El aumento de la salinidad en el agua de OSE afecta a los hipertensos, a los bebés que toman fórmula, a las mascotas y también a las plantas.
"Debido a que el sodio interfiere con la capacidad de la planta para absorber agua, puede hacer que la planta se deshidrate y haya que tener mayor cuidado con revisar los riegos", dice Pablo Machado, director de la escuela de jardinería y paisajismo Jardín Urbano.
Por otro lado, Ana Lucía Espinosa del Vivero Pikaflor cierra cada venta advirtiéndole al cliente: "regá con agua de lluvia, hacé lo posible para juntar agua de lluvia".
El Ministerio de Salud Pública (MSP) autorizó la medida de OSE ante el déficit hídrico y la necesidad de acudir a aguas más saladas: el límite de sodio pasó de 200 mg/L a 400 mg/L y el de cloruro de 280 mg/L a 700 mg/L.
En diálogo con El Observador, Machado y Espinosa explicaron cómo estos componentes actúan en plantas y flores, a cuáles afecta más y qué recomiendan para protegerlas del exceso de salinidad.
"Un alto tenor en sodio debido a procesos químicos hace que la planta absorba menos otros alimentos minerales como el calcio, el magnesio y el potasio", explica Machado.
Las hojas pueden quedar marrones y amarillas y luego se marchitan.
"Una florcita se estresa, gasta mucha energía en esa absorción de agua que la misma sal se lo va quitando", aporta Espinosa. "Si bien el sodio y el cloruro está en la tierra y la planta lo puede absorber, cuando hay exceso hace mal", continúa.
Para la dueña del Vivero Pikaflor, el cambio en las aguas de OSE "se nota en los cultivos, en el desarrollo, en la tierra que cuando hay exceso de salinidad se resquebraja, pierde permeabilidad, queda muy seca".
"Cuando hay mucho sodio se nota en el desarrollo, crecen bastante menos los frutos".
El cloruro, por su parte, provoca malformaciones, necrosis, "hace como si estuviera quemada la planta, las hojas se arrugan, se enrollan", sostiene Espinosa.
Sin embargo, pese a las consecuencias de la salinidad en las plantas, el director de Jardín Urbano recuerda que con el otoño muchas plantas "comienzan a ponerse feas y van a morir" y que esto es frecuente que suceda por la época del año. Para Machado no hay que "alarmarse" y en cambio pide tratar de reconocer cuando una planta está quedando fea debido a su ciclo vital.
"A muchas plantas de exterior se les deteriora el follaje, dado que son caducas o simplemente por el comienzo de los fríos. Por ejemplo, los árboles caducos –tilos y paraísos–, en arbustos las coronitas de novia y las hortensias, a nivel de florales se ponen feas casi todas las flores de estación cálida: los copetes y las petunias, por ejemplo".
Otras plantas, en cambio, sí pueden verse especialmente afectadas por el cambio en los niveles de salinidad.
"Hay plantas más sensibles al sodio", afirma Machado. "Las plantas que pueden mostrar señales de sufrimiento son los citrus –limoneros, naranjo, tanjerinos–, las camelias, azaleas, hortensias, jazmines, malvones y geranios".
"En el caso de las rosas veremos si hay problemas en la primavera, cuando rebrota. En este momento están caducando y se comienzan a deteriorar las hojas de manera natural", indica.
Además, "en interiores pueden existir problemas de decoloración en anturios, lirio de la paz, y violetas africanas".
La dueña del Vivero Pikaflor señala también las hortalizas "que crecen en dos, tres meses". "Te va a afectar, va a crecer mucho más lento, el suelo va a perder humedad", asegura.
Espiona da más ejemplos de casos donde el agua salinizada daña las plantas. "Una orquídea ni se me ocurre regar con el agua ésta. Sale olor a cloro de la canilla", advierte. Incluso, "a veces hasta recomiendo usar agua filtrada o mineral en algunas plantas muy exóticas", añade.
La dueña del vivero siempre recomendó que se regara con agua de lluvia, "pero ahora mucho más".
Las recomendaciones del director de Jardín Urbano ante el aumento de salinidad coinciden.
Machado dice que en el caso de que llueva se debe juntar en un recipiente el agua de la lluvia para luego utilizarla. "En el caso de plantas de interior o plantas en maceta bajo techo, patios y porches si no se dispone de agua de lluvia, regar con agua destilada comprada en droguerías hasta que mejore el agua de OSE".
Por otro lado, "si no se dispone de agua de lluvia para regar en plantas en suelo en exterior o macetas grandes, regar lo mínimo indispensable con agua de OSE".
En todo caso, si se riega con agua de OSE, Machado recomienda tratar de dejarla reposar en un recipiente por 24 horas, lo que permite que el cloro se evapore.
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