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Calfani: “Uruguay tiene que seguir creciendo con identidad de equipo”

El bicampeón de la Liga de las Américas con San Lorenzo mira con optimismo el futuro de Uruguay a pesar de la eliminación del Mundial
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13 de abril de 2019 a las 05:03

Mathías Calfani se volvió a consagrar campeón de la Liga de las Américas con San Lorenzo, como una de sus grandes figuras, y ahora apunta a conquistar otra vez la Liga Nacional Argentina. Mientras sigue los playoffs de la Liga Uruguaya todavía no curó el dolor de la eliminación de Uruguay del Mundial de China pero mira el futuro celeste con optimismo.

¿Por qué San Lorenzo es el mejor equipo de la región?

Porque a pesar de que cambiamos muchos jugadores seguimos con hambre de seguir ganando.

¿Qué valor personal le da a esta conquista?

Es un sueño hecho realidad. Desde que jugué la Liga con Biguá y salimos terceros me puse como meta salir campeón. Este año sentía que tenía más para dar y asumir un mayor protagonismo.

Cada año que pasa se lo ve más evolucionado en su juego.

Me siento mucho mejor, todos los años doy un paso adelante porque me lo permite la liga, la competencia y el equipo. Me ayudaron a ver mis puntos débiles y los fuertes. Me siento mejor jugador que desde que llegué pero siento que tengo mucho por aprender y entrenar.

¿En qué facetas del juego siente que debe mejorar?

En el tiro exterior me potencié, pero tengo mucho por crecer. Pero sobre todo debo mejorar en la toma de decisiones. Saber cuándo pasar o penetrar, tomar decisiones más rápidas, picarla mejor, driblear mejor, atacar el aro con ventaja.

¿En qué nivel se encuentra la actual Liga Argentina?

Está muy buena, hay mucha competencia entre todos los equipos, la localía pesa mucho y eso es muy bueno. Tenés que viajar a jugar de visitante y los partidos cuestan. Es un torneo muy extenso, a veces tenés giras de tres partidos afuera en cinco o seis días afuera y llegás fundido al último partido. Se genera mucho cansancio mental y físico y hay que ir recuperándose sobre la marcha.

¿Qué aspectos de la Liga Argentina se pueden replicar en la Liga Uruguaya para potenciarla?

Siento que en Uruguay se ha avanzado un montón durante un tiempo, pero con una competencia basada solo en Montevideo se pierde mucho y se dejan pasar muchos talentos del interior. Es increíble que no se pueda unir algo. En Uruguay la mayoría de los jóvenes quiere jugar al fútbol y los pocos que quieren hacer básquetbol no encuentran un lugar donde desarrollarse en varios puntos del país. Me pasó a mí, a los 14 años me tuve que ir de Artigas a Montevideo porque si me quedaba uno o dos años más no iba a poder jugar porque no había una liga interna para crecer e ilusionarse.

Recientemente Álvaro Tito le dijo a Referí que un paso clave será jugar la Liga y el Metro al mismo tiempo.

Coincido totalmente. Sería muy bueno para desarrollar a los jóvenes, para los que llegan a los 20 y no tienen un lugar en primera no se vayan desilusionando y que puedan bajar al Metro y seguir formándose en un torneo que debe ser más largo y más serio.

¿Sigue los partidos de la Liga Uruguaya?

Si y ahora que empezaron los playoffs no me pierdo ningún partido.

¿En la serie Biguá-Malvín, los clubes que defendió en Uruguay, por quién iba?

Fue difícil, veía los partidos con mi señora y sentimos que queremos mucho a los dos equipos. Lo que sentí fue algo lindo para el basket porque son dos equipos que sacan muy buenos jugadores de sus canteras. No me fijé en el resultado sino en la fiesta que se vivió. Malvín fue un justo ganador, tenía un plantel más largo que Biguá, pero fue muy gratificante ver el nivel de Martín (Osimani), Joaquín (Osimani), (Gonzalo) Meira, (Martín) Rojas, y (Andrés) Couñago así como ver en Malvín a Marcel (Souberbielle), a (Juan) Santiso o a Nico (Mazzarino) que desde que llegó no para de darles alegrías y está intacto.

¿Cuánto le costó recuperarse de la eliminación de Uruguay del Mundial?

Todavía cuesta. No siento que me haya recuperado. Teníamos mucha ilusión y ganas de volver a poner a Uruguay en un Mundial. Pero no todo fue todo negativo. Sí te quedás con el trago amargo, pero llegar a última instancia con chances de clasificar contra Puerto Rico de visitante creo que nadie lo veía posible antes de empezar.

¿Ni ustedes lo creían?

Nosotros creíamos mucho en el equipo, todo lo hicimos en base a trabajo, esfuerzo y unión de grupo. Eso nos permitió mantenernos fuertes en momentos claves para seguir avanzando. Claro que hubiera sido más lindo ganar y clasificar, pero perder te enseña mucho y hay mucho por corregir de acá a futuro.

Comparte equipo con el portorriqueño Ramón Clemente en San Lorenzo, ¿hubo apuestas de por medio antes del partido?

Clemente es una persona muy buena, muy trabajador, un gran compañeros. Si yo ganaba me tenía que regalar un ron que se toma mucho en Puerto Rico y si él ganaba tenía que regalarle un mate que todavía se le tengo que entregar. Verlo en el día a día me recuerda ese partido, pero nos ganaron bien, tomaron mejores decisiones en momentos claves. Sabíamos que iba a ser difícil, dejamos todo y no se nos dio. Pero nos fuimos con la cabeza alta.

