Las autoridades estadounidenses coinciden en admitir que Syed Rizwan Farook (28) y su presunta esposa, Tafsheen Malik (27), nunca llegaron a figurar en cualquier lista de atención especial de los organismos de seguridad, según información de la agencia AFP. Ambos fueron los responsables de la muerte de al menos 14 personas el miércoles por la tarde en un complejo residencial y de oficinas en San Bernardino en California.
El matrimonio se habría conocido por internet y casado recientemente en Arabia Saudita, según dijeron fuentes cercanas al diario Los Angeles Times. A su vez, tenían una niña de seis meses y, según conocidos, "estaban viviendo el sueño americano".
Jarrod Burguan, jefe de la Policía local de San Bernardino, relató que la pareja dejó a la niña con los abuelos paternos antes de los ataques.
Farook habría nacido en Estados Unidos y sus padres serían de origen paquistaní. La BBC publicó que este hombre llevaba trabajando un tiempo para el Departamento de Salud de San Bernardino como inspector ambiental y de bromatología. Como parte de su trabajo, Farook inspeccionaba piscinas, restaurantes y viviendas. La CNN publicó que obtuvo ese trabajo gracias a sus estudios en salud medioambiental, carrera de la que se licenció en 2009 en la Universidad de California.
Compañeros de trabajo de Farook explicaron al portal de noticias británico que "era un musulmán devoto, pero que pocas veces discutía asuntos religiosos en el trabajo".
De Malik, la esposa, se sabe muy poco. La mujer, de 27 años, no nacida en Estados Unidos, llevaba un perfil muy bajo, según medios estadounidenses.
El día de la masacre Farook había estado en una fiesta organizada para trabajadores en el Centro Regional Inland, que atiende a pacientes con discapacidades mentales, aunque aparentemente se retiró después de algún tipo de discusión.
Sin embargo, retornó más tarde acompañado de su esposa, y ambos vestían ropa de combate y portaban armamento pesado.
"Basado en cómo estaban equipados, tuvo que haber habido algún tipo de planificación. No pienso que solamente fueron a casa, se pusieron la ropa y tomaron las armas en un arrebato momentáneo", dijo el jefe de Policía, Jarrod Burguan.
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