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Bartol sobre muerte en la calle: "No cumplimos lo esencial que era atender a esa persona"
El ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, concurrió este lunes a la comisión de Población del Senado para dar explicaciones acerca de la muerte el pasado miércoles de un hombre que pidió ingresar a un refugio, fue rechazado, luego detenido por la policía y más tarde puesto en libertad.
Acompañado por el subsecretario Armando Castaingdebat, el director general Nicolás Martinelli, y otros jerarcas de la cartera, Bartol dio sus primeras declaraciones públicas desde el suceso y dijo que hubo "una falta de coordinación" que provocó que "el Estado fallara" en proveer una solución para el hombre que pidió cobijo.
En concreto, Bartol señaló que si bien a las ocho de la noche no había lugares en los refugios, tres horas después sí había cupos disponibles, pero "faltó la coordinación" con Fiscalía y la policía para que un equipo móvil del Mides fuera a buscar al hombre que terminó falleciendo.
"A las ocho de la noche estaba todo ocupado. Pero en esas horas a veces se generan cupos. Gran parte de la población de calle es intermitente. Esa liberación de cupos es lo que no estamos captando bien y todavía no tenemos un sistema eficaz", dijo el ministro.
Por otra parte, Bartol destacó "el esfuerzo" de la actual administración, que aumentó "500 cupos" desde que asumió el gobierno.
Según el jerarca, la población en la calle es "un problema endémico" y "durante los últimos años han sido muy pocos los cupos que se han generado".
"El tema de cupos es un tema estructural. Cuando llegamos el déficit era enorme y fue una carrera contra el tiempo (...) Fue un trabajo hercúleo. Pero todo esto es nada cuando nos encontramos con un caso como el que ocurrió la semana pasada (...) El esfuerzo que hicimos fue enorme, pero no es suficiente", agregó el ministro.
El caso
La víctima llegó al refugio de Paysandú y Yaguarón a las 20 del martes pasado, la hora en que este local nocturno, administrado por Coopel –una cooperativa que administra este refugio y otros– abre las puertas. No ingresó porque no había lugar. La capacidad máxima del local son 33 plazas y le dijeron que estaban todas ocupadas. Como marca el protocolo, las autoridades del local también se contactaron telefónicamente con la Puerta de Entrada, que lleva la cuenta de todos los cupos de los refugios en el país, y contestaron que tampoco había espacio en otros centros.
Ante esa noticia, Castro se enojó y comenzó a golpear la puerta, junto con otro hombre que estaba en su misma situación. Por esa razón, llamaron a la policía, y el patrullero se los llevó.
Desde la Seccional 3ª –adonde fueron trasladados–, se comunicaron con la fiscal Brenda Puppo quien dispuso que quedaran en libertad, porque no había elementos para imputarles ningún delito. A las 23, Castro volvió a quedar a la deriva en la puerta de la comisaría, en Paysandú y Cuareim, a siete cuadras del refugio que lo rechazó, pero a esa hora el sistema ya contaba con camas disponibles.
"En ese momento puntual (a las 20) no había, pero después se generaron lugares", dijo a El Observador el subsecretario del Mides, Armando Castaingdebat. Eso sucede porque a medida que pasan las horas, algunas personas –por ejemplo, quienes concurren para alimentarse– toman la decisión de irse y quedan plazas disponibles.
El Mides inició una investigación administrativa para determinar con precisión dónde estuvo el error y si hubo problemas de coordinación interna o con la policía, según fuentes de la cartera.
El presidente Luis Lacalle Pou dijo que el fallecimiento "es indirectamente o directamente responsabilidad del gobierno y del Estado" y lo asumía como "una falla con consecuencias que no tienen vuelta atrás". "(Sobre) las omisiones o errores del gobierno, obviamente que cuando tengamos todos los resultados y cuáles fueron las acciones que debieron tomarse y no se tomaron, vamos a actuar en consecuencia", agregó.
