Por Pablo Trochón, especial para El Observador
Al momento de decidir a dónde viajar o por cuánto tiempo, muchas veces la billetera parece ser el determinante. Pero, con planificación, información y cierta inteligencia, se puede realizar viajes alucinantes, por más tiempo y gastando solo lo necesario. Viajar barato no debe ser un sacrificio sino una nueva forma de ver la experiencia.
Viajar en forma económica en general significa reducir las condiciones de confort, sin que por ello signifique tener que pasarla mal sino todo lo contrario. Viajar así implica moverse más lento y disfrutar más: recorrer más, buscar más y en definitiva conocer más desde adentro cada lugar. Hay que ser más paciente, menos demandante y más abierto a la inmersión cultural.
Si la verdad está más en el viaje que en el puerto, las aerolíneas tienen newsletters o hay buscadores de vuelos que invitan a dejarse llevar por las promociones. Además, el buscador Skyscanner tiene la función “A Cualquier lugar” que permite evaluar los destinos más baratos desde la ciudad donde uno viva. Ser flexible es una forma de sorprenderse visitando lugares en los que uno nunca había pensado, pero eso sí, hay que tener en cuenta que si el país necesita visado para el ingreso, tendrá un costo extra.
Muchas veces, para viajes largos, se recomienda verificar la opción de dividirlos en dos partes y hacer escala en algún lugar cuyo aeropuerto sea puente aéreo. Esto, además de ahorrar dinero, permite descansar mejor y no tener que esperar muchas horas entre un vuelo y el otro, y de paso conocer otro lugar.
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Este pasaje multidestino permite tomar, por ejemplo, diez vuelos a cualquier parte del mundo durante el periodo de un año por un costo sensiblemente menor al que se compraría por separado. Solo hay que cargar los lugares a visitar en la web de la aerolínea y automáticamente aparece el precio.
Couchsurfing es una comunidad increíble que parece fuera de este tiempo, compuesta por millones de personas de todo el mundo que ofrecen compañía y/o alojamiento en sus casas solo por el placer de conocer gente. Este servicio gratuito altamente recomendable permite tener experiencias inigualables conociendo cada destino desde adentro, entendiendo a los locales, conviviendo, probando, descubriendo. Existen otras experiencias similares como Hospitality Club y Warm Shower (para ciclistas).
A veces pasar la noche en estaciones de tren, de bus o aeropuertos (para los que se puede usar The Guide to Sleeping in Airports) ayuda a salvar algún dinero, así como realizar los viajes largos con servicios nocturnos que eviten el alojamiento. La carpa permite vivir experiencias más salvajes además de ser una salvación en situaciones de emergencia (la gente es más amable de lo que uno piensa y a veces dejan acampar en sus jardines), así como cuarteles de bomberos, hospitales, monasterios o templos religiosos, que en general están dispuestos a dar cobijo. En Asia, por ejemplo, los templos sirven comida gratuita en determinados días de la semana.
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Una opción –que además es una forma de colaborar con alguna causa– es realizar voluntariados de los miles que existen en el mundo, en los que frecuentemente se ofrece alojamiento y comida incluida. Otra posibilidad es hacer work away (se puede consultar en WWOOFING o HelpX); son ofertas de trabajo transitorio para familias que necesitan algún tipo de ayuda. También hay que saber que muchos hostels ofrecen trabajo muy liviano a cambio del alojamiento.
Es la forma más económica y, sin duda, una de las mejores maneras de conocer a la gente y al lugar que se visita. Incluso, por su recorrido, son auténticos city tours gratuitos. En ciudades grandes, el metro cuenta con abonos muy beneficiosos por cantidad o por tiempo. Del mismo modo existen pases de tren para realizar viajes ilimitados por diferentes países y periodos de tiempo.
Reservar con antelación no es necesariamente la forma de ahorrar: muchas veces las páginas se llevan su porcentaje y además juegan con un público que no suele tomar riesgos y eso se cobra. La mayoría de las veces se puede obtener mejores precios en el trato personal, siempre y cuando no se demuestre ansiedad o nerviosismo por resolver la situación. Lo que sí es cierto es que algunos museos, por ejemplo, poseen tarifas bonificadas online.
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Hoy las aplicaciones como Maps.me permiten descargar el mapa del país que se necesite, incluyendo hasta los senderos más minúsculos, y usar el gps sin conexión con toda la información de búsqueda incluida. Si la decisión es viajar, por ejemplo, en auto por Europa, la aplicación Dkv Euro Service es muy útil porque ubica las estaciones de servicio más baratas. Además existe una gran oferta de audioguías libres que se pueden usar para informarte sobre ciudades, sitios históricos o sobre las piezas de los museos sin tener que afrontar otros gastos.
Siempre es recomendable viajar con seguro de viaje, primero por la salud del viajero y segundo porque si se llega a necesitar servicios médicos en el extranjero sin tener cobertura tendrá que pagar precios exorbitantes. Hay varias empresas que ofrecen seguro por un año, lo que puede llegar a cubrir más de un viaje, a un costo realmente muy bajo e inclusive cubre pérdida de equipajes o esperas en aeropuerto extra.
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