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Crece avanzada K en Argentina para debilitar operativa portuaria uruguaya
La intención del gobierno argentino de potenciar el canal Magdalena para evitar que exportaciones de su país salgan al exterior a través de puertos uruguayos sigue cobrando fuerza. Ahora, el embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, sostuvo que con la mejora de Magdalena mucha mercadería podría operarse en el puerto de la Plata y evitar así los tránsitos de carga hasta Montevideo o Nueva Palmira.
Primero fue el subsecretario de Obra Pública de Argentina, Edgardo Depetri, secundado por el exdirector de la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti. Los dos participaron días atrás en un foro portuario y plantearon el objetivo de potenciar el canal Magdalena para así recuperar carga argentina que se opera a través del puerto de Montevideo. Ambos están relacionados al kirchnerismo.
Y ahora fue el turno de Basteiro, que ya había estado en esa sede diplomática durante el último gobierno de Cristina Fernández. En una entrevista radial, afirmó que potenciar al canal Magdalena es un hecho. “Hay decisión del gobierno nacional de avanzar en eso para evitar, a través del canal Magdalena, que el 80% de las exportaciones que hace Argentina, salgan y sean controladas en Uruguay”, dijo.
El embajador sostuvo que el actual sistema de flujo naval “hace que la mayoría de los granos que salen por el Paraná terminen saliendo por Nueva Palmira y desde ahí por Montevideo hacia el mar”. Pero con la mejora del Magdalena, dijo, eso se revertiría. “Esto posibilitaría potenciar sectores como el puerto de La Plata, a armadores argentinos, a empresas proveedoras de servicios argentinos y no uruguayas”, señaló.
“No son ni diez, ni veinte, ni treinta barcos los que navegan y hacen esa función, son más de tres mil al año, que entran y salen por Nueva Palmira, lo que sería el otro canal, el canal Punta Indio, que es el canal que se comparte con Uruguay pero que tiene salida marítima por el mar uruguayo”, añadió. Por último, Basteiro indicó: “de esa forma, no solamente manejaríamos y podríamos controlar de mejor manera la salida de granos y de todas las exportaciones que salen de Argentina, sino también le daríamos trabajo a los argentinos”.
El mensaje, al igual que los dichos de Depetri y Tettamanti, tiene como objetivo claro debilitar a los puertos uruguayos. Y surgen desde el ala kirchnerista de la vicepresidenta Cristina Fernández que mantiene varios cortocircuitos internos dentro del gobierno de Alberto Fernández.
Fuentes consultadas señalaron que hay aspectos que pesan en esta avanzada K. Por un lado la cercanía de las próximas elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) donde cada sector mide su poderío dentro de su partido. Las declaraciones realizadas por jerarcas o figuras cercanas a Cristina Fernández forman parte de un discurso de soberanía y proteccionismo siempre promovido en el kirchnerismo. Y ese discurso aparece en los meses previos a las PASO que se realizarán en agosto.
Otro elemento considerado es el reciente acuerdo firmado por el gobierno uruguayo y Katoen Natie, que extendió la concesión de Terminal Cuenca del Plata (TCP, propiedad mayoritaria de la multinacional belga) por 50 años, hasta 2081. TCP es la terminal que opera dentro del puerto de Montevideo y cuenta con maquinaria especializada (grúas pórtico) para el manejo de la operativa de carga y descarga de contenedores.
Ese acuerdo, según las fuentes, “exacerbó los ánimos” de algunos funcionarios y exjerarcas kirchneristas que entienden que TCP potenciará la actividad de Montevideo y seguirá, por tanto, captando carga argentina.
Esa mercadería llega a Nueva Palmira y luego a Montevideo en tránsito. En el puerto se descarga y se transborda a buques de ultramar hasta su destino final.
Los exportadores argentinos prefieren desde hace años esta modalidad para evitar demoras e ineficiencias en sus terminales portuarias locales.
