Opinión > EDITORIAL
Corregir fallas de fábrica
Las dificultades de adaptación al nuevo Código del Proceso Penal (CPP)
Tiempo de lectura: -'
14 de abril de 2018 a las 16:25
Las previsibles dificultades de adaptación al nuevo Código del Proceso Penal (CPP) han resultado más complejas de lo esperado, como lo evidencian las cifras y conclusiones de diferentes fuentes judiciales. Las expuso de manera gráfica el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak, al describir el sistema anterior como un auto viejo pero que más o menos caminaba y al actual como un 0 km con defectos de fábrica. Se necesita ahora apresurar el ajuste en áreas que demoran la eficacia de un cambio que, de todos modos, era tan urgente como ineludible para sacar al país del anacrónico sistema inquisitorio anterior.
Los inconvenientes vienen por varios lados. El fiscal de Corte, Jorge Díaz, admitió en el Parlamento un error de cálculo en el volumen de recursos humanos y materiales requeridos. Explicó que las estimaciones iniciales se basaron en el número de casos existentes en ese momento, pero que desde entonces han aumentado en una proyección que puede superar el 50%. Señaló que a esta situación se agrega que el gobierno nunca aprobó la totalidad de los recursos solicitados por la Fiscalía. Díaz reclamó además una modificación de la ley que creó el CPP para evitar discrepancias interpretativas que se producen actualmente en su aplicación, incluyendo el cumplimiento de las penas bajo el proceso abreviado.
Chediak había señalado que, aunque el número de delitos no decae, se producen menos procesamientos. La Fiscalía, sin embargo, aseguró que los procesamientos aumentaron en marzo con respecto al mes anterior.
Existen problemas, por otra parte, dentro del Ministerio Público, cuyas funciones se han multiplicado al quedar exclusivamente a cargo de las investigaciones que antes compartían con los jueces. Los fiscales, a veces enfrentados con Díaz, argumentan que bajo la nueva estructura se ha producido un recargo excesivo de trabajo. Brenda Puppo, que preside la Asociación de Fiscales, ha pedido modificar el sistema de trabajo para evitar una sobrecarga que les impide atender los casos con la necesaria prontitud. Díaz, por su parte, les reclama a los fiscales que abandonen el uso tradicional del papel como soporte, como se estilaba antes, y que utilicen más el nuevo sistema informático.
Otro tema no menor es la actuación policial. Patricia Marquisá, coordinadora de la implementación del CPP, afirmó que la eficacia de la acción de los policías está limitada por dudas sobre cómo y hasta dónde pueden llegar cuando enfrentan hechos delictivos. Tal como señaló Marquisá, urge definir con claridad los alcances de las intervenciones policiales, esenciales para la tarea investigativa de los fiscales y las posteriores decisiones de los jueces al momento de dictar sentencias.
La Fiscalía sostiene que, pese a los tropiezos que se han producido desde que entró en vigencia el CPP, sus resultados están mejorando y se acercan a los niveles de eficacia que se habían fijado. Pero la mejoría está aún lejos de la salud total, lo que impone la rápida corrección de las claudicaciones que persisten. Incluyen tanto las diferencias dentro de la propia Fiscalía y las zonas aún oscuras en las atribuciones de la Policía como la provisión gubernamental de los recursos indispensables para el funcionamiento aceitado de un sistema de proceso penal que hasta hace cinco meses sumía a Uruguay en el desprestigio y el atraso.
