Agua salada en clave política: el rol de Lacalle, el perfil de Cosse y lo que eligió Orsi

"Tenemos que bajar la pelota al piso, colaborar en serio y dejar de hacer política menor".

"Política menor". El concepto lo usaron en los últimos días el presidente, Luis Lacalle Pou, y seis días después la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse. Aunque lo hicieron parados desde veredas políticas diferentes, los dos lo hicieron en referencia a los reproches entre oficialismo y oposición por Casupá, Arazatí, el Antel Arena y la crisis por la falta de agua dulce en la capital y el área metropolitana.

En las últimas semanas el gobierno nacional y los departamentales de Canelones y Montevideo se reunieron y presentaron –por separado–acciones para asegurar el abastecimiento de agua a la población, pero también buscaron espacios para hacer su propio juego político. 

Antes de que el presidente Lacalle Pou hablara públicamente de la falta de agua, pero luego de que la ministra de Salud Pública, Karina Rando, anunciara que había autorizado incrementar los niveles de sodio en el agua de OSE, Cosse optó por marcar la cancha y la comuna empezó a hacer sus propias mediciones de la calidad del agua en las policlínicas municipales.

Por esos días, a principios de mayo, Cosse comenzó a transmitir un mensaje: preocupación, disposición de la Intendencia de Montevideo (IM) para colaborar y que había "negacionismo" de parte del gobierno sobre el asunto. Además de medir la calidad del agua, la IM comenzó llevar bidones y a recetar agua embotellada a algunos grupos que lo precisaran, mediante una consulta en las policlínicas.

Lacalle Pou aclaró que la medida, que no fue en coordinación, no le molestó. "Si la Intendencia de Montevideo tiene a su alcance esta posibilidad, ¿cómo me va a molestar? Al revés. Me parece que todos tenemos que ayudar, es justamente lo que estamos reclamando", dijo en una rueda de prensa.

Al día siguiente el gobierno reunió al Ministerio de Salud Pública, al de Ambiente, al de Desarrollo Social y a las autoridades de OSE. La reunión la encabezó el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado.

En ese encuentro se gestó la primera medida: "Garantizar el costo equivalente a 2 litros de agua por día durante un mes" a menores de 2 años que reciben asignaciones del Plan de Equidad, mujeres embarazadas que reciben asignaciones familiares y miembros del plan de enfermedades crónicas del MIDES.

Mientras tanto, el intendente de Canelones –departamento que también está siendo afectado por la falta de agua–, Yamandú Orsi, no había entrado en la conversación pública que se gestaba, cada vez con más fuerza, en el debate sobre el agua salada.

El viernes 13 de mayo, cinco días después de que la IM comenzara a analizar el agua de las policlínicas y tres días después de que el gobierno definiera otorgar agua embotellada a los usuarios del Mides, Orsi eligió llevar a la agenda pública, por segunda vez, las irregularidades de las areneras que, según la Intendencia de Canelones, cambian el curso de agua del río Santa Lucía.

"En estos momentos de crisis por falta de agua no podemos dudar en frenar los atropellos. Actúan de noche, frenan y modifican el curso del río. Pongamos todo el peso del Estado para controlar nuestro río Santa Lucía. Actuemos ya. No podemos quedarnos de brazos cruzados", escribió el intendente a través de Twitter.

En febrero el intendente llevó la denuncia a la Torre Ejecutiva y el Ministerio de Industria multó y clausuró a una arenera.

El lunes 15 de mayo el gobierno convocó a otra reunión, pero esta vez sumó a Cosse, Orsi y al intendente de Lavalleja, Mario García.

Al encuentro tampoco asistió Lacalle Pou ni Álvaro Delgado y las ausencias fueron motivo para que el intendente de Canelones se mostrara crítico. "Uno viene a Presidencia y yo pensé que iba a estar el presidente de la República o por lo menos el secretario. Fue una reunión en la órbita del Ministerio de Ambiente", criticó Orsi.

Al salir de la reunión, Cosse dijo que no iba a entrar "en la chiquita" cuando la prensa le consultó sobre el dinero que se destinó a la construcción del Antel Arena y el proyecto de la represa de Casupá, que quedó pendiente durante los gobiernos del Frente Amplio. La intendenta, al igual que Orsi, criticó al gobierno: "Hubo un muy mal manejo de una crisis que ya se veía venir", dijo. Sin embargo, días después fue consultada por la crítica que hizo Orsi por la ausencia de Lacalle Pou en la reunión y respondió que le llamó más la atención que no hubiese asistido Delgado.

Protagonismo y perfil bajo

El presidente Lacalle Pou solo se refirió al déficit hídrico el 10 de mayo ante la prensa, pese a que asistió a otros eventos públicos después. A diferencia de la pandemia, Lacalle le cedió la posta a su secretario de Presidencia, Delgado, quien coordinó con los ministerios y encabezó una conferencia de prensa el 17 de mayo, donde anunció medidas y aseguró el suministro de agua con los niveles de sodio actuales.

Desde el Frente Amplio (FA) criticaron "la ausencia" de Lacalle Pou. "No entendemos que el presidente esté ausente del tema más importante que tienen hoy casi dos millones de uruguayos. ¿El problema es que se está cuidando la imagen del presidente? ¿Esa es la prioridad? ¿O la prioridad es cuidar la imagen del agua y dar tranquilidad a la sociedad uruguaya?", se preguntó este viernes el presidente del FA, Fernando Pereira.

Los intendentes frenteamplistas tomaron perfiles diferentes ante el tema de la semana. El perfil alto que mostró Cosse se vio hasta en lo simbólico: al salir de la reunión en la Torre Ejecutiva, la intendenta dio una rueda de prensa en el mismo edificio y rodeada de micrófonos. Mientras que Orsi optó por dar sus declaraciones afuera, por la calle San José, y a la comunicación oficial de la Intendencia de Canelones.

Orsi dijo que en la reunión propuso que "se exonerara, por lo menos, el consumo para un producto que no es el que nosotros pagamos que es el agua, que la gente paga. Además, creemos que estamos en una situación particular, por lo menos de emergencia. Veremos si se acepta eso". Además, exigió mostrar los datos de OSE a la población y controlar los precios del agua embotellada, aunque aclaró que para él "la principal es que la gente no pague" por un servicio que no se le está dando. 

A la misma reunión acudió Cosse con un listado de 20 medidas y habilitó un canal de comunicación para que los ciudadanos puedan ofrecer sus pozos de agua que la IM analizará y le transferirá a OSE para que pueda sacar agua de allí a través de camiones cisterna.