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Caso Maldonado: investigación maneja tres posibles escenarios
Gobierno ya no respalda a Gendarmería y versión de mapuches contradice a esa fuerza
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14 de septiembre de 2017 a las 05:00
La desaparición, el 1 de agosto, del artesano Santiago Maldonado, de 28 años, defensor de la causa de los indígenas mapuches en la Patagonia, todavía mantiene en vilo a Argentina, mientras la investigación registra lentos avances para la dilucidación del caso.
Esta semana, el resultado de distintos estudios genéticos realizados en varios vehículos de la Gendarmería permitió al menos descartar una de las posibles hipótesis manejadas oportunamente: dichas pruebas confirmaron que el joven no estuvo en ninguno de esos vehículos.
Al mismo tiempo, desde filas del gobierno ya no salieron a respaldar con el mismo énfasis inicial a la Gendarmería. De hecho, el ministro de Justicia, Germán Garavano, había afirmado la semana pasada que no pone "las manos en el fuego por nadie" respecto a ese caso.
A su vez, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, había dicho en el Congreso que no se "daba por sentado" que fue Gendarmería la responsable de la desaparición, pero "tampoco que no lo fue".
En tanto, según informó este miércoles el diario argentino La Nación, la investigación judicial está orientada ahora a determinar si el joven pudo haber sido agredido por uno o más gendarmes en el momento en que una protesta en favor de la comunidad mapuche fue desalojada.
En los últimos días, la Justicia ordenó realizar intensos rastrillajes en una amplia zona del río Chubut en busca de un cadáver.
Un gendarme declaró que tiró una piedra a un manifestante en el momento en que cruzaba el río.
Sin embargo, los mapuchen contradicen esa versión.
Un testigo identificado como Matías Santana afirmó que ninguno de sus compañeros recibió ningún "piedrazo". El testigo insistió en que el joven fue golpeado por tres gendarmes y conducido por la fuerza hacia Esquel.
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales no descartaron la hipótesis de una eventual desaparición forzada –como se manejó inicialmente en el gobierno– a la luz de los resultados de ADN.
La primera posibilidad que manejan los investigadores es que el joven pudo recibir golpe con un objeto contundente, lo que pudo causarle un desmayo, tras lo cual se ahogara.
La segunda hipótesis considera que quizás Maldonado sobrevivió a esa eventual agresión pero la lesión sufrida le causó la muerte.
En ese sentido, la investigación apunta a determinar si la comunidad mapuche sepultó el cuerpo para justificar la acusación sobre la desaparición en un marco represivo.
En tercer lugar, la investigación tampoco descarta que Maldonado continúe vivo y esté oculto en territorio mapuche. Pero solo una prueba avala esa posibilidad y es que en un segundo rastrillaje, realizado el 16 de agosto, perros siguieron su rastro al olfatear un buzo, lo que permitió comprobar que un día antes el joven habría estado allí.
"¿Dónde está Santiago?" es la pregunta que, tras multiplicarse en redes sociales en poco más de un mes, pasó a pancartas, gritos y volantes con el rostro del artesano, un "mochilero" de 28 años, cuya desaparición complicó políticamente al gobierno de Mauricio Macri.
En esa ocasión, unas 250 mil personas, entre quienes se contaban madres con bebés, jubilados y estudiantes, acudieron a la Plaza de Mayo para manifestarse, tal como sucedió en otras ciudades del país.
Tanto la oposición kirchnerista como la familia del joven pidieron insistentemente la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la falta de respuestas en torno al caso.
Esta semana, el resultado de distintos estudios genéticos realizados en varios vehículos de la Gendarmería permitió al menos descartar una de las posibles hipótesis manejadas oportunamente: dichas pruebas confirmaron que el joven no estuvo en ninguno de esos vehículos.
Al mismo tiempo, desde filas del gobierno ya no salieron a respaldar con el mismo énfasis inicial a la Gendarmería. De hecho, el ministro de Justicia, Germán Garavano, había afirmado la semana pasada que no pone "las manos en el fuego por nadie" respecto a ese caso.
A su vez, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, había dicho en el Congreso que no se "daba por sentado" que fue Gendarmería la responsable de la desaparición, pero "tampoco que no lo fue".
En tanto, según informó este miércoles el diario argentino La Nación, la investigación judicial está orientada ahora a determinar si el joven pudo haber sido agredido por uno o más gendarmes en el momento en que una protesta en favor de la comunidad mapuche fue desalojada.
En los últimos días, la Justicia ordenó realizar intensos rastrillajes en una amplia zona del río Chubut en busca de un cadáver.
Un gendarme declaró que tiró una piedra a un manifestante en el momento en que cruzaba el río.
Sin embargo, los mapuchen contradicen esa versión.
Un testigo identificado como Matías Santana afirmó que ninguno de sus compañeros recibió ningún "piedrazo". El testigo insistió en que el joven fue golpeado por tres gendarmes y conducido por la fuerza hacia Esquel.
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales no descartaron la hipótesis de una eventual desaparición forzada –como se manejó inicialmente en el gobierno– a la luz de los resultados de ADN.
Tres escenarios
Mientras, los responsables de la investigación consideran tres posibles escenarios en la desaparición de Maldonado.La primera posibilidad que manejan los investigadores es que el joven pudo recibir golpe con un objeto contundente, lo que pudo causarle un desmayo, tras lo cual se ahogara.
La segunda hipótesis considera que quizás Maldonado sobrevivió a esa eventual agresión pero la lesión sufrida le causó la muerte.
En ese sentido, la investigación apunta a determinar si la comunidad mapuche sepultó el cuerpo para justificar la acusación sobre la desaparición en un marco represivo.
En tercer lugar, la investigación tampoco descarta que Maldonado continúe vivo y esté oculto en territorio mapuche. Pero solo una prueba avala esa posibilidad y es que en un segundo rastrillaje, realizado el 16 de agosto, perros siguieron su rastro al olfatear un buzo, lo que permitió comprobar que un día antes el joven habría estado allí.
Insistente reclamo popular
A principios de mes, una multitud se concentró en Buenos Aires para reclamar por Santiago Maldonado, el joven desaparecido tras una protesta mapuche que fue reprimida por la policía y terminó con incidentes y detenidos."¿Dónde está Santiago?" es la pregunta que, tras multiplicarse en redes sociales en poco más de un mes, pasó a pancartas, gritos y volantes con el rostro del artesano, un "mochilero" de 28 años, cuya desaparición complicó políticamente al gobierno de Mauricio Macri.
En esa ocasión, unas 250 mil personas, entre quienes se contaban madres con bebés, jubilados y estudiantes, acudieron a la Plaza de Mayo para manifestarse, tal como sucedió en otras ciudades del país.
Tanto la oposición kirchnerista como la familia del joven pidieron insistentemente la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la falta de respuestas en torno al caso.
