Cuphead y Mugman son dos hermanos que, desoyendo los consejos de su tutor Elder Kettle, van al casino cercano donde son presa del frenesí de la mesa de dados. Pero lo que los hermanos ignoran es que el casino es propiedad nada menos que del Diablo y pronto una apuesta aventurada les hará perder sus almas frente a Satán. Pero este se "apiada" de sus jóvenes víctimas y les propone una alternativa: tienen hasta las 18 horas del día siguiente para buscar y conseguir las almas de aquellos deudores que se le han escapado, entidades poderosas que viven en la Isla de Tinta. Así, los dos hermanos vivirán una carrera contra el tiempo por sus almas.
Salvar las almas
Desarrollado y producido por Studio MDHR Entertainment,
Cuphead es el primer juego de los hermanos Chad y Jared Moldenhauer, quienes vienen pujando por su edición desde 2010.
Tradicionalmente es un juego
run-and-gun –simplemente hay que correr y disparar hasta enfrentar al jefe final de cada pantalla o plataforma– pero lo que lo distingue de sus competidores es su apariencia y presentación. Inspirado en los dibujos animados de la década de 1930, especialmente en la labor de los estudios Fleischer o la obra de Grim Natwick y Willard Bowsky, creadores de Betty Boop y Popeye, respectivamente, cada mundo o pantalla es un goce para los sentidos, ya que la animación es maravillosa y se acompaña por una pegadiza banda sonora.
"Sabemos que es un juego retro", admitió Chad Moldenhauer en una entrevista, "pero sobre todo en materia de jugabilidad y no tan así en cuanto a su historia. Queríamos evitar el clásico planteo de 'salvar al mundo/salvar a la princesa' y volver su historia más comparable a la trama de las animaciones de los años 30 a la que nos estábamos remitiendo. Entendimos que antes que un héroe que salva el mundo,
Cuphead es más un sujeto que no puede estar sin meterse en problemas. Y aunque él se crea sus propias dificultades, no se puede no hinchar por él".
Lo cierto es que eso le implica al jugador enfrentar los muchos desafíos que
Cuphead va encontrando y, quien sabe si para mantenerse en el mismo espíritu "retro" que reconocen sus creadores, son desde el comienzo desafíos dificilísimos.
A priori, cualquier gamer que haya jugado un
run-and-gun sabe que simplemente hay que encontrar la mecánica y la secuencia en que los enemigos se presentan para vencerlos, pero
Cuphead propone cambios aleatorios ante cada intento, lo que hace –prácticamente– imposible adivinar los ataques de las gigantescas verduras malignas, los malvados hermanos sapo o las nubes que cobran las más variadas y amenazantes formas. Como contrapartida, contamos con vidas infinitas para hacer todos los intentos que deseamos y no perdemos ni las armas ni los recursos conseguidos antes de cada derrota.
Obra de arte
El amor de los hermanos Moldenhauer para con su juego se nota en cada aspecto del mismo. Apoyados además por el ilustrador y animador Jake Clark, los hermanos realizaron personalmente el diseño del juego y reclutaron al jazzero canadiense Kristofer Maddigan para realizar la incomparable banda sonora.
Ya disponible para Microsoft Windows, Xbox One y
Steam,
Cuphead permite formato multijugador –donde se combina el esfuerzo de los dos hermanos– o jugador único.
Cualquiera de las dos experiencias se consagran dentro de lo mejor que vamos a encontrar en
videojuegos este año.
Una maravilla de ver, escuchar y jugar.