Lograr disminuir la prevalencia de consumidores es la mejor forma de combatir al narcotráfico.

Opinión > TRIBUNA

Consumo de drogas: un punto de vista

Cuanto más fácil sea la llegada a la droga, más aceptable socialmente sea su consumo, y menos sepa la gente de los daños que ocasiona, mayor es la chance de que se la utilice
Tiempo de lectura: -'
21 de febrero de 2022 a las 05:04

Hay algunos determinantes que explican el uso y consumo de drogas: disponibilidad de la droga, aceptación social, percepción del daño que ocasiona su consumo. Cuanto más fácil sea la llegada a la droga, más aceptable socialmente sea su consumo, y menos sepa la gente de los daños que ocasiona, mayor es la chance de que se la utilice.

A lo largo del tiempo, distintos países han concebido metas y estrategias diferentes. Desde tener como meta la procura de una sociedad libre de drogas (prohibición) a tener como meta la reducción de los efectos dañinos que producen las drogas en la sociedad (control y regulación para reducir daños). Un tercer enfoque (liberal) privilegia la autonomía de las personas para decidir y elimina la prohibición, salvo para prevenir el daño a otros.

No cabe dudas del daño que el comercio de drogas produce en las sociedades (corrupción, crimen, violencia). ¿Qué hacer para combatirlo con efectividad? El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Dr. Daniel Radío, sostiene que el camino del prohibicionismo es un camino equivocado. Entiende necesario “derrotar el paradigma prohibicionista” para poder entonces sí derrotar al narcotráfico. Propone además crear “una oferta que sea apetecible” y haga innecesario recurrir al mercado negro para comprar la droga.

Tengo que decirlo, a mi entender hay mucho de “wishful thinking” en esto de intervenir en el mercado generando “una oferta que sea apetecible”. Por otra parte, además de difícil y compleja la implementación factible y efectiva de una “oferta apetecible” por parte del gobierno, si el Estado ofrece drogas para fines recreativos genera, o puede generar, una disminución en la percepción del riesgo que conlleva el uso de estas sustancias. A menor percepción del riesgo, mayor tendencia al consumo. En su momento, a propósito de la ley de marihuana recreativa, la Red Nacional de Atención de los Trastornos Adictivos, integrada por técnicos y autoridades de ASSE y de la Junta Nacional de Drogas, evaluó los cambios que implicaría la legalización de la marihuana a nivel sanitario y consideró que sería necesario ampliar los servicios de salud públicos.

Siempre me pareció absurdo que el Ministerio de Salud Pública de habilitación sanitaria para la venta de marihuana para fines recreativos y que las farmacias vendan marihuana para fines recreativos. También que el Estado ofrezca y venda la droga (contradicción sanitaria). Parece oportuna una buena investigación evaluativa de los resultados de la ley de marihuana aprobada en diciembre de 2013 con los votos del Frente Amplio (su implementación y sus resultados en función de lo que se buscaba). Parece claro que no logró dar un golpe al narcotráfico (cometido anunciado) ni bloquear y disminuir el avance del consumo de drogas.

Si bien no todos los consumidores siguen el camino de la adicción, el inicio es el uso recreacional. De la experimentación y la recreación al uso continuado y riesgoso (dependencia) y de la dependencia a la adicción (compulsión por administrarse la droga, ausencia de control sobre la situación, aumento progresivo de la dosis). El cerebro es tanto la fuente como el efecto de la actividad humana. El cerebro aprende los hábitos que se repiten, sean estos saludables o insalubres y nocivos. La continuidad en el consumo termina por producir neuroadaptaciones que van modificando al cerebro. El resultado último de estos cambios es un cerebro hecho (“cableado”) para la adicción. Es lo que hace luego difícil dejar de consumir. No hay que hacerse trampas al solitario.

Las pobres neuronas, expuestas a la presencia de las drogas, no pueden protestar. Cuando las neuronas están expuestas a la presencia de drogas mucho tiempo se acostumbran a esa presencia y se adaptan para sobrevivir. No les queda otra que adaptarse a la presencia de la sustancia. Se adaptan encontrando nuevas formas de reaccionar. Una de estas formas es desarrollando lo que se conoce como tolerancia a la droga. El resultado final de esta tolerancia es que el consumidor pasa a requerir luego una mayor dosis o una mayor potencia de la droga para lograr producir los mismos efectos.

En el caso de la marihuana, el uso compulsivo de la droga crece con un aumento en la concentración del THC, el principal constituyente psicoactivo del cannabis. No olvidemos que el consumo recreativo tiene como propósito buscar los efectos psicoactivos de la droga. Las concentraciones de THC han ido en aumento a lo largo de los años. En Holanda, por ejemplo, se ha expresado preocupación por el elevado nivel de las concentraciones de THC en la droga a la que acceden los jóvenes holandeses. Hoy, en nuestro país, el Dr. Radío considera que hay que ofrecer en las farmacias una marihuana con más pegue; propone un cannabis de 10% de THC (hoy, 5%). Al aumentar la concentración de THC, crece la posibilidad de dependencia y uso de la droga.

Dicho todo lo dicho, creo necesario y deseable buscar reducir y combatir el consumo de drogas no sólo por el lado de la oferta sino también por el lado de la demanda. Subrayar la importancia de reducir chance de que se crezca desarrollando conductas de riesgo y propensión al consumo de drogas. Sabemos que los enfoques de prevención muestran resultados en el mediano y largo plazo pero vaya que es importante trabajar hoy con el fin de reducir significativamente la prevalencia de consumidores en los próximos cinco, diez, veinte años. Lograr disminuir la prevalencia de consumidores es la mejor forma de combatir al narcotráfico.

Repitiendo, vale más intervenir a tiempo para evitar el desarrollo de propensión al consumo de drogas que intentar luego rehabilitar al que ingresó y quedó atrapado en el mundo de la droga. Lo que no se hace a tiempo, y bien, se lamenta y sufre después. 

Vale entonces considerar la posibilidad de impulsar el desarrollo de estrategias preventivo-educativas; algo que al aprobar la ley de marihuana se dijo se haría pero no se hizo. Las escuelas públicas y los liceos públicos, por su red territorial y su vínculo con los distintos barrios y zonas del país, pueden cumplir una función central para la aplicación de programas preventivos (siguiendo un enfoque multisectorial y multidisciplinario).

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...