardia más experiente resolvió ir por su cuenta a la garita, donde encontró a su amigo –así lo definió– muerto y semicalcinado. "Yo ese mismo día salía de licencia, él salía el 7 de marzo, iba a comer un asado a mi casa con su señora", recordó con la voz entrecortada.
El funcionario solo recuerda que trató de apagar el fuego con un extintor y que luego llamó a Securitas, todo lo que sigue son "nubes". Horas después estaba internado en el hospital del BPS producto de la "intoxicación" por el humo del incendio.
La confesión de la familia
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Así fue detenido Braian por el homicidio del guardia de seguridad
Nicolás Martinelli.
Poco después la Policía llegó al lugar, y trabajó en la zona durante la madrugada. Pasadas las 06:00, un oficial del área de Homicidios empezó a recorrer la zona aledaña en busca de la moto robada, que tenía rastreo de GPS por parte de Securitas y que fue dejada en medio de una zona boscosa por el implicado.
En su testimonio, relató que en medio de la búsqueda un hombre apareció y le preguntó: "¿Están buscando a Braian?".
El hombre, que luego supo que era el padre del implicado, le dijo que el joven estaba "armado por una escopeta que le robó al tío", que se sumó a la conversación. "No está muy bien, está excitado, de hecho, hasta nos hizo saber que nos quería matar a nosotros también", le dijo el padre, antes de que el policía avisara a las autoridades que se había topado con una pista clave.
Otro funcionario indicó que, de acuerdo a lo que dijeron los familiares, el imputado tenía "muchos cambios de humor" y "era una persona muy agresiva", al punto que "le había pegado a la abuela hace unos meses atrás" cuando fue a pedirle un dinero que le tenía guardado, y hasta "le mató el perro" con "un machetazo".
"Le preguntamos si su hijo se encontraba en la finca, él dijo que sí, que tenía una pieza aparte ahí dentro del predio, le explicamos si podíamos ingresar con una inspección domiciliaria y la persona autorizó", afirmó otro de los policías que se acercó al lugar.
Minutos después, varios oficiales irrumpieron en el cuarto de Braian, al que encontraron dormido, y lo detuvieron. Debajo de su cama estaba la escopeta que robó a su tío, y en un "sobretecho" se encontraron todos los elementos que le había hurtado al guardia.
Con todas estas pruebas Flores, que sucedió en su cargo al actual ministro del Interior Carlos Negro, pidió la pena de 25 años de prisión contra el joven. Su defensa, por otra parte, afirmó que el implicado "niega los hechos tal cual los relata la Fiscalía".
Asegura que no concurrió a las canteras, mucho menos asesinó al guardia, y afirma que "las pertenencias que le fueron encontradas" las halló "tiradas en la maleza que rodea el lugar".