Crece la dificultad del Estado para captar personal altamente calificado

Uno de los grandes temas de debate en estos últimos días fue el número actual de funcionarios públicos. La oposición cuestionó el incremento de vínculos laborales con el Estado registrado el año pasado, pero el gobierno salió a defenderse, argumentando que solo hubo aumento de contratos para maestros, profesores y personal del área de la salud.

La discusión suele rodear siempre la misma pregunta: ¿hay demasiados funcionarios públicos en Uruguay? El ministro de Economía, Danilo Astori, cree que sí. En mayo del año pasado, opinó que hay un "exceso" de empleados que hay que "combatir" y "enfrentar".

Pero hay otra realidad que, en silencio, afecta el día a día de la gestión en los más diversos organismos estatales. En los rubros de alta especialización técnica el Estado sufre serias dificultades para poder cubrir los cargos y dar respuesta a las necesidades que enfrenta. Eso pasa con mucha claridad en dos áreas: ingeniería e informática.

Los jerarcas a cargo de oficinas públicas han sufrido esta realidad en muchas oportunidades. No solo que hay dificultades para reclutar personal, sino también para mantenerlo.

Néstor Campal, actual director de Minería y exdirector de Saneamiento de la Intendencia de Montevideo, fue muy enfático a la hora de señalar la dificultad. "Ese es uno de los problemas más graves que hay ahora, sobretodo en especializaciones que tienen mucha demanda", dijo a El Observador.

A juicio de Campal, el asunto es evidente en todas las especialidades relacionadas con la Ingeniería Civil. Un actual jerarca del área de Desarrollo Ambiental de la comuna montevideana, que pidió que su nombre se mantenga en el anonimato, confirmó la situación que atraviesan y aportó datos que la hacen aún más preocupante. Informó que cuando son jóvenes, los profesionales suelen ganar más por hora en la Intendencia respecto al ámbito privado, pero a medida que pasan los años y esa persona adquiere experiencia, la tentación por los altos salarios que ofrecen las empresas es grande. Y se van.

"Lo que se dificulta en el ámbito público es hacer carrera porque el aumento de salario en las empresas es mayor", dijo el jerarca.

El Ministerio de Trabajo reconoce la realidad adversa que enfrenta el Estado en los cargos técnicos. El director nacional de Empleo, Eduardo Pereyra, dijo que la estabilidad laboral que puede ofrecer el Estado, una ventaja que solía tener mucha importancia, dejó de estar vigente en los casos de jóvenes con buenos niveles de formación.

"No está pesando la estabilidad del sector público. Antes la estabilidad pesaba por sobre todas las cosas", dijo.

Respecto al tema de fondo, Pereyra ha sufrido en carne propia la falta de competencia entre el salario estatal y el de los privados. "Lo hemos padecido en el sector público, en diversos ministerios. Hay ministerios que pagamos poco", reconoció.

El Ministerio de Trabajo, por ejemplo, muchas veces tiene dificultades importantes para retener recursos humanos que se van. "Los perdes muchas veces con la actividad privada", sostuvo.

El inspector general de Trabajo, Gerardo Rey, por su parte, puso el foco en un área sensible en los tiempos que corren. "El Estado no puede competir en informática. Tengo la experiencia de acá (del Ministerio de Trabajo) y de UTE", sostuvo. Antes de asumir su cargo en el ministerio, Rey fue director de UTE.

Ocurre lo mismo en el sector médico. Los profesionales ganan más en el ámbito privado que en los hospitales públicos. Eliminar esa brecha salarial es uno de los objetivos que la nueva directiva del Sindicato Médico del Uruguay tiene en su plataforma.

Los expertos hacen pesar su calificación y no dudan en seguir sus carreras en las empresas privadas si los salarios lo ameritan. Mientras tanto, el Estado sufre la falta de especialistas necesarios para la gestión.

Las brechas salariales entre los profesionales no afectan solamente al Estado respecto al ámbito privado. También sucede en la interna del sector público. El inspector general del Trabajo, Gerardo Rey, dijo que el problema de competencia por salarios entre el Estado y la actividad privada es "un poco relativo" en las empresas públicas y "mucho más notorio" en la administración central. "Las empresas públicas tienen salarios más competitivos", dijo el jerarca. Es muy frecuente, en tanto, que los profesionales calificados que trabajan en la administración central concursen para acceder a cargos en su misma especialidad en las empresas públicas y servicios descentralizados, debido a su mayor salario.