Aparece un oso hormiguero en la calle principal de Artigas

Su casa está ubicada en la Avenida Lecueder, la calle principal de la ciudad artiguense. A esa altura de la madrugada, alguien había visto pasar el oso hormiguero por la zona y había ingresado en la casa de Sergio. Por eso, llamaron a la Policía para que lo pudieran rescatar. Los policías entraron por el garaje y lo vieron al animal arriba de un árbol. 

Inmediatamente, llamaron a Javier Ferreira, director del zoológico de Artigas, para que ayudaran a rescatarlo. Llevaron una jaula y, luego de 45 minutos, el animal pudo ser atrapado.

Un equipo de veterinarios detectó que el animal presenta lesiones. Luego de ser curado, se prevé volver a lanzarlo a la naturaleza con la ayuda de funcionarios del bioparque M'Bopicuá, más capacitados en sus cuidados ya que tienen un plan de conservación de esta especie. Todos estos procedimientos se realizan con la anuencia del nuevo Ministerio de Ambiente.

¿Aparición rara?

La aparición de osos hormigueros no es tan habitual en lugares urbanos, dijeron expertos consultados por Cromo.

"A veces realizan desplazamientos en busca de alimentos y cometen el error de meterse en pueblos y ciudades. No es raro. Hemos rescatado a varios en pueblos y ciudades", contó Juan Villalba-Macías, coordinador del bioparque M'Bopicuá.

Según dijo, rescataron ejemplares de esta índole en los últimos años en Cerro Chato, en la ciudad de Treinta y Tres, también en Cerro Largo y pueblo Sequeira y hasta en la rambla de Artigas. "También se encontró en el ámbito semiurbano en Young", comentó Villalba-Macías. En todos esos casos, se acordó la liberación de esos animales en zonas un poco más apartadas de donde habitan los humanos. 

En enero del año pasado fue hallado en la playa de Punta Rubia, en Rocha, lo que sorprendió a decenas de turistas. La primera vez que se registró su avistamiento en Uruguay fue en 1972, según lo especifica un informe de 2018 del Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo en colaboración con el bioparque M’bopicua en Río Negro. 

Si bien no hay estudios poblacionales, un estudio del parque M'Bopicuá estima que el oso hormiguero está presente en 36 localidades de todo el país. "Está mucho más de lo que la gente piensa", dijo.

Qué se hace para conservarlo

El oso hormiguero es un animal que no es agresivo. No tiene dientes. Su boca es un tubo porque se alimenta exclusivamente de hormigas. Tiene garras y cuando él se siente atacado, se sienta en sus patas posteriores y con sus patas delanteras trata de defenderse. Con especies no muy grandes puede hacerlo. El problema es cuando perros de gran tamaño lo terminan matando como ha sucedido en Uruguay en alguna oportunidad.

Cumple un rol ecológico fundamental: el control natural de hormigas. Un ejemplar, que llega a vivir unos 18 años, llega a consumir unas 10 mil hormigas por noche. 

El M'Bopicuá tiene un plan de conservación en donde habitan una docena de osos hormigueros de los cuales se apunta a liberarlos a la naturaleza a mediano plazo. En este lugar no tienen capacidad de alimentarlos con hormigas y se les da una dieta sustitutiva: son 10 componentes diferentes que incluye una ración que se le da para crías de gatos, banana, vitamina K, leche deslactosada, miel, licuado.

Cuando sean lanzados, tienen previsto para hacerles un seguimiento satelital. ¿Qué significa esto? Se les colocará un collar que tendrá un radioemisor, que permitirá saber donde se encuentra el ejemplar. De esta forma, aprenderán más sobre su biología y cómo el animal se comporta.

"Si queremos preservar la naturaleza, primero hay que conocerla", concluyó Villalba-Macías.