En Italia rechazaron el ingreso de un contenedor que llevaba 23 toneladas de naranjas provenientes de Uruguay, debido a que se encontraron restos de pesticidas. El valor aproximado del cargamento equivale a unos US$ 15 mil.
El agroquímico detectado fue Fentión (considerado categoría 2 por la Organización Mundial de la Salud), que se encontraba presente en las naranjas en una proporción de 0,1 miligramos por kilo, según informó el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea.
El mínimo permitido de la presencia de la sustancia para ese destino es de 0,01 miligramos por kilo, por lo que los límites en que llegó el cargamento en particular superan diez veces lo establecido. El Fentión es un agroquímico utilizado en Uruguay principalmente para el control de la mosca de la fruta.
El director de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Federico Montes, dijo a El Observador que debido al importante sistema de trazabilidad que tiene la citricultura ya se pudo detectar el origen geográfico desde dónde salió la fruta contaminada.
El funcionario agregó que los parámetros en la sustancia que implicaron la devolución del contenedor se encontraron solamente en uno de varios, y que Uruguay viene trabajando en fuertes restricciones para limitar ese tipo de "agroquímicos fosforados".
“El uso de este pesticida ha ido disminuyendo en Uruguay de forma importante en los últimos años. Lo que ocurre es que en Europa, particularmente, es un producto que lo tiene muy cuestionado, por lo que con un nivel de detección bajo no autorizan el ingreso del alimento”, explicó.
El jerarca sostuvo que cuando el contenedor retorné al país se harán los análisis correspondientes, aunque seguramente lo encontrado a partir del trabajo de laboratorios especializados sea correcto.
De todas formas, Montes señaló que el caso no implicará que se vayan a tener mayores controles para las naranjas más allá de los análisis de rutina en Europa.
Según publicó el portal español especializado HortoInfo, el Fentión está rigurosamente restringido por ser dañino para la salud humana y el medioambiente, pudiendo ocasionar en el intoxicado náuseas, vómitos, dolor abdominal, incontinencia urinaria y fecal, hipersecreción bronquial, bronco-espasmo, sudoración, lagrimeo, sialorrea, entre otras. La muerte se produce por insuficiencia respiratoria, en una primera fase, o por parálisis respiratoria periférica o depresión central en la segunda. Otras causas de muerte son de origen cardiovascular.
En tanto, el Códex Alimentario - establece las normas alimentarias de la Organización Mundial de la Salud - permite un nivel del producto de dos partes por millón mientras que lo detectado en el contenedor es de 0,1 partes por millón, aclaró Montes a El Observador.
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