"El crecimiento personal acompañó al de la empresa"

¿Cuál es el balance que hace de esta temporada?

Para mí fue el mejor año, por lejos. Desde hace tres años que estoy solo e instalado, y este año fue el mejor. Me deja posicionado en el mercado. Ya sucede que cada vez me van llamando más personas, y ahora que tenemos nueva página web, pudimos observar que tiene un buen nivel de visitas. Y las redes sociales ayudan mucho también para difundir el trabajo. Toda la labor que tenemos nos ha llevado también a aumentar la cantidad de personas trabajando. El crecimiento personal acompañó el crecimiento de la empresa.

En 2015 remató armas antiguas, piezas militares, obras de arte, esculturas, documentos históricos, alhajas y relojes de colección. ¿Qué subasta fue la más destacada o la más importante?

En cuanto a difusión y como actividad económica, el remate del sábado 19 de setiembre (armas antiguas, piezas militares y documentos históricos), fue el más importante. No tuve en el año otro remate de platería criolla con ese volumen de ventas. A nivel personal también fue una satisfacción poder hacer un remate de alhajas y relojes de colección, lo cual ya me posicionó. Ya hay personas que me contactan por alhajas porque saben como fue la subasta y porque tienen información sobre los precios alcanzados. Para mi era un desafío porque era apostar a algo que nunca había trabajado. En síntesis, me gusta aprender, leer y estudiar sobre todas las temáticas que subastamos. No me cierro a ninguna categoría.

¿Qué observación hace del mercado actual en Uruguay?

Los remates tienen sus altibajos y son un tanto impredecibles. Pueden existir subastas que parecen buenas y no lo son, tanto mías como de otros colegas. El mercado sigue en actividad. Se puede ver que las casas de remates continúan haciendo remates, se presentan catálogos, algo que por la actividad y el trabajo en sí, para mi es fundamental.

¿Considera que al haber menos remates y así obtenerse cifras inferiores a años anteriores, en 2015 hubo una caída en la actividad?

Yo creo que parte de la suerte de nuestros remates depende de Argentina y Brasil. Y este año ha sido difícil para los dos. Argentina por la situación del cepo financiero, y considerando que en Uruguay se debe de pagar con dólares. Y todavía que tuvieron elecciones y cambio de autoridades. Por su parte, Brasil sufrió una crisis importante con el gobierno de Dilma Rousseff, y actualmente está complicado. Nos afecta indudablemente. Nosotros trabajamos en estos años para Argentina y Brasil. Seguro que eso incidió para que se enfriaran los remates y que frenara parcialmente las ventas. Pero considero que son rachas. En el 2015 hubo entre 15 y 20 remates de catálogo, y esa cantidad puede significar quizás entre 1.500 y 2.000 lotes buenos que salen al mercado. No creo que todo el panorama a futuro sea negro. Todo lo contrario. Veo por delante algo bueno. Y el comprar y vender tiene también sus momentos. Siento que 2016 será un año bueno, tanto para nosotros como para la relación con los clientes extranjeros.

Pero al margen de la situación de los clientes de Argentina y Brasil, ¿cómo se proyecta de cara al año próximo?

En Uruguay hay personas que trabajan para Estados Unidos, por ejemplo. Y yo estoy lentamente comenzando a trabajar para Europa. Estados Unidos está comenzando nuevamente a crecer, y siempre fue un país comprador de antigüedades. Eso es muy importante. Incluso, luego de que Estados Unidos comenzó a caer en 2008, desde allí es que empezaron a caer los valores de las antigüedades a nivel mundial. Y Europa siempre va a ser un mercado atractivo e importante, porque tienen muchas piezas interesantes y porque cuenta con muchos clientes. Y observamos que además tenemos que trabajar para Europa porque hay lotes que son solo para un mercado como el de allá. Y en el próximo año seguramente viaje hacia ese continente porque es una vía para ampliar el trabajo.

¿Y qué opina de los precios actuales del mercado local?

Los precios en relación con la platería criolla han aumentado. Cada vez más hay compradores y coleccionistas, y al mismo tiempo cada vez hay menos piezas importantes. Esto en referencia al año 2014. Esto tomando en cuenta tanto Uruguay como el exterior. Aquí en el país hay coleccionistas, y lo importante es que ellos buscan quedarse habitualmente con las piezas importantes. Eso en muchos rubros.

Aún no presentó una subasta solo de pinturas y esculturas. ¿Es una cuenta pendiente?

Sí, me encantaría. Es parte de nuestro proyecto el ir creciendo en todos lo temas. Nosotros trabajamos con esas categorías, pero es cierto que aún no hemos ofrecido un remate que sea solo de esos rubros. Hay que ir viendo como se desarrollan las cosas en el tiempo. Hemos rematado pinturas y esculturas en las subastas de platería criolla, documentos históricos y piezas militares. En abril de 2016 tendremos algunos lotes interesantes, entre ellas una figura (el gaucho lancero) de Edmundo Prati, y seguramente eso nos irá abriendo la puerta con clientes que son coleccionistas y amantes del arte que nos van a ir considerando y con el tiempo ofreciendo obras que nos permitirán ir planificando un remate.

¿Qué conclusiones sacó del remate de alhajas de noviembre pasado?

Fue una buena experiencia. Si bien hoy día el valor del oro se encuentra bajo a nivel internacional, igual nos llevó también a vender varios lotes, y entre ellos las joyas con brillantes. Tenemos muchos clientes para ese tipo de piezas, y eso mejoró la cotización de las piezas que tenían buenas piedras. Superó nuestras expectativas. El resultado obtenido nos incentivó para lo que viene en el futuro. Fue algo nuevo que hicimos, y eso nos posicionó para en el 2016 presentar otra actividad a mitad de año.

¿Qué expectativas tiene para 2016?

Las expectativas son muy buenas. Tendremos mucha actividad y propuestas. Las perspectivas son las mejores.

UN LIBRO ESPECIAL

En estas fechas se cumplen tres años de la publicación del libro Alfredo Zorrilla de San Martín (1927-1990), que trata la vida y obra de ese artista. Bajo la coordinación y producción de Marcelo Ruvertoni y del rematador Sebastián Zorrilla de San Martín, y con textos de Magdalena Herrera Vidiella, la publicación ofrece 190 páginas con fotografías, dibujos y comentarios de la vida de quien fuera abogado laboralista, pero con el arte como pasión. Zorrilla explica que Alfredo, que era primo hermano de su abuelo, estaba por fuera del circuito artístico, esto por decisión propia. Sus referentes en el arte fueron Pedro Figari, Joaquín Torres García y Rafael Barradas, mientras que también admiraba el estilo de Wassily Kandinsky y de Paul Cézanne. "Su obra refleja lo que era él, lo que vivió de joven. El deporte, la familia. Era un señor, con decir que pintaba de traje y corbata". El rematador considera que lo mejor de la obra de Zorrilla se ubica entre los años 1960 y 1980, y que su principal mercado era Argentina. "Su obra la defino como una gran iconografía informal", dijo el rematador. El libro fue declarado de interés nacional por el Ministerio de Educación y Cultura.