Una ola de incendios dejó al menos 29 muertos en
California, según informó
Washington Post. La mayoría de las muertes ocurrieron en Sonoma y fueron por inhalación de humo. En todo el estado, además, 20.000 personas desplazadas continúan fuera de sus casas.
Según las autoridades estadounidenses, hay 22 incendios que podrían ocasionar más daños. Por la gravedad de estos focos, el presidente estadounidense, Donald Trump, declaró a California en estado de emergencia y comenzó a movilizar recursos federales contra el fuego.
Según informó El País de Madrid, el mayor desastre se concentra en Santa Rosa, ubicada a una hora de San Francisco. El fuego destrozó la zona rural y vinícola de Mendocino, Sonoma y Napa.
Por ahora, el fuego consumió al menos 68.000 hectáreas.
El condado de Sonoma, además, recibió más de 1.000 llamados por personas desaparecidas y aún no se pudieron contactar a 400, informó Washington Post. Los incendios destruyeron vías de
comunicación y postes de luz, sin embargo, las autoridades están confiadas en que la mayoría será eventualmente encontrada.
Además del fuego en Santa Rosa, el incendio que más preocupa a los servicios de emergencia es el de Anaheim, al sur de Los Ángeles. A pesar de que las autoridades confirmaron que el 45% de las llamas estaban controladas, el fuego consumió al menos 3.200 hectáreas.
Según la agencia forestal y contra incendios de California (
Cal Fire), solo en 2016 se registraron casi 7.000 focos, que afectaron a un área de 228.000 hectáreas. La situación no es casual. A lo largo de la historia, el estado sufrió grandes siniestros de este tipo.