El domingo le hizo un golazo a Cerro. Dos fechas atrás se enfrentó por primera vez contra su hermano Federico y perdió 3-2, pero también anotó un gran gol. Agustín Pereira, lateral de 22 años de Racing, atraviesa su mejor momento en el Cervecero y se ilusiona con seguir en Primera.
Los Pereira son de Colón. Federico fue el tapado de la fecha para Referí tras la segunda etapa del Clausura 2020, luego de anotarle un doblete a Deportivo Maldonado en el Campus. Ahora el protagonismo le toca a su hermano menor, Agustín, quien suma dos goles en sus últimos tres partidos en 16 de los 18 encuentros que Racing lleva en el presente Campeonato Uruguayo.
"El equipo viene jugando bien hace ya tiempo, pero no se no estaban dando los resultados. Con Liverpool estuvimos cerca de llevarnos algo, pero no se nos dio", dijo Pereira a Referí. Después llegaron dos triunfos consecutivos que sacaron a los de Sayago de zona de descenso: 4-1 a Plaza Colonia y 2-1 a Cerro. Dos rivales directos en la tabla de abajo.
El domingo (12.30 en el Capurro) visitarán a Fénix, otra final por puntos calientes por el descenso: "Es un clásico y un rival directo. Va a ser otra final. Ya desde juveniles te lo hacen saber, que es un partido importante para la institución. La hinchada te lo hace sentir también", afirmó.
Su presencia en ese partido está muy comprometida por las llagas que lo afectaron tras el cotejo ante Cerro.
Federico y Agustín se formaron en Libertad Washington, en el corazón de Colón. Empezaron juntos. En cinco minutos, su madre Andrea los cargaba en la moto desde la terminal Colón y los llevaba a todas las prácticas en la calle Victoriano Álvarez y también a los partidos. Su padre trabajaba muchas horas, pero en los partidos nocturnos se transformaba en el otro pan de un sanguche de gurises que se trasladaban en el ciclomotor a los encuentros del baby.
"Mi hermano es generación 2000 y yo 2001. Empezamos a jugar con más grandes, con la 1999. En casa rompíamos todo", recordó.
El patio de la familia era chico. Al frente, el portón hacía de arco y se fue desvencijando a fuerza de pelotazos. El vidrio de enfrente se rompió más de una vez.
"Cuando llovía, jugábamos en el living. Con pelotas de papel y de medias. Los resbalones eran bravos. Y se jugaba a morir".
"El baby me dejó amistades para toda la vida. Jugué en la Liga La Teja-Capurro y en la Liga Uruguaya. Mi madre nunca nos metió presión con gritos ni nada. Uno de chico no se da cuenta de esas cosas. Pero una vez le gritaron a un compañero y no me gustó", contó.
Un amigo en común, Franco Fernández, se fue a probar a la escuelita de Liverpool. Federico siguió sus pasos y terminó fichado. Luego le tocó a Agustín que hizo Séptima en los negriazules.
"En Liverpool no jugué mucho. Eran todos grandes y me sacaban mucha ventaja en los físico". Llegó como volante central, pero el entrenador lo puso de lateral y se quedó a vivir en el puesto. "Quise seguir en Liverpool, empecé Sexta, pero como tampoco jugaba me fui a Racing donde tenía muchos amigos de Libertad Washington que habían empezado formativas ahí"
Daniel Baldi fue su primer entrenador ahí y el que lo hizo fichar.
Con el Topo Fernando Rosa se perfeccionó en la técnica de marca.
Sin embargo, su llegada al primer equipo fue muy complicada por el último filtro que tuvo que superar.
Pereira tenía entonces 20 años y Racing estaba en Segunda División donde no hay campeonato de Tercera, para esos jóvenes prospectos que aspiran dar el último paso hacia el profesionalismo.
