Todo comenzó cuando Melanie Perkins —una profesora de diseño gráfico australiana— se dio cuenta de que sus alumnos tenían dificultades para completar algunas tareas básicas. Fue así que, junto a dos socios, creó esta herramienta que puede ser utilizada online por cualquier persona con un mínimo de buen gusto o sentido común. El resultado será un producto de diseño con apariencia profesional. Para el 2013, el proyecto había logrado alzarse con 3 millones de dólares por parte de inversores y la maquinaria se puso en marcha definitivamente.
Una alternativa es entrar a Canva.com o bajar la aplicación y registrarse de las maneras usuales: a través de las redes sociales o ingresando una dirección de correo electrónico. Todo el procedimiento es gratuito. Luego que estamos adentro, podremos elegir entre una infinidad de formatos que, por lo general, cubren cualquier necesidad que tengamos en materia de diseño gráfico. Algunas de las opciones son: post de Facebook, fotografías en tamaño específico para Twitter, documentos en hojas A4, volantes, gráficos con medidas para la red Pinterest, presentaciones en tamaño (16:9), fondos de escritorio, tarjetas para bodas, menús de restaurantes, tapas de revista, invitaciones a eventos y muchas más.
Luego de elegir el formato que precisamos, Canva ofrece un lienzo en blanco donde podemos colocar las fotos de nuestra propia colección o podemos utilizar las fotografías profesionales que la empresa ofrece. En caso de querer utilizar una de las fotografías de Canva, tendremos que pagar un dólar por cada una. Además, el servicio ofrece templates con estéticas hermosas y es muy sencillo adaptar cada letra o color a lo que imaginamos. Canva nos va guiando. En materia de templates, existen dos tipos: los básicos y los pagos. Los básicos son aquellos que pueden manipularse gratuitamente y que podemos bajar a nuestra computadora. Los pagos también pueden manipularse pero para bajarlos se debe pagar un dólar o bajarlos con una marca de agua que dice CANVA y que, francamente, queda bastante fea.
Canva ofrece hacerle a cada template cambios en el color, el tamaño, la forma, la fuente, la transparencia de las fotografías con respecto al texto, y un sin fin de variedades que se manejan de manera intuitiva. Y ese es el secreto del sitio: cualquiera puede hacerlo. El buen gusto y la herramienta los ponen ellos. Lo único que se precisa es saber qué se quiere decir. Una vez que obtenemos el resultado deseado, podemos bajar el diseño en diferentes formatos como PDF o JPG, dependiendo del documento y de la calidad. Sin embargo, nuestra pequeña obra de arte queda guardada en Canva y puede modificarse cada vez que lo deseemos. A veces, si solamente precisamos cambiar una fecha en el afiche de un evento es cuestión de entrar a la app y retocar el documento.
Algunos usuarios no se conforman con superponer imágenes y letras. Para ellos Canva posee una "escuela de diseño". Se trata de tutoriales simples que ayudan a realizar obras que, de otra forma, serían imposibles para quien no tiene idea de diseño gráfico. Las infografías son un ejemplo. La aplicación provee los modelos y lo único que debemos hacer es cambiar imágenes, letras, y todo lo que haga que el diseño se ajuste a lo que imaginamos.
Además, existen paquetes para docentes o empresarios que quieran enseñar un manejo más avanzado de Canva dentro de sus salones de clase o de sus empresas. Utilizarla sería un buen elemento para combatir la llamada "muerte por Power Point", que consiste en aniquilar a todo un auditorio a base de presentaciones visuales de mala calidad. El auditorio termina muriendo de sueño o chequeando en Twitter qué ha pasado en el mundo.
Canva ofrece un plan para empresas en las cuales se pueden asignar diferentes roles con atributos en cuanto al diseño. En ese caso, por cada miembro se debe pagar unos 10 dólares por mes en el caso de un pago anual y 13 dólares si el pago es mensual.
• Lo importante es saber lo que uno quiere diseñar, la herramienta se encarga del resto. No hacen falta estudios en diseño gráfico pero, sin dudas, ayuda.
• Puede ser 100% gratis si elegimos los templates gratuitos y utilizamos nuestras propias imágenes que quedan guardadas en los servidores de Canva.
• Pueden diseñarse afiches o publicaciones para redes sociales en cuatro minutos.
• Canva da a elegir decenas de templates, cientos de colores y suficientes fuentes como para encontrar la identidad de nuestras creaciones.
• Guy Kawasaki, antiguo ejecutivo de Apple, es el jefe evangelista de Canva y, por ende, el encargado de llevar por el mundo el lema "democratizar el diseño".
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