Nunca se había estado tan cerca de ganarle a Puerto Rico en San Juan

Puerto Rico tiene una historia muy grande, es un país donde se respira basket, tienen muchos jugadores de calidad, con otras vías de desarrollo, muchos metidos en universidades, otras infraestructuras para crecer. Pero a los uruguayos nos gustan los desafíos, nos motivaba ganar ahí como nos motivaba ganar en Argentina cuando nadie creía que podía ser posible. Queríamos lograr lo casi imposible y estuvimos cerca. Por eso me fui triste y enojado por perder.

¿Cree que fue correcta la decisión de cesar a Marcelo Signorelli a falta de cuatro partidos?

Fue una decisión en la que no me metí, no estaba enterado de lo que había pasado porque todo se dio en la ventana de Estados Unidos y México en la que no estuve por lo que no se cómo se dieron las cosas y no hablo de afuera. Sí fue un riesgo que tomó la Federación, pero creo que lo hicieron pensando en no quedaron con el ‘qué hubiera pasado si cambiaban’. Fue en un momento delicado, justo después de ganarle a México, pero se necesitaba un cambio y se tomó la opción. Nosotros siempre trabajamos igual por la selección y a partir de ahí tratamos de hacernos más fuertes.

¿Qué le dejó Rubén Magnano como entrenador?

Su figura significa mucho porque lo veníamos viendo triunfar con Argentina y Brasil y de repente pasamos a tenerlo para entrenarnos y dirigirnos. Todo el medio sabía que iba a dejar su huella y tratamos de ser una esponja para todos sus conocimientos. Es cierto que tuvo poco tiempo para prepararnos cuando él siempre se basó en trabajar las repeticiones durante  mucho tiempo. Acá, en una semana debía instalar un equipo en cancha, cuando de por medio teníamos que conocernos. Pero igual aprendimos mucho.

¿En qué dejó su huella Magnano?

En la humildad, en lo buena persona para el trato, en cómo trató al cuerpo técnico, al utilero, a los jugadores, al que limpiaba la cancha. En el juego nos dejó un concepto más libre y no tan estructurado con jugadas. Podíamos basarnos en una jugada pero con varias opciones, sin tener que estar atados a una sola jugada. Hizo mucho hincapié en la defensa que es nuestro fuerte, pero también nos hizo trabajar mucho en ataque.

¿Le hubiera gustado que siga al frente de la selección?

Nos hubiera gustado tenerlo más tiempo para que nos siga enseñando. Nos gustó mucho el poco tiempo que lo tuvimos pero solo fueron dos ventanas de 10 días cada una. Eso no da para absorber todo su conocimiento. Me hubiera gustado que siga, pero eso no significa que el que venga no vaya a aportar cosas buenas y lo que es seguro es que este equipo se va a entregar al 100 %.

¿Qué futuro le ve a la selección?

Mucho. Se que se van a  venir tiempo difíciles pero van a venir jugadores nuevos que hace tiempo están de invitados a la selección y van a pasar a ser protagonistas. Nos tenemos que quedar firmes mentalmente porque Uruguay tiene que seguir creciendo con identidad de equipo; hay que trabajar unidos y fuertes. Para aprender a ganar tenés que saber perder y siento que Uruguay viene trabajando bien en formativas para que la selección tenga jugadores con quien contar. Sea quien sea el entrenador hay que tirar todos para el mismo lado.

Hay un jugador joven que aún no fue invitado con los mayores pero se está formando en una academia NBA que es Santiago Véscovi, ¿lo ha visto jugar?

Lo comentamos con varios compañeros pero no he visto partidos. Lo que sí he visto son muchos jugadores jóvenes en la Liga y los invitados a la selección que vienen por buen camino y está bueno que empiecen a salir y a incrementar el nivel como el caso de Santiago que ojalá pueda absorber todo de esta experiencia de la academia y seguir mejorando.

¿Cuál es su futuro en San Lorenzo?

Este es mi último año de contrato. Siempre tuve la ilusión de jugar en Europa, pero aún no se sabe nada. También tengo la chance de seguir en San Lorenzo donde estoy como en casa y donde me dan todas las herramientas para crecer. Pero ahora me tengo que enfocar en la liga ya que repetir un título local es un desafío muy grande. También tengo la alegría de que mi señora está embrazada y vamos a tener una nena. Juana llega en dos meses y ya decidimos que nazca acá en Buenos Aires.

¿Qué tan directo es el vínculo con Marcelo Tinelli que preside al básquetbol del club?

Es un tipo muy tranquilo, está siempre presente en los entrenamientos. Siempre se arrima a motivarnos, a transmitirnos el esfuerzo que se hace en el club, por ejemplo para organizar la semifinal y el Final Four de la Liga de las Américas. Hay que verlo cómo disfruta los logros y sufre las derrotas. Es un tipo que rompe el hielo en el vínculo cercano, está siempre dispuesto a charlar de lo que sea, de la actualidad de Argentina o la de Uruguay y siempre tiene un motivo de risa que descontractura bastante, es un par, habla de igual a igual con todos y sabe de todo, incluso conoce a jugadores de la Liga Uruguaya.

Lideran la fase regular con un récord de 23 victorias y dos derrotas, el objetivo de un club así no debe ser otro que ganar el título.

Tal cual. Yo llevo dos ligas ganadas en San Lorenzo y el equipo va tres. El objetivo es ganar la cuarta liga consecutiva algo que nunca se dio en la historia. Solo Peñarol de Mar del Plata ganó tres seguidas como nosotros así que queremos seguir haciendo historia.

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