"El plantel era grande, había muchos jóvenes que no tenían lugar en Primera y no sabíamos qué iba a decidir la SAD con nosotros. Era tal la incertidumbre que me fui a probar a la Tercera de Plaza Colonia. Estuve dos semanas, me querían, pero cuando fui a firmar los papeles me llamaron de Racing para decirme que había siete juveniles que iban a ser subidos a Primera para sumarse al equipo y ser evaluados por el cuerpo técnico. No era seguro, pero decidí quedarme en Montevideo donde está toda mi familia".
De esos siete jugadores, el entrenador Damián Santín eligió a tres: El golero Brian López, el volante central Enzo Suárez y a Agustín Pereira, protagonista de esta historia.
"Cuando llegó el último partido de la fase regular, contra Juventud, Santín me hizo debutar. Teníamos que ganar para clasificar a playoffs. Y ganamos. Los primeros minutos fueron de mucho nervio, pero después me fui afianzando y los compañeros me transmitieron mucha confianza". Fue el 23 de noviembre de 2021, en el estadio Charrúa.
En los playoffs, Racing venció a Central Español pero luego perdió la final contra Defensor Sporting. En 2022 el equipo de Sayago fue campeón de punta a punta y logró su anhelado regreso a Primera, donde había descendido en 2019.
Ese año hizo su primer gol, contra Progreso, en una jugada de pelota quieta.
El entrenador argentino Gustavo Fermani arrancó el Apertura con el también argentino Franco Paredes, ex River Plate, como lateral derecho titular. Pero rápidamente, Pereira se quedó con el puesto.
"Fermani tiene un estilo nuevo para nosotros, no lo conocíamos, no es del medio y fue implementando su idea y el equipo la lleva bien. En la semana mucho hincapié en la intensidad y nos cambió la forma de trabajar. Nuestros entrenamientos son de tres horas y es un entrenador que me dio confianza. Antes del inicio del Intermedio tuvo una charla que me motivó porque me dijo que me veía en buen nivel y que tenía que seguir así".
"A Cavenaghi lo vemos más seguido este año, te da un plus tenerlo. Muchas veces nos felicita y nos habla de los partidos", contó.
En la primera fecha del Intermedio, los Pereira se enfrentaron. Nunca habían jugado entre sí en formativas y en el Apertura, Federico no jugó en Liverpool, por lesión.
La familia se tuvo que dividir. Andrea, la madre, y la hermana chica de los Pereira, fueron a la tribuna de Racing.
El padre y la hermana grande fueron con la gente de Liverpool. Pero quedaba la abuela Marianela, conocida en la familia como Cocó. Fue quien felicitó a Federico, alambrado mediante, cuando este conquistó el Torneo Apertura 2022 con Liverpool, en Belvedere, tras triunfo ante Fénix. Los hermanos hicieron un sorteo y Cocó terminó en la tribuna de Racing.
La cosa se equilibró porque las primas de los Pereira, que son hinchas de Liverpool, fueron a apoyar a Federico. El abuelo iba a ir también a la tribuna negriazul, pero se enfermó y no fue a la cancha.
"Tuvimos una charla previa en la que nos dijimos que no importaba el resultado, que lo disfrutáramos y que gane el mejor. Le hice un gol, pero marchamos. Solo en pelotas quietas nos cruzamos, pero yo marcaba a Lucas Lemos. Nos saludamos antes, pero después te metés en el partido y te olvidás de todo", reveló Agustín quien también dijo que Federico le pidió datos en la semana previa pero que obviamente no le pasó información alguna.
Agustín terminó el liceo y el año pasado empezó en la Asociación Cristiana de Jóvenes la tecnicatura en fitness, de la cual le quedó una materia que buscará dar en los próximos meses, así como también empezar a cursar el segundo año.
En Racing tiene contrato hasta fines de 2024. Agustín mira mucho fútbol. En su puesto le gusta Trent Alexander-Arnold de Liverpool y en el medio local Juan de Dios Pintado, Pedro Milans y Gastón Martirena. También su hermano, aunque ahora está como zaguero. "Me habla siempre y me corrige cosas". Juntos, disfrutan este presente en el profesionalismo con la misma pasión con las que destartalaban el portón de casa y se amontonaban atrás de la pelota en el Libertad Washington.
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