El general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, afirmó a la emisora W Radio este viernes que “unas 200 de las 220 personas que se fugaron de las cárceles ecuatorianas durante la violenta arremetida del narco de los últimos días fueron recapturadas por las autoridades de Ecuador, pero hay 20 prófugos de los cuales estamos muy atentos. Y agregó que, “entre ellos, es posible que se encuentre en nuestro territorio el narcotraficante Adolfo Macías, alias Fito”.
Al ser consultado sobre la presencia del criminal más buscado de Ecuador en territorio colombiano, Giraldo dijo que "es posible, pero nosotros tenemos un dispositivo amplio para llevar a cabo la captura efectiva de este terrorista”.
Al mismo tiempo, las Fuerzas Armadas de Colombia monitorean a Fabricio Colón Pico, líder de la pandilla Los Lobos, que se fugó de prisión luego de que la fiscal general ecuatoriana Diana Salazar lo acusara de planificar un atentado en su contra.
Para evitar el paso de los delincuentes, Colombia militarizó el miércoles la frontera con Ecuador, el país azotado por la violencia de bandas del narcotráfico que esta semana provocaron al menos 16 muertes y más de un centenar de secuestros.
Giraldo señaló que “la prioridad es cerrar el paso de estos cabecillas y de estos grupos armados para desbaratar cualquier intento de querer pasarse a territorio nacional”.
Para el comandante militar, la banda los Choneros, liderada por Fito, y otras organizaciones criminales de Ecuador, como los Tiguerones, que operan en la provincia fronteriza de Esmeraldas, tienen "una relación estrecha" con grupos armados colombianos como el Frente Oliver Sinisterra (FOS), una disidencia de las extintas FARC que opera del lado colombiano.
El FOS, entre marzo y abril de 2018, cuando lo lideraba el después abatido Walter Arizala, alias Guacho, secuestró y asesinó a un equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio.
El presidente ecuatoriano Daniel Noboa anunció la "repatriación" de 1.500 colombianos presos para reducir el hacinamiento en las cárceles de su país, pero
la medida cayó mal en el gobierno izquierdista colombiano de Gustavo Petro, que la considera una "expulsión masiva" y problemática pues muchos presos quedarían en libertad del otro lado de la frontera.
(Con información de AFP)
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