La violenta irrupción en el Capitolio de los Estados Unidos el pasado 6 de enero, mientras se realizaba la sesión conjunta del Congreso para certificar la victoria electoral de Joe Biden, junto con las persistentes amenazas documentadas por el FBI, obligaron a un despliegue inusitado de fuerzas de seguridad para garantizar la transición pacífica del poder prevista para el miércoles 20 de enero.
Más de 10 mil miembros de la Guardia Nacional, una fuerza de reserva que está constituida por voluntarios y que cuenta con casi medio millón de efectivos, comenzaron a situarse en Washington, la capital estadounidense, que fue el centro de la concentración de los seguidores del presidente, Donald Trump, el miércoles 6, que luego desembocó en el dramático asalto al Capitolio.
Se espera que ese número aumente a 15 mil efectivos para el día de la toma de posesión de Joe Biden, aunque la determinación final sobre las fuerzas que se movilizarán durante la investidura dependerá de lo requerimientos del Servicio Secreto, según informa The Washington Post.
El despliegue ha dejado imágenes como la de centenares de soldados que tuvieron que dormir en los suelos y pasillos de mármol del Centro de Visitantes del Capitolio, la histórica edificación de fines del siglo XVIII, en la que están ubicadas las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos, en el barrio de Capitol Hill de Washington.
Otra imagen capta al líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, demócrata de Maryland, cuando pasa junto a miembros de la Guardia Nacional recostados en un estrecho pasillo. Minutos después, Hoyer participaría en la sesión en la que se debatiría someter a Donald Trump a un segundo juicio político.
Los miembros de la Guardia Nacional de Virginia realizan un recorrido por el Statuary Hall dirigido por la representante republicana Kat Cammack, de Florida, después de que la Cámara ya votara a favor del juicio político a Trump.
Conocida también como la sala vieja de la Casa, es un área semicircular de dos pisos donde, por medio siglo a principios del XIX, sesionó la cámara de representantes. Ahora este grupo de integrantes de la Guardia Nacional escucha a Cammak y observa las figuras de quienes representaron a los estados de la unión americana.
Miembros de la Guardia Nacional pasan por el Centro de Visitantes del Capitolio apertrechados y protegidos para desarrollar su tarea de seguridad en las áreas internas de la enorme y emblemática edificación, a menos de una semana para la toma de posesión de Joe Biden.
Una larga fila de integrantes de la Guardia Nacional accede al Capitolio como fuerza de control y de disuasión tras los violentos sucesos del 6 de enero que obligaron a suspender la sesión conjunta de las cámaras, proteger a los congresistas y restituir el orden.
(Con información de AFP)
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