Arte moderno de calidad en la galería Xippas

Yamandú Canosa tiene un prestigio bien ganado en la escena de las artes plásticas de Barcelona, donde reside desde hace 37 años. El año pasado la Fundació Suñol expuso una retrospectiva que antologó el trabajo de veinte años del artista. Cuatro años antes había recibido su homenaje en Uruguay, cuando recibió el premio Pedro Figari 2007, en reconocimiento a su trayectoria.

Canosa es autodidacta. Si bien cada tanto accede a dar charlas y compartir su experiencia, se declara “escéptico” en cuanto a la enseñanza del arte. “Creo que el conocimiento requiere de iniciativa propia. Yo aprendí mirando, leyendo, viviendo, pintando”.

De alguna manera se considera un amanuense de la musa: “Mi proceso creativo está hecho de mucha emoción y mucha intuición. La parte consciente es mucho menor. Las obras son como afloramientos. Son obras que piden ser pintadas. Tuve que aprender a leer todo un mundo intuitivo que me habla desde un lugar muy central. Trabajo creyendo que soy el autor cuando en realidad soy un instrumento”, explica el artista.

La experiencia adquirida desde que a los 21 años emigró a Barcelona es fundamental para que el tránsito entre la intuición y la obra sea, a esta altura, tan fluido. “En Barcelona el techo es inalcanzable –ilustra–, la calidad es altísima y el nivel de exigencia es muy alto. Yo aprendí muchísimo con el público, mucho más que con la crítica”.

Canosa se enorgullece de que su obra, si bien está poblada de referencias, guiños y recursos estéticos que son materia de los expertos, “se sigue comunicando con un público que no tiene los elementos para descifrarlos y eso es lo que más me interesa. Nunca trabajé para ser aceptado por la crítica”.

Sin embargo, su proceso estético logró, no sin esfuerzo, la aceptación tanto del público como de la crítica. La retrospectiva de 2011, El árbol de los frutos diferentes, fue como un homenaje de ambos. Los especialistas aplaudieron y el público la premió conviertiéndola en una de las exposiciones más visitadas de los últimos años.

La exposición que se inauguró ayer en la galería Xippas se titula Vaivén y es la primera del artista en una galería en Uruguay, ya que el autor suele exponer en otro tipo de espacios. “Tal vez haya más libertad en este caso”, dice Canosa. “Vaivén tiene una estructura musical –advierte– y los cinco Vientos obran como el estribillo de una canción.

El conjunto es un ejemplo muy interesante de arte moderno uruguayo.