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Cómo hizo Policía Científica para identificar en 48 horas el cuerpo de Carolina Escudero
Cuando apareció el cuerpo de Carolina Escudero, la mujer asesinada de tres disparos cuyo cadáver fue encontrado este miércoles en un campo de Florida, las autoridades no pudieron determinar en el momento que se trataba de la mujer que buscaban desde el 12 de enero.
El calor, y el hecho de que el cuerpo había sido prendido fuego, no permitieron que el jefe de Policía de Canelones, Víctor Trezza –uno de los líderes de esta investigación– asegurara ese día que se trataba de la víctima de 27 años, asesinada casi con certeza por su expareja, un hombre que se suicidó horas antes de que tuviera que declarar en Fiscalía por esta indagatoria, y que es el "principal sospechoso del caso".
Fue por eso que las autoridades debieron esperar al análisis de ADN que llevó adelante la Policía Científica, y que llegó a un esclarecimiento en apenas 48 horas. Así ocurrió porque a pesar de que el cadáver tenía varias de sus partes calcinadas –lo encontraron enterrado bajo piedras a la altura del kilómetro 159 de la ruta 6– los efectivos pudieron extraer un diente de Escudero que se encontraba en perfectas condiciones para su análisis. "Era un molar que no había tenido ninguna reparación", destacó en diálogo con El Observador el coordinador de Policía Científica, Fernando Noble.
Por las dudas, también extrajeron otro hueso para el caso de que la prueba del diente no arrojara resultados, pero no hizo falta hacer otro estudio. Esto último también contribuyó a que las pericias se hicieran sin demora.
El proceso
Lo primero que hicieron los funcionarios de Policía científica fue lavar y secar la pieza dental. Esto se suele hacer con una "fuente de calor" especial, que se encarga de quitar toda humedad del diente.
Una vez seco, el diente es molido con nitrógeno líquido. "Queda granulado, parecido a la arena", explicó Noble. Y entonces interviene un "equipo de última generación" que permite procesar hasta 96 muestras en simultáneo.
En ese equipo, además del molar, se introdujeron muestras de saliva del hijo y padre de Escudero. "Para eso, simplemente se necesita un cotonete o hisopo, que se frota en las mejillas u allí se extraen las células para poder luego establecer el perfil genético", agregó el jerarca.
El siguiente paso es establecer si "la carga" del material extraído de los materiales "es suficiente" como para someter las pruebas a la etapa final, que se llama amplificación.
Noble lo explica así: "La amplificación es repetir varias veces la porción de ADN, tanto de las muestras indubitadas –que son las salivas–, como de la del molar".
Y es entonces que se obtiene "la carga genética, hereditaria, que es proporcionado por el material genético". "Y una vez que tenemos esa carga hereditaria, el próximo paso es el análisis y la comparación entre las muestras indubitadas y las que tratamos de identificar. Y ahí obtenemos el indice de probabilidad", sostuvo.
Como etapa final, los efectivos ven en una pantalla la proyección del dibujo de ADN de las muestras, que en este caso presentaron "los mismos cromosomas". "Y eso lo vemos en un equipamiento especial, en el que observamos unos 'piquitos', que son hereditarios: se pasan de generación a generación, y que tienen que corresponderse en un 99,9%. Nunca es un 100", dijo Noble.
Ante la consulta sobre la celeridad de este caso, el coordinador de la Policía Científica dijo que además de que el molar estaba en perfectas condiciones –"no se degradó con el fuego"–, la pieza fue trasladada desde Florida a Montevideo en un "mínimo tiempo posible". Asimismo, destacó que la cadena de custodia no tuvo ninguna debilidad, y que se evitó cualquier contaminación ambiental.
"Hay otras veces que tenemos que repetir la muestra, lo que nos insume más tiempo", sostuvo